Parte 10

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Quería creerle, claro que quería, pero sabía que Louis no podría ayudarlo, nadie podía.

La interrupción de Louis sólo empeoraría las cosas, Bob se lo contaría a su padre y entonces todo acabaría. Y luego volvería a empezar.

Entonces lo recordó, Louis esperaba por él abajo. Había insistido y no pudo negarse.

Cerró la ducha y se secó con prisa mientras caminaba hasta su cama. Luego limpiaría, pobre de él si su padre hallaba algo sucio.

Le hubiese gustado conocer a Louis bajo otras circunstancias. Pensaba a diario en lo lindo que sería tener a alguien como él en su vida.

Pero ya había pensado en qué le diría. Seria difícil, más ahora que él conocía uno de sus secretos, sin embargo, lo iba a entender. Debía meter miedo en él, debía decirle que si los veían juntos sería peor.

Él intentó alejarse. Había llorado por eso, ¡pero maldición que Louis era obstinado!, seguía insistiendo y para él era cada vez más difícil observarlo desde sus escondites mientras lo buscaba y no saltar sobre sus brazos. Louis era tan suave todo el tiempo, la única persona cuyo tacto no significaba dolor, además de Liam. Harry sintió que podría llorar de emoción cuando Louis acarició su abdomen y besó sus labios con nada más que amor y calidez. Un rayo de luz cálida entre tanta oscuridad. 

Se colocó su ancho y cómodo short color negro junto a una remera básica blanca y sacudió su cabello antes de correr escaleras abajo. Sin embargo, algo lo detuvo, reconocería era cínica sonrisa en todos lados.

- Hijo, cariño, Louis me ha contado lo sucedido. ¿Cómo te encuentras?

Su padre se aproximó a él y rodeó su cuerpo con fuerza. Demasiada fuerza. Miró a Louis con miedo, quien miraba la situación orgulloso. Louis no sabía, en verdad no lo sabía.

- B-bien.

- Qué alivio oírte decir esto. ¿Por qué no me lo habías contado? Sí que eres terco, Harry.

Louis pareció estar de acuerdo, sin saber que en realidad su padre se refería a la presencia de él en su casa, en su vida.

- Lo siento.

Fue lo único que pudo murmurar, era consciente de lo que le esperaba luego.

- Louis, te agradezco tu ayuda, pero ¿podrías dejarnos solos? Necesito hablar con mi hijo.

- Claro -caminó hacia él, abrazó su cuerpo y no se prohibió de hacerlo, sabía que no podría siquiera pensarlo luego-. Tienes mi número en tu teléfono. Llámame en cuanto puedas.

- Adiós, Louis.

Y como siempre sus saludos eran despedidas, pero Louis seguía sin entenderlo, sólo asintió y se alejó para desaparecer detrás de la puerta.

- ¿Qué sabe Louis?

- Nada.

- ¿Nada? ¿Estás jugando conmigo, Harry?

- No, no he dicho nada. Bob decidió hacerlo en los vestuarios, Louis entró y lo vio. Eso es todo.

- ¿Eso es todo?

- Le he dicho que Bob estaba borracho, que en cuanto te enteres harías algo y sí , eso es todo. Louis lo creyó.

Mintió, tendría que hablar luego con Louis y hacerlo cerrar la enorme boca que tenía.

- ¿Y qué hay de Louis aquí? ¿Qué te he dicho?

- No pude evitarlo, sería muy obvio no dejarlo ayudarme luego de lo que vio.

- ¿Qué vio, Harry? No ha sucedido nada.

- Lo sé.

- ¿Lo sabes? Pareces olvidarte. He dicho que no te quiero cerca de Louis, cerca de nadie. ¿Me oyes? Estarás solo Harry, como yo, solo y a mi disposición. Me has desobedecido. Debiste librarte de Louis. Te lo dije, te lo advertí. Pero ahora lo entenderás, créeme que lo harás.

Se acercó a el y aunque logro poner sus manos ante su rostro, el puño fue más fuerte y su cuerpo colisionó contra el suelo.

- No lo olvidarás ahora. ¿De acuerdo?

Sintió un golpe en la costilla y al aire escasear en su cuerpo.

- ¿¡De acuerdo!?

- S-sí.

- Te quiero lejos de Louis.

Un golpe entre cada palabra. Algo duro impactando contra su abdomen.

- Y los trabajos en el club se terminan, ¿entiendes? Bob paga mucho, mocoso. 

El oxido invadió su boca, sus labios se cerraron con amargura. Una botella impacto cerca de él, el cinturón de su padre lo hizo en su espalda.  Un nuevo golpe arremetió en su estómago y obligó a sus ojos a cerrarse, imposibilitándolo de defenderse. Sintió sólo el frío del suelo contener su cuerpo y el impacto de los golpes casi amortiguados ahora que la oscuridad lo rodeaba.

Abuse | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora