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Capítulo 43

11 de septiembre; 16:05 p.m.

Narrado:

—Hola, hyung —saluda el menor con pereza, sentándose en el banco al lado de Yoon, quien le saluda con la cabeza pensativo—. Dígame qué pasó.

—Vaya, qué rápido eres preguntando —ríe levemente y se posiciona para poder ver a los ojos a su menor—. Bien... Tengo un plan, pero necesito ayuda —dice, juntando sus manos en forma de plegaria.

—Claro, me encanta ayudarlo, hyung —dice un sonriente Kook—. Pero..., debería decirme porqué cortó con Hoseok-hyung primero.

—Sí... —dice Yoongi desganado—. Bueno, hace tiempo que había estado pensando que quizá..., me haya comportado como un estúpido con él.

—Tarde, pero está bien —comenta Jeon, sonriendo—. Siga y deje de mirarme con esa mala cara —hace un puchero y luego ríe.

—Lo que intento decir es que..., lo amo muchísimo y no me perdono nada de lo que había hecho a sus espaldas... Fue horrible para él, sin embargo, siempre estuvo a mi lado apoyándome y diciéndome lo mucho que me amaba... —contesta Min, mirando a algún punto fijo con arrepentimiento.

—Sí, muy típico de Hoseok-hyung —comenta Kook, pensativo.

—Por eso decidí romper con él —finaliza, mirando con atención al menor.

Kook se queda callado, sin saber qué decir exactamente. Abre la boca como para hablar pero la negación de cabeza que le brinda Yoongi lo interrumpe al instante.

—Bueno, ahí no acaba la cosa —dice Min, rascándose la nuca con nerviosismo—. No corté con él simplemente porque quiero que me olvide y más mierdas de esas. No, por supuesto que no voy a dejar escapar a un hombre tan genial y perfecto como él; lo que voy a hacer es volver a enamorarlo de mí y, esta vez, ser yo su hombre genial y perfecto —dice con firmeza, mirando a los ojos a su pequeño, quien lo mira con sonrisa en el rostro.

—¡Eso suena genial! —exclama con entusiasmo.

—Sí, bueno... —vuelve a rascarse la nuca y sonríe apenado—. Es aquí cuando necesito de tu ayuda...

—Sí, por supuesto. Dígame qué necesita —contesta Jeon con ilusión.

—Nada, solo que lo engañes un poquito... —responde, fingiendo una cara de maldad, haciendo reír al menor.

—Cuente conmigo, hyung.