Capítulo 4.

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Una vez terminaron de despertar a todos fueron al templo principal donde Athena y el patriarca les estaban esperando, se notaba una preocupante gran sonrisa en la diosa al contrario del patriarca a quien se le notaba una preocupación enorme en su expresión, bueno aunque aún se lograban escuchar los regaños de Saga y la preocupación de Aioros hacía el e cabellos aquamarina.

-Esto no puede seguir así, Camus, no puedes estar solo mira nada más lo que volvió a suceder. -Seguía hablando, Saga de Geminis, este y Aioros eran pareja desde hace algunos años, eran como los padres adoptivos del acuariano, además, de otros integrantes de la orden de caballeros de oro. 

-Por todos los dioses, Camus, tú muñeca ¿cómo pudiste ser tan descuidado? -Señalo preocupado Aioros, siempre estaba de esa forma por alguno de los presentes o algún motivo sin embargo, esta vez su preocupación no era en vano.

-Tranquilos, me están mareando. -Decidió detenerlos antes de que pudieran continuar, llevaban de esta forma durante todo el camino por las escaleras desde que despertaron y entendieron que era lo que había sucedido. -Aioria, necesita mas atención que yo, Aioros.

-A mi no me metas en esto, "sobrinito". -Salió del paso el caballero de leo que había sido mencionado hace unos segundos, puesto que, sabía perfectamente que cuando su hermano mayor comenzaba con sus discursos jamás acababa. -Adivina mejor la razón por la que estuvieron ausentes por la tarde. 

- ¿No me digas que...? -Susurro lo más bajo posible sintiendo como una opresión en su pecho volvía a hacerse presente. - ¿Por qué tengo que ser legalmente hermano de, este? -Señalo con un puchero hacía Milo, en consecuencia el escorpiano rodó los ojos quejándose entre dientes.

-Eh cuidado con lo de este, que fui yo quien te salvo la vida. -Refunfuño el moreno fulminando con la mirada al acuariano.

-Sigues siendo menor de edad y con todo el problema, ese de tu familia, es mejor que sea de esta forma. -Explico Saga evitando una posible nueva pelea entre esos dos. -Legalmente estas bajo nuestro cuidado y aunque te cases seguirá siendo así.

-Y estaré bajo tus ordenes toda la vida, ya lo se. -Se cruzo de brazos, debido a lo que paso, no tenía excusas o formas de quejarse, pero no por esto iba a dejar de demostrar su desacuerdo ante esa decisión.

-Bienvenido a mi mundo, "hermanito". -Lo molesto Milo con una media sonrisa, todo lo que hiciera que el acuariano se molestará era usado a su favor.

-En realidad, tú eres el hermanito aquí, Escorpio, sigo siendo mayor por meses. -Señalo lo obvio mirándole de reojo.

-Y aun así, soy mucho mas alto que tu. -Y aquí íbamos de nuevo, gracias a los Dioses que llegaron finalmente al templo principal, sino una vez mas estos dos comenzarían otra de sus peleas que eran algo rutinarias.

-Ya estábamos a punto de separarlos. -Murmuraron el resto, realizaron una reverencia por respeto ante su diosa y patriarca para luego escuchar a la primera, fue así que Milo se enteró que era el único que no tenía idea alguna de lo que había estado sucediendo los últimos meses.

-Ahora que ya todos saben los sucesos en el transcurso de estos meses. -Comenzó a hablar Athena, aparentando una gran seriedad ante el asunto, fijo sus ojos en los padres del año. -Los papeles están firmados y listos ¿verdad?

-Así es, ahora ellos no tendrán poder legal sobre Camus. -Afirmo Saga por ambos debido a que Aioros estaba demasiado ocupado curando la muñeca del mencionado.

-Perfecto, quien habría pensado, Shion, que tendrías tantos hijos y nietos en tan poco tiempo. -Molestó al patriarca que se encontraba a su lado, volviendo a retomar su seriedad. -Bueno, los reuní aquí para informarles que tome una decisión debido a los acontecimientos de esta madrugada, Camus no puede seguir viviendo solo hasta que el problema sea solucionado. -Todos asentían en silencio con la cabeza ante la palabra de la diosa, en especial, Aioros, que venía diciendo eso desde un inició. -Por lo que decidí que vivirás con uno de tus compañeros.

-Athena eso no es necesario, por favor. -Pidió Camus, era capaz hasta de suplicar para que no se fuera a concretar aquello, no confiaba del todo en las decisiones de su diosa.

-Claro que lo es, querido, no te preocupes estarás muy bien protegido como si fueras yo. -Pasó una mano por su cabello acomodando unos cuantos mechones, el de cabellos aquamarina dejó escapar un suspiro derrotado, estaba seguro que nada saldría bien en especial para su persona con esto. -Desde ahora en adelante vivirás con Milo de Escorpio. -Sentenció, durante unos segundos no hubo reacción alguna hasta que. a casi todos a la par les dio un ataque de risa, el cual aumento por la reacción de ambos.

- ¡¿CON ÉL?! ¡ATHENA, POR FAVOR! -Gritaron ambos menores quedando sin oxígeno debido a esto y sus mejillas rojas, uno mas notorio que el otro.

-Ya dije mi nueva orden, les guste o no deberán vivir juntos, así que tendrán que comenzar a llevarse bien, pues van a tener algunas normas que cumplir. -Comenzó a buscar un pergamino que había estado preparando el tiempo que estuvo esperando todos despertaran y llegaran al templo. -La idea de esto es atraer a el enemigo, hacer que crean que ustedes son familia.

-Athena, ya somos familia. -Apuntaron los dos rodando sus ojos y creando una mueca con sus labios.

-No ese tipo de familia, deben aparentar ser pareja. -Ante esas palabras, ahora sí que, a ambos les dio shock tan fuerte que se terminando desmayando, Milo fue afirmado por Aioria y Camus por Afrodita, los demás trataban de hacer que reaccionen.

-Se lo tomaron mucho mejor de lo que pensé. -Comentó Athena como si nada teniendo una gran sonrisa, todos la voltearon a ver con una cara de ¿en serio? -Shion ¿puedes traerme las reglas que deben seguir? No las encuentro.

-Athena, por favor, no sea cruel con ellos... se odian, aunque suene fuerte es de esta forma. -Suplicó Shion apuntando a ambos caballeros, viendo como Saga y Aioros trataban de despertar a sus "hijos".

-Es lo mejor que podemos hacer por ellos, Shion, verás que dará muy buenos resultados. -Aseguro la diosa muy confiada en su plan, pero sus palabras provoco unos cuantos escalofríos a varios de los presentes, algo de esa confianza que mostraba la diosa, esa sonrisa que no borraba no les daba buena espina.

-Espero que tenga razón sobre eso, Athena, espero que la tenga. -Se resigno negando con su cabeza yendo por la lista, en cuanto volvió ya habían despertados las víctimas de este plan. -Aquí tiene Athena. -Entrego la dichosa lista pidiendo perdón con la mirada a los dos menores.

-Chicos entiendan que esto lo hago por vuestra protección, es por ambos y no será por mucho tiempo si toman en serio sus papeles. -Explico Athena viendo a ambos menores pertenecientes a los dorados, estos la miraron con algo de duda, pero no tenían de otra mas que aceptar. -Las reglas son:

1. Deben comportarse como un matrimonio normal.

2. Dormirán en el mismo cuarto y en la misma cama.

3. No se pueden hacer daño físico, ni siquiera en los entrenamientos.

4. Se repartirán las actividades del hogar.

5. Tienen todo el derecho de reclamar al otro por estar con alguien más.

6. Deben decirle al otro si van a salir, donde, con quien y a qué hora regresa.

7. No pueden estar discutiendo por todo, al menos la mayor parte del tiempo.

8. Deberán hacer muchas cosas juntos.

9. No es necesario que pasen a hacer todo lo que hace un matrimonio, ya saben a que me refiero, pero si al menos fingirlo.

10. Se respetarán mutuamente.

11. No podrán tener ningún amante.

12. Si no cumplen las reglas, serán castigados.

-Y eso sería todo, ahora deben poner esto en un lugar donde solo pueda ser visto por ustedes dos. -Les entregó el pergamino, el escorpión lo tomo con algo de fuerza algo intencionada, pero no la suficiente como para ser claramente notada. -Camus, comienza ha empacar tus cosas para que te mudes a Escorpio, yo me haré cargo de las reparaciones de tu templo. -Sentenció con seriedad, ninguno podría negarse ya a lo que estaba sucediendo. 

del amor al odio, del odio al amor (Milo x Camus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora