PROFUGO

Te Casarias Conmigo?

Estás todavía en la universidad o tengo que irme solo? :(

Chester guardó su celular luego de mandarle el mensaje a Mike. Era el último día de clases antes del receso de verano. “Que estén de vacaciones no significa que no tengan que hacer nada” dijo Chester borrando el pizarrón mientras escuchaba a sus alumnos quejarse detrás de él, “Van a practicar mucho, más que ahora y luego van a venir y van a mostrarme lo talentosos que son, ¿quedó claro?” le dijo sonriendo a la clase y los chicos asintieron con la cabeza. Sintió que su celular vibraba así que lo sacó para leer el mensaje.

Jaja, ya salí hace media hora pero no te preocupes, estaba esperándote afuera ;)

Sonrió y guardó el teléfono de nuevo. “Molester” dijo uno de los chicos levantando la mano. Chester adoraba que después de 4 años todavía lo llamen así. “¿Sí?” dijo Chester. “Si practicamos mucho, mucho, pero después cuando volvemos seguimos tocando igual que ahora ¿qué pasa?”.

Chester no pudo evitar reírse, “Si eso llegara ocurrir les diría que yo también tuve su edad y que lo que me están diciendo es una mentira que usé miles de veces en mi juventud. Así que practiquen de verdad, ‘persevera y triunfarás’” dijo levantando un puño de victoria y los chicos se rieron.

En ese momento tocó el timbre de salida y todos se levantaron rápidamente para guardar sus cosas e irse a sus casas. “Hey, recuerden practicar” dijo Chester en vano porque, obviamente, nadie lo estaba escuchando.

Sacudió la cabeza y comenzó a guardar él también sus cosas. Cuando terminó, salió del aula, ansioso por ver a Mike. Por fin ahora tendrían todo los días para pasar juntos y no sólo las noches o fines de semana.
Salió y el sol resplandecía en lo alto.

Definitivamente era un día perfecto. Aunque mejoró cuando lo vio a él, esperándolo apoyado con los brazos cruzados en la puerta del auto.

Chester sonrió y miró a los costados para ver si no había ninguna autoridad de la escuela cerca viendo ‘la extraña’ situación. “Hola, Mikey” dijo Chester cuando llegó frente a él y Mike le abrió la puerta, “Sube” dijo antes de ir hacia el otro lado para manejar.

Chester hizo tal y como Mike le dijo. “¿Qué tal estuvo el día?” preguntó Mike arrancando el motor. “Meh” contestó Chester encogiéndose de hombros, “como siempre. Aunque Kyle mejoró mucho, es increíble. Creo que planean regalarle una beca”. “Sí, escuché algo así, en arte también mejoró. Kyle es así, si le gusta sus profesores entonces es buen alumno” dijo Mike sonriendo. “El otro día me- Mike, ¿a dónde estamos yendo?” preguntó Chester notando que el otro acababa de agarrar en una dirección diferente a la de su casa.

Mike sonrió, “Al aeropuerto”. Chester abrió los ojos sorprendido, “¿A qué?”.

“¿Cómo a qué? Vamos a tomar un avión a San Francisco, y pasar unas muy merecidas vacaciones” dijo Mike abriendo el compartimiento frente a Chester donde había dos boletos de avión y una reserva impresa de un mail de un hotel.

“Wow” dijo Chester todavía sorprendido, “P-pero… ¿las valijas?”. “Ya las empaqué, están en la cajuela” dijo Mike.

“Mikey, esta es la mejor idea que se te pudo haber ocurrido, no sabes lo mucho que necesito unas vacaciones” dijo Chester recostándose contra el asiento.

“De hecho, sí lo sé, y también sé cuánto te gusta la playa así que supongo que va a gustarte” dijo Mike, aliviado de que Chester estaba contento con la idea.

Chester sonrió y puso su mano sobre la rodilla de Mike como solía hacerlo cada vez que manejaba, “Gracias, Mikey” susurró y Mike le respondió con una sonrisa cálida.