PROFUGO

REENCUENTRO

  Mike sintió a Chester pronunciar su nombre y simplemente no pudo soportarlo más. Entró al aula y lo vio a él.

 Luego de 10 años sin verlo estaba allí estaba sentado detrás del escritorio, con los brazos apoyados sobre la mesa. Su pelo ya estaba castaño de nuevo pero estaba mucho más corto que antes. No sólo tenía los brazos cubiertos de tatuajes, sino que además tenía expansores grandes en ambas orejas. Pero aun así, más allá del paso del tiempo, todavía lograba quitarle la respiración como siempre. Se veía hermoso como el último día que lo había visto y al encontrar sus ojos posados sobre los suyos sintió como el estómago le explotaba lleno de mariposas como si ningún sentimiento hubiese cambiado.

Chester esperó allí impaciente hasta que por fin Mike decidió entrar al aula. Era él. No había dudas de que era Mike, su Mike. Seguía viéndose igual de perfecto que siempre, con la única diferencia de que ahora su cabello estaba azul y era hasta casi ridículo lo bien que le quedaba. Notó que había perdido algo de peso, aunque Mike siempre había tenido una figura envidiable, ahora se notaba que estaba mucho más pequeño pero su cuerpo seguía siendo algo increíble para Chester. Miró a Mike a los ojos y no pudo evitar perderse en ellos, recordando cómo los había extrañado estos últimos años sin verlos.

Ambos se quedaron mirándose durante unos segundos, era como si ninguno se atrevía a decir nada, por miedo a que si hacían algo el otro iba a desaparecer de la misma forma que había aparecido. Como si la situación no fuese real y el otro fuese una proyección producto de su imaginación.

 Mike no pudo contenerse y necesitó decir algo, cualquier cosa.

"Hola" dijo y se sintió un estúpido por haber elegido romper el hielo con un simple 'hola' pero al menos estaba hablando. Chester sonrió y se dio cuenta que Mike estaba tan nervioso como él, "Hola" respondió tímidamente, "azul, ¿huh?" preguntó Chester señalando levemente el pelo del otro. Mike se encogió de hombros, "Quería un cambio" dijo y ambos sonrieron, sintiéndose cómodos con la presencia del otro tal como años atrás.

"¿Te gustaría ir a tomar un café?" preguntó Mike sin mirarlo a Chester a la cara, por miedo a ser rechazado. Chester sintió que su corazón se pasó de largo unos cuantos latidos y dijo, "Claro". Ambos bajaron hasta la cafetería de la universidad sin decirse ni una palabra en el camino. Luego de ordenar los dos se sentaron en una mesa pegada a un ventanal, alejada del resto de las personas.

"¿Cómo has estado?" preguntó Chester luego de lo que pareció una eternidad. Mike se encogió de hombros, "Bien, ¿tu?". "Podría decirse que bien" contestó Chester con honestidad. "¿Qué hiciste todo este tiempo?" preguntó Mike sin poder contenerse, una parte de él estaba muriendo por saber todas las cosas que Chester había hecho mientras estuvieron separados. 

"Me mudé a New York hace 9 años, me casé hace 2, y ahora soy profesor de música en el programa" dijo él notando que nada más significante había pasado en ese tiempo, "¿tú?".

Mike tragó grueso al escuchar que Chester se había casado, probablemente su matrimonio no era un fracaso como el suyo y Chester quizá ni siquiera se acordaba de él. "Terminé la secundaria, estudié en la universidad de artes de Pasadena, me mudé a New York hace 5 años luego de casarme y hace 4 años estoy en el programa". Chester, al igual que Mike, tragó grueso al escuchar que se había casado. Era muy probable que Mike estuviera enamorado y Chester ya ni siquiera se le cruzaba por la cabeza.

"¿Sigues con Anna?" preguntó Chester y Mike asintió suspirando, "Sí, todavía sigo con ella. ¿Tú con quien te casaste?". "Samantha" dijo Chester evitando el contacto visual. Mike no pudo evitar la cara de sorpresa, Brad le había contado lo que había pasado con Samantha, y no podía creer que al final Chester haya vuelto con ella, "Wow, ¿en serio? Quiero decir, que bueno. Me toma por sorpresa, siempre pensé que preferías a los hombres" dijo con sinceridad y Chester sonrió, "Es así, pero tenemos tanta historia juntos, y no sé..."