Bajo Mi Piel (Peeta x Gale)

Capítulo 8 "Hurt"

"No hay nada que pudiera hacer.
Para escuchar tu voz otra vez.
A veces quiero llamarte, pero sé que no estarás ahí."

Me encontraba en mi antigua escuela haciendo los papeles de transferencia. Me encontraba sentado en uno de los sillones, esperando, hasta que la secretaria llamo mi nombre.

—Muy bien. Ya todo está listo. Estas en el grupo D7 en la capacitación de informática.

—Pero yo pedí una plaza para la de administración.

—Lo siento joven Mellark, pero ya no hay cupo.

—No se preocupe, yo entiendo.

Camine hasta el salón que me asignaron, en ese instante un dedo toco mi hombro, me gire para mirar a la persona, pero no la reconocí.

—Hola Peeta.

— ¿Y tu quien eres?

— ¿Tan rápido te olvidaste de mi? ¿No me reconoces?

Entonces lo recuerdo. Abro los ojos como platos, tanto que creo que estaban a punto de caerse.

— ¿Prim?... Prim... ¡¿Prim que te hiciste?! —Pregunte con exageración— ¿Qué le paso a tu hermoso cabello?

—Nuevo look, ¿No te gusta? —Dice tocando su muy corto cabello.

—Eh... Si, perdona. Es solo que te vez rara, no te reconocí. Oye ¿Me podrías decir donde esta mi salón? —Dije entregándole la hoja.

—Déjame ver —Dice viendo el pedazo de papel—. Es una lástima que no hayas quedado en mi salón. Yo soy del D5. Te acompaño al tuyo si quieres.

—Por favor.

Prim me acompaña hasta mi salón de clases y me deja en la entrada de esta.

—Aquí es. Buena suerte, es bueno tenerte de vuelta.

—Gracias.

La clase ya comenzó. Por lo que tuve que pedir permiso al profesor para pasar ¡Pero qué profesor! Es un hombre bastante guapo y atractivo, no debe tener más de 34 años. Tiene un perfecto cuerpo tonificado, haciendo que su camisa blanca de manga larga se adhiera a su musculo torso, esta desabotonado hasta el pecho, pudiendo ver un poco de sus pectorales. Debe ser nuevo, porque nunca lo he visto en el instituto.

Y todas esas cosas que le dije a Gale, la mayoría fueron ciertas. Lo único que era mentira es que me "había curado", solo lo hice para que me dejara en paz. El maestro me obliga a presentarme ante los demás.

—Bueno alumnos, tenemos un nuevo compañero. Algunos tal vez ya lo conozcan puesto que antes estudiaba aquí. Pero dejare que él se presente.

—Soy Peeta Mellark. Fui presidente de la selección de teatro. Estuve en el equipo de las porristas, presente un número musical y fui parte del consejo estudiantil —Dije sin ningún interés—. Me da lo mismo si alguno de ustedes les agrado o no, si quieren hablarme o lo que sea. Y en estos momentos la mayoría de ustedes me da igual ¿Ya puedo tomar mi lugar profesor? ¿Sí? Gracias.

— ¡Peeta! —Me grita una voz. No es de enojo ni coraje, es de emoción.

— ¡Finnick! —Grite también emocionado.

— ¡Estaremos juntos en el mismo salón hasta graduarnos!

—Sera bueno tener a mi mejor amigo hasta el final.

—Siento tanto interrumpir el momento —Dice el profesor de matemáticas Gloss carraspeando—. Pero la clase ya empezó, por lo que les pido que tomen sus asientos.