Capítulo 2.

788 62 33
                                    

Aclaraciones: las personalidades de algunos personajes están cambiadas y sus apariencia un poquito, la historia no tiene mucho que ver con la serie por eso los sucesos que pueden parecer un poco extraños.

Templo de Acuario.

En su interior se encontraban dos buenos amigos que habían sido compañeros y confidentes el uno del otro durante años, prácticamente desde el día en que se conocieron, parecían hasta hermanos, no se tenían ni un solo secreto, todo se contaban y cuando más se necesitaban allí siempre estaba el otro a su lado, en esta ocasión Afrodita tenía abrazado a Camus, que aunque sonara poco creíble para muchos, se encontraba llorando en el regazo del mayor, este solo escuchaba con atención sin dejar de acariciar sus cabellos.

-No puedo más Dita... te juro que no puedo mas... solo quiero morirme... morirme de una buena vez. -Decía el menor entre sollozos, hablando lo suficientemente claro como para ser entendido aunque algunas palabras se cortaran.

-No digas eso Cam ¿qué haría yo sin mi hermanito? Ya esos malditos van a pagar un día por todo el sufrimiento que te hacen pasar, pero por favor no vuelvas a decir algo así. -El peli celeste seguía manteniendo lentas caricias en sus cabellos, peinándolo algunas veces con sus dedos.

.¿Por qué me tiene que pasar esto a mi? Ya tienen todo lo que me pertenecía por derecho... ¿por qué me siguen atormentando de esta manera? -Pregunto levantando un poco su rostro para poder mirar a los ojos del mayor, este sentía su corazón hundirse al ver cuan destrozado estaba.

-Ey arriba ese ánimo ¿no estabas muy entretenido molestando a Milo? -Le molesto pinchando una de sus mejillas con suavidad, solo intentaba buscarle formas de dejar de pensar en aquel asunto.

-Ese es otro tonto más de la lista. -Se quejo formando un puchero con sus labios, el contrario soltó un suspiro, extrañaba como solían ser las cosas tiempo atrás. -Los hombres son unos tontos.

-Te estas insultando a ti mismo y por ende también a mí. -Se encogió de hombros.

-Ya sabes a lo que me refiero, odio esto. -Bajo la mirada como si hubiera mucho que ver en el suelo. -Tú sabes que deje hace mucho de creer en el amor, pero...

-No te quieres casar con un desconocido para que esos malditos que dicen ser tu familia consigan más dinero de lo que ya tienen. -Tomo su rostro entre sus manos dejando caricias en sus mejillas para quitar las lágrimas. -La vida está siendo injusta con este pobrecito ángel que solo busca ser feliz y vivir en paz.

-No soy un ángel, yo no soy nadie y a nadie le importa mi opinión de eso, siguen pudiendo hacer lo que es dé la gana conmigo mientras siga estando soltero. -Tomo su preciado collar entre sus manos, apretando este contra su pecho. -Si ellos no se hubieran ido... todo sería diferente para mí y para todos.

-Cam ¿quién te entiende? Siempre eres todo un misterio. -Suspiro rodando sus ojos para volver a abrazarlo. -Saga y Aioros sabrán que hacer, ni ellos, ni yo y mucho menos los chicos te vamos a dejar solo en esto, además tenemos a Athena de nuestro lado, nada te pasará, por favor deja de llorar por quienes no valen ni una minima parte de tus lágrimas, me rompe el corazón verte así.

Lo que ninguno de los dos sabía por estar distraídos y con la guardia baja era que esa conversación que mantenían estaba siendo escuchada perfectamente por Escorpio y el patriarca.

-Piensa en esto que has escuchado y ve si tienes ganas de seguir siendo tan rudo con él. -Shion dejó a Milo solo, este bajo a su templo con muchos pensamientos en la cabeza y un muy mal sabor de boca a cada paso que pensaba en toda esa información incompleta, sentía que explotaría su cerebro. 

del amor al odio, del odio al amor (Milo x Camus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora