PROFUGO

10 Años Después.

  "Tal vez un poco más de rojo en el cielo no quede tan mal". "Gracias, profesor Shinoda" contestó un joven sosteniendo el pincel en su mano. Mike sonrió y continuó examinando las pinturas de cada uno de sus alumnos una y otra vez, admirando el talento de cada uno de ellos. Uno de los chicos le llamó la atención ya que tenía el lienzo todavía en blanco y estaba sentado en su silla dando la impresión de que no planeaba hacer nada.

"Kyle, ¿estás bien?" preguntó Mike y el joven no respondió. "¿Quieres que vayamos a hablar afuera?" preguntó Mike amablemente sabiendo que ese chico en particular tenía problemas para expresarse frente a la clase y era muy probable que si tenía algo que decir no lo diría mientras estén todos los otros alumnos ahí. El joven asintió y Mike lo tomó de la mano antes de sacarlo del aula.

"¿No quieres pintar?" dijo Mike y el otro negó con la cabeza. Mike sonrió, sabía que la mayoría de sus alumnos eran obligados a cursar su materia y a él por un lado le causaba gracia que ninguno de ellos querían estar en su clase. Particularmente solía ser porque esos chicos estaban allí cursando música y arte no era opcional en esa carrera, ya que tal como la música, ayudaba al desarrollo del cerebro creativo.

"Sabes que tienes que hacerlo, Kyle. Te guste o no, no quiero obligarte pero es así" dijo Mike siendo comprensivo, recordando como en el colegio había sido obligado a cursar química aun cuando él odiaba la materia. Ese pensamiento le dio una punzada en el estómago pero prefirió ignorarlo. "No es eso" dijo Kyle de repente tomando a Mike por sorpresa. "¿Entonces?".

Kyle miró a los costados y dijo, "Van a cambiar uno de mis profesores". Mike sabía que Kyle no era uno de los alumnos más sencillos con cuales trabajar, era muy apegado a sus profesores y cada vez que se anunciaba un cambio entre ellos solía reaccionar mal, afectándolo en todas sus demás materias. "Tal vez el nuevo te guste más que el que tienes ahora".

"No creo, el nuevo no sabe que música me gusta" dijo Kyle encogiéndose de hombros. "Va a saberlo si se lo dices, Kyle" dijo Mike cálidamente. El joven lo miró y se encogió de hombros de nuevo, "No quiero que venga uno nuevo". Mike sonrió, "Lo sé, pero tal vez este sea mucho mejor que el otro y te enseñe mejor también, deberías darle una oportunidad".

"No me gusta, no quiero" se quejó el chico con capricho. Mike suspiró, "¿Hay algo que puedas hacer al respecto? No, entonces lo mejor va a ser que trates de aceptar el hecho de que vas a tener un nuevo profesor y ya. Espera al menos hasta conocerlo, tal vez te agrade". Kyle lo miró a Mike con enojo y le sacó la lengua antes de volver al aula. Mike suspiró y volvió al aula también, dispuesto a verificar que todos estén haciendo la tarea que les había asignado.

"Disculpe, señor, ¿puedo hablar un momento con usted?" preguntó Mike al entrar en la oficina del director. "Señor Shinoda. Claro, pase" dijo el hombre corriendo las carpetas y hojas que tenía frente a él para prestarle completa atención a él. "¿En qué puedo ayudarle?". Mike se aclaró la garganta, "Tengo entendido que van a cambiar uno de los profesores de Kyle, ¿es cierto?" preguntó. El otro hombre suspiró y asintió con la cabeza, "El profesor de música. El que tiene actualmente ya no puede trabajar con él. Kyle puede volverse muy complicado a veces y necesitamos a alguien más calificado".

"Él no está muy feliz con la idea" dijo Mike. "Lo sé, nunca está feliz con ninguna idea en realidad, Michael. Pero no te preocupes por él, se va a acostumbrar, no va a tener otra alternativa". "¿Qué tal es este profesor nuevo? ¿Cree que pueda entenderlo a Kyle como se debe?". El otro hombre asintió la cabeza, "Por supuesto que sí, ha estudiado para eso, Mike". Mike asintió también. "¿Cuándo empieza?" preguntó Mike. "Mañana mismo" contestó el hombre.