Las Crónicas de Narnia: El Collar Celestial

Capítulo 12. La huida del príncipe

¡¡Hola, Narnianos!!

¡Antes de que comencéis a leer quiero daros las gracias por los 11k!

¡Muchísimas gracias, en serio! Y también dar la bienvenida a los nuevos lectores que se han unido a la historia :D

¡¡También quería comentar que estrenamos portada!! ¿Qué os parece? A mi personalmente me encanta *-* Créditos a "Starthatshine" por hacérmela, porque yo haciendo portadas soy un desastre JAJAJAJA xDD

Dicho esto os dejo que disfrutéis del capítulo.

Reepicheep y yo regresamos hacia mi habitación, abrí la puerta dispuesta despedirme del ratón.

―Lo que habéis hecho hoy, señorita Hannah, lo recordaré hasta el fin de mis días. ―Fruncí mi ceño sin entender a lo que se refería el roedor.

-¿A qué te refieres?-Pregunté confusa.

-A lo que ocurrió en la cueva, señorita Hannah.- Yo hice un gesto con la cabeza, sabiendo a lo que se refería.

-¿Sabes lo que he leído antes, Reepicheep?-Me puse de cuclillas quedando en la misma estatura de mi amigo.- He leído que ningún tipo de hipnotización podía someter a la Bruja de los Mares. ¿Crees entonces que yo podría se...?

-¡Sois la Bruja!-Gritó Reepicheep en tono bajo y cortándome- ¡No sé ni por qué lo dudáis!

Yo solo reí ante su reacción y ambos nos despedimos para irnos a descansar. Entré a mi habitación y me fui directamente a la cama.

Al día siguiente desayunamos y tal como dijo Adalet debíamos ir al campo de entrenamiento. Llegamos a una pequeña explanada (suficiente espacio para entrenar), al fondo de esta, en una pared de piedra se hallaban las dianas, a su izquierda una mesa con arcos, flechas, carcajes, cuchillos...

El entrenamiento se dividió en dos grupos, Levian seguiría practicando con los hermanos Pevensie, mientras que Adalet nos enseñaba a Eustace, Jill y a mí lo básico para sujetar una espada, las partes de armadura y demás. Después de un día lleno de un duro entrenamiento llegó la hora del duelo. Para que Scrubb, Pole y yo viéramos un duelo y como debía ser, Peter y Edmund hicieron uno para muéstranoslo. Estaba segura que esto me costaría muchísimo en dominar.

-Eustace, Jill, y Hannah, hoy haréis un duelo. Iréis en orden. Jill con Peter, Eustace con Edmund y Hannah con Lucy.

-Voy a machacarte, primo, ándate con cuidado.-Dijo Edmund, esbozando una sonrisa.

-No te pases, primo, soy un principiante.-Respondió su familiar.

Jill y Peter fueron los primeros, tal y como había dicho Levian. La muchacha tenía una gran agilidad y se veía que dominaba a la perfección la espada. Posteriormente le tocó a Eustace con su primo, y la verdad es que fue bastante divertido. Eusatce se quejaba constantemente, pues él le criticaba a su primo de que hacia trampa o algo por el estilo. Y llegó mi momento, sentía los nervios a flor de piel y como mi mano temblaba constantemente.

Lo único que me puse para el duelo fue un chaleco de cuero, ya que aún no era necesario en utilizar la armadura pues el duelo seria suave y aprender los movimientos, y como atacar.

-¿Preparada para perder?-Preguntó Lucy, sonriendo.

-Más bien para morirme.-Dije y la chica solo rio.

El duelo comenzó y ambas andábamos alrededor nuestro en un círculo. Debía mantener la concentración todo el tiempo mientras que debía observar los movimientos de Lucy. La chica me lanzó una estocada y la detuve con el escudo.