Capítulo 47

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15 de septiembre; 12:38 p.m.

Narrado:

Después de unos minutos de conducción por parte del taxista, Hoseok llega a casa de su amado novio, quien ya lo estaba esperando recargado en el marco de la puerta abierta. Ambos se sonríen al verse y Hoseok corre a abrazar a su novio, quien corresponde de inmediato.

—¡Hola, amor! —saluda Min, ganándose un leve puñetazo en el brazo de parte de Hoseok.

—¿Sigue dentro? —la cara de Jung cambia drásticamente a una de seriedad. YoonGi traga saliva algo incómodo y asiente—. Hyung...

—No es lo que parece, en serio, Hoseok —la cara de súplica de Yoongi hace que Ho le dé una oportunidad más. Ambos entran a la casa y Min cierra la puerta detrás de sí.

YoonGi va a la cocina a traer los tres vasos de café al salón en donde Hoseok lo espera sentado en el sofá con brazos y piernas cruzadas, una de las tazas se lo pone sobre la mesa, otro lo deja a un lado y el que queda se lo bebe de un pequeño sorbo.

—Mira. Tae siempre que se emborracha arma un desmadre —Yoongi decide explicar todo desde el principio y se sienta a su lado en el sofá con su taza en mano. Hoseok simplemente ya había desayunado y el café tampoco era de su completo agrado, sólo lo bebía cuando estaba Yoongi—. Y pues me había enviado un mensaje de que alguien lo estaba..., hm... —se rasca la frente, Hoseok suspira al saber el significado de esa pausa: se había olvidado—. ¡Ah, sí! Que un chico lo estaba mirando, y justamente estaba en la parada de buses. ¿Por qué estaba ahí? No sé, porque apenas me fui a recogerlo ya se había quedado dormido en el coche después de balbucear algunas pocas palabras.

Hoseok asiente, sabe que Yoongi es un hombre considerado con los que se merece y que le gusta ayudar a las personas que le guarda cariño; una de las razones por las que se enamoró de él es exactamente por su gran corazón.

—Te creo, Yoongi —dice, después de una breve pausa—. ¿Y dónde está Tae? —pregunta, mirando detrás de él en donde está la puerta de la habitación de Yoon cerrada. Éste niega y se encoje de hombros.

—Aún no despertó —le da otro sorbo a su café y en eso oyen un estruendoso ruido proveniente del cuarto. Ambos se levantan del sofá en alerta y un TaeHyung sobandose la cabeza abre la puerta de la habitación y les saluda con una perezosa reverencia.

—Hola... —camina arrastrando los pies hasta el salón y luego mira sorprendido la figura de Hoseok, quien lo mira con preocupación—. ¿Qué hago aquí? ¿Por qué estoy aquí?

—Tae... ¿No recuerdas nada? —pregunta Yoon, acercándose a él con su taza de café, se lo entrega y Kim hace una mueca de asco—. Sé que no te gusta el café, pero es mejor que te lo bebas —TaeHyung le echa una mirada melancólica a Yoongi y de inmediato le da un pequeño sorbo al café.

—No recuerdo nada... Bueno, sólo recuerdo cuando se bajó del coche para ayudarme a levantarme del suelo... —le da otro sorbo al café. Yoongi posa su mano en la espalda de éste empujandolo levemente hasta el sofá, en donde lo sienta. El mayor del trío se vuelve a ir a la cocina, en donde busca algo desesperado entre los cojones. Mientras tanto, TaeHyung y Hoseok respiran un ambiente incómodo en el salón.

YoonGi llega y le da una pastilla blanca a TaeHyung, quien lo acepta con una reverencia de cabeza. Se lo traga seguido de un pequeño sorbo de café.

—Siento las molestias, hyung... —murmura Kim, notando la mirada intensa de Hoseok sobre ambos—. También siento estar en casa de Yoongi... —una reverencia tímida va dirigida a Hoseok, éste se mueve sobre el sofá incómodo.

—No pasa nada —dice, sonriendole—. Lo importante es que estás bien.

YoonGi sonríe abiertamente: éste es el Hoseok que él más admira.

—Bueno, Tae —Yoongi se sienta al lado de éste—. Te llevaré a casa cuando pasen tus mareos, ¿está bien? —el chico asiente varias veces y deja la taza asquerosa de café sobre la mesa.

—¿No es mucha molestia? —pregunta, algo entristecido. Imaginar que antes podía estar en la casa de su hyung las horas que él quisiera y con él más ama y ahora pedir permiso y disculpa le dolía a horrores, pero simplemente le parece lo más correcto.

—No, claro que no —el mayor del trío le sonríe, sacándole una sonrisa a Hoseok y luego a Tae también.

—Bien, yo tengo que irme —Hoseok se levanta del sofá, se va hacia su novio y le da un casto beso en los labios, TaeHyung simplemente mira hacia otro lado. Hoseok y Yoongi lo notan y de inmediato se dan distancia.

Hoseok le da un abrazo a Tae y luego se va de la casa al decirle a Yoongi que luego volvería para sacarlo de la casa a pasear.

—Hm... Me alegro por los dos, hyung —Tae decide que es mejor beber el café en esas circunstancias para no tener que soltar todo lo que lleva dentro.

—Sí... —Min se rasca la nuca. Ambos se levantan después de un breve tiempo y se van al coche para ir a casa del menor.

TaeHyung se mentalizó de que ésta sería la última vez que vería a su hyung. Yoongi, también.

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