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Epílogo

- Gracias, cariño -Anne besó su frente.

Sonrió mientras negaba suavemente.

Anne acarició su mejilla, luego se giró para encontrarse con su hijo y tomar su rostro entre sus manos.

- Cuídalo, Tomlinson -susurró Liam a su lado.

- Lo haré, Payno.

Liam rio palmeando su hombro.

Estiró su brazo hacia Harry, quien tomó su mano al llegar a él. Volteó a saludar, agitando su brazo mientras guiaba al rizado fuera de tribunales.

Había costado. Fue un largo tiempo, pero por fin se sentía libre, feliz. Cada espera valió la pena y cobró sus frutos. Anne tenía la custodia de Harry y Marco no podía acercarse a él, no al menos que quisiera ir preso inmediatamente. 

Louis no entendía por qué no estaba preso actualmente. Así como tampoco entendía por qué la justicia estaba tan lejos de ser justa y se hallaba tan llena de escoria. 

- Todo ha acabado.

- Gracias -musitó Harry, sonriendo en su dirección.

Apretó su mano en respuesta mientras le abría la puerta del auto. Harry rio golpeando suavemente su brazo.

 La realidad es que él no había hecho mucho, sólo convenció al rizado de escuchar a su madre. Anne narró cómo las cosas entre ella y Marco habían acabado hace tiempo, aunque aún viviesen juntos, por ti Harry -había dicho-, temía dejarte con él, y si ella recurría a un abogado eso sucedería, Marco tendría sus días correspondientes junto a su hijo y no podría protegerlo. Pero entonces Marco descubrió a Mark y luego de golpear e insultar a Anne escapó con Harry. Me amenazó -explicó- Si yo intentaba hacer algo, él se aseguraría de empeorar las cosas contigo. Podría hacerlo, Hazz, él tenía los contactos correctos. Mark contactó un buen abogado, llevó tiempo dado que tu padre era amigo de muchos de ellos. Desde entonces no dejo de luchar por ti, Harry. Has aguantado tanto, cariño, te prometo que esto está cada vez más cerca de llegar a su fin. Hemos encontrado a la gente correcta y ahora tenemos testigos y pruebas que podemos sumar a tu testimonio. Lamento haber tardado tanto, amor, nunca me lo perdonaré. 

- ¿A dónde me llevas?

- ¿A ser feliz? -bromeó, viendo la mueca de desagrado en el rostro de Harry.

- Demasiado dulce, me ha subido el azúcar.

Rio y negó suavemente.

- Sorpresa, pequeño ansioso.

La noche se abría paso ante ellos y él lo agradeció, las velas no se verían con el reflejo del sol y su plan sería ridículo. 

- La casa de mi madre. ¿De verdad, Louis? 

- Cállate, arruinas el momento.

Tomó su mano e ingresó por la puerta del patio. Procuró que el temblor de su cuerpo no sea notado por el rizado.

Posiciono el cuerpo de Harry frente a su cursi plan. Él había mencionado lo mucho que le gustaban los cielos estrellados, contándole las innumerables noches que pasó sobre una manta en el patio de su casa.

Y pensó que seria lindo prepararle su comida favorita y pasar la noche junto a él, sobre una gran manta en el parque de la casa de Anne, su nuevo hogar ahora. 

- Se que es demasiado cursi pe...

Los labios de Harry silenciaron los suyos. Un simple roce erizaba todo su cuerpo.

- Me encanta -susurró Harry mientras los dirigía él a sentarse sobre la manta -. ¿Pizza? -cuestionó divertido al abrir la caja cuadrada que se hallaba a un lado de ellos.

- Es tu favorita y sería sencillo comerla. Lo siento, no es la gran cosa.

Sus mejillas se sonrojaron y la carcajada de Harry resonó en su interior, llenándolo.

- Es perfecto, Lou.

Las horas pasaron rápido, como siempre que se hallaba junto a él.

Había perdido la cuenta del tiempo que estuvieron recostados tomados de la mano sin decir palabra. Entonces Harry habló y detuvo todo a su alrededor.

- Te amo, Louis.

Giró quedando de costado. Se sostuvo por su codo y se elevó por sobre el cuerpo de Harry, que lo miraba sonriente. 

Bajó su rostro al de él. Capturó sus rosados labios con ansiedad y con dulzura al mismo tiempo, intentando demostrarle lo que no decía con palabras.

- Te amo, Harry.

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Hola! 

Escribí esta historia hace mucho y me puse a editarla recién ahora. Intenté no cambiar demasiado porque quería dejarla como la había hecho en un principio. 

De hecho, la escribí siendo muy chica y sin los conocimientos necesarios para hablar de este tema correctamente, pero me gustaría decir que es aterradora la cantidad de chicos, de personas, viviendo situaciones de este tipo y espero estas cosas dejen de suceder, que realmente se haga algo para detenerlo y que quienes las llevan a cabo se pudran bien podridos. Son temas poco visibilizados, de los que no se hablan hasta que es demasiado tarde. Es realmente macabro y genera mucha impotencia.