"Choki... choki... wa...wa... choki... choki... choki..."
Hyukjae se incorpora de inmediato, pero no apaga la alarma de inmediato, le gusta la música que suena, finalmente la apaga y empieza con su rutina, se levanta de la cama de un salto, sus ojos bien abiertos, se siente lleno de energía.
Al salir de la ducha, fue hasta el lavamanos y se lava los dientes por dos minutos exactos, pero al ver su reflejo en el espejo en vez de fruncir el ceño, sonríe y como siempre cubre su sonrisa con una mano.
Una cosa era sonreír y otra cosa mirar su sonrisa, no le gustaba, nunca le ha gustado, era fea, sus encías de ven cuando lo hace. No es algo bonito para ver y fue el motivo de muchas burlas mientras crecía, por eso, por su propio bien y para evitarles a los demás el tener que ver una sonrisa tan fea, empezó a cubrirla con una mano y ahora a sus treinta años lo hace de forma inconsciente, un reflejo condicionado por él mismo.
Como el día anterior a las 07:15 hr. Estaba parado frente a su buzón y de nuevo estaba algo ansioso y al igual que ayer abre la puerta de un tirón. Cupcakes, el sobre de hoy tenia estampados pequeños cupcakes de distintos colores. Sonríe y se cubre la boca.
La lee emocionado:
"No te cubras la boca cuando sonrías"
PD: No, no estoy aquí.
Hyukjae se da la vuelta de inmediato, no había nadie, el vestíbulo por lo general estaba vacío a esa hora. Lee el sobre de nuevo, su nombre estaba en el, escrito de manera informal igual que las notas. Era muy extraño para Hyukjae ver escrito su nombre de esa manera.
Este día no llega tarde a su trabajo, marca su entrada a las ocho en punto y va directo a su escritorio como todos los días, pero este día también sucedió algo que nunca antes había pasado, Amber, la chica marimacho que se encarga de repartir los documentos del día, le hablo.
─Hey... veo que llegas a la hora de nuevo.
La chica deja los documentos sobre el escritorio y se queda mirando fijo a Hyukjae, quien después de unos segundos reacciona y es capaz de responder a la joven mujer.
─Si... el... otro día tuve un percance.
─Ya veo, supongo que a todos nos pasa de vez en cuando ─Hyukjae no responde ─. Le dije a los demás que no eras un robot, pero no me creyeron.
Ella sonríe y extrañamente Hyukjae le devuelve la sonrisa, levanta la mano por instinto pero en vez de cubrir su sonrisa, la baja y la coloca sobre el sobre del desconocido que había dejado antes sobre su escritorio.
─Mmm... cupcakes, me encantan ─Le dice ella mirando el sobre bajo su mano y mira a Hyukjae como esperando algo─. Deberías sonreír más, te queda bien─ Y se va.
Hyukjae permanece con la sonrisa en su rostro y por primera vez en mucho tiempo, no siente la necesidad de esconderla detrás de sus manos.
Tal vez, solo tal vez, su sonrisa no era tan horrible como él pensaba.
