Dear Leah

Nueve.

– ¿Qué harán para su aniversario?

Ambos volteamos a ver a Ashley. Se había cortado el cabello y se lo había teñido de un rubio suave, ya comenzaba a crecerle y por ende la combinación de su nuevo cabello negro y lo que quedaba del amarillo, combinado con sus brillantes ojos azules la hacían ver extremadamente bien (es que mi mejor amiga era realmente hermosa desde cualquier punto de vista). Estábamos sentados en la sala de la casa de Will (bueno ella estaba sentada, Will y yo estábamos acostados en uno de los sofás) y por más raro que suene, yo estaba viendo televisión y él estaba leyendo uno de mis libros. Mi novio se acomodó mejor en el sofá, dejo de abrazar mis piernas y por fin pude moverlas con libertad, de esa manera ambos nos sentamos.

–Bueno, viene un Dj que nos gusta y ya compramos las entradas. Es antes de nuestro aniversario, pero es el mejor plan que tenemos. –Respondió Will, antes de seguir leyendo.

– ¡Pero uno no cumple cinco años de novios todos los días!

–No los estoy cumpliendo contigo.

–No vayan a empezar, que la película está interesante. –Les pedí.

– ¿Harán una cena romántica?

–McDonald’s tiene unas nuevas hamburguesas, quizás vayamos ahí. –Voltee para ver a Will asentir.

Tomo mi mano y luego de entrelazar nuestros dedos, la llevo a su boca y dejo un beso en mi dorso.

– ¿Se darán regalos?

–Es tradición no decir eso ni entre nosotros mismos. –Le respondió ahora Will.

–Ustedes son lo más cercano a una relación amorosa que tengo, ¿Por qué no colaboran y se hacen algo goals?

–Porque eso es justamente lo que todo el mundo espera que hagamos.

–No me gusta vivir clichés. Leerlos es lindo, pero vivirlos es aburrido porque te crea expectativas y es mejor dejar que esa persona te sorprenda a su manera.

–Razón 823 de por qué Leah y Will son tal para cual.

Ashley rodo los ojos, y dejo que su espalda se recostara en el sofá individual donde estaba sentada. Will cerró el libro, luego de marcar la página donde había quedado, y se levantó caminando fuera de la sala sin decir nada.

–No vayas a decir nada y te haces la sorprendida cuando él te llame –le pedí cuando supe que Will ya no me escucharía–, pero te compro a ti también una entrada para ese concierto e iremos a ver a Alan Walker.

Ashley abrió su boca mostrando su máxima emoción y tomo uno de los cojines para morderlo y gritar en él.

– ¿Pero qué harán en su aniversario? –Pregunto luego de haberse calmado un poco.

–Te recuerdo que nuestro aniversario es el primero de enero, y ese día la mitad de la población está intentando recuperarse de una borrachera sino es que sigue en una.

– ¡Puedo organizarles algo súper lindo, solo dame tiempo!

–Ashley, sé que te emociona pero ese día solo somos Will y yo. En algún momento llegara tu otra mitad. –La mirada de mi mejor amiga decayó nuevamente.

Hace unos meses había salido de una mala relación, y fue un completo drama. Will aun busca excusas para golpear al chico mientras que Ashley, como siempre, busco refugio en los brazos de sus mejores amigos (su primo y Parabatai, aunque aún no entienda bien que es eso, y en mi). Era lindo compartir cosas con ella, pero incluso Will lo había dicho y era cierto, no en todos nuestros momentos debe estar ella.