Capítulo 14

2.1K 147 9
                                    

Capítulo 14

FAVORES DEL PASADO

Los dos hombres de traje conversaban entre sí. Las miradas serias que se dirigían el uno al otro indicaban que hablaban de un asunto de gran importancia, como siempre lo hacían. 

Las tres chicas estaban sentadas y apoyadas contra los árboles, esperando. Eran las tres de la mañana o quizá las cuatro. No lo sabían, jamás le prestaban atención al reloj. La conversación entre ellas era mínima, como siempre lo era cada vez que entrenaban juntas. Trataban de recordar al máximo todo lo que habían aprendido hasta ese entonces, las habilidades de pelea, puntos débiles, y todo lo que habían aprendido sobre las Criaturas de la Noche. Porque, a pesar de que no les habían dicho a que se enfrentarían esa noche, ellas lo sabían, lo habían intuido. Lo que no sabían era a que tipo de criatura se enfrentarían. Sin embargo sí sabían que se trataba de una muy poderosa. 

Una pequeña explosión llamó su atención. En la oscura noche una luz brillante en tonos celestes y violetas, iluminó por algunos escasos segundos el lugar. Las tres se levantaron y se prepararon para lo fuera que estuviera por llegar, sin embargo, se sorprendieron cuando vieron que no era lo que esperaban.

Abrió los ojos, sin dejar que su mente terminara de mostrarle aquel momento. El recuerdo, a pesar de los años que habían pasado desde aquel entonces, seguía vivo en su mente; presentándose de vez en cuando, en aquellos casos donde tenían que enfrentar criaturas poderosas y peligrosas, recordándole que jamás debía bajar la guardia y sobre todo, que no debía confiar en nadie, sin importar cuan leales o inofensivos pudieran parecer. 

La amapola que habían utilizado anteriormente yacía sobre la mesa enfrentada a la cama de Izzy. Parte de sus pétalos habían sido cortados y utilizados en un hechizo que Izzy había aprendido años atrás. Según ella, aquel encantamiento permitiría atrapar a la criatura en su dimensión, en el momento en el cual volviera a buscar a alguna víctima, impidiéndole volver a la suya por medio de una barrera protectora. Sin embargo, Izzy admitió que las cosas podrían complicarse un poco: la criatura sería capaz de sentir el momento en el que la barrera le bloqueara su única salida y probablemente cambiaría su modo de actuar, lo cual, lo hacía aún más impredecible. También, Izzy había dicho que el hechizo duraría solo hasta el amanecer, que sería después de las cinco de la mañana. 

Luci estaba sentada sobre su cama, su mentón descansaba sobre sus manos cruzadas y su mirada mostraba cuán concentrada estaba. De todas las criaturas que había enfrentado —y las que sabía que tendría que enfrentar— las Criaturas de los Sueños eran las que más odiaba, estas le recordaban a la única prueba que no había podido pasar de un principio y la única prueba que le había enseñado cuan alto era el riesgo en el juego para obtener el poder.

Su mayor preocupación en ese momento era como enfrentar a la criatura. Ningún arma humana podía dañarla, las Armas Celestiales estaban fuera de su alcance —y del alcance de cualquier ángel en el Instituto—, y a pesar de que podría acceder a las Armas Infernales, le tomaría mucho tiempo hacerlo, ya que todas estaban bien ocultas dentro del Infierno.

Entonces, cuando estaba por darse por vencida, algo se detuvo en su mente. Algo se re-acomodó y volvió hacia atrás. Se había equivocado, no todas las Armas Infernales estaban ocultas en el Infierno.

Algunas de esas armas eran cedidas en tratos a cambio de precios muy altos. Aquel que la quisiera, una vez sellado el trato, podía obtenerla por un par de años o meses, dependiendo de lo que ofreciera por ellas. Claro que esos precios estaban fuera del alcance de los humanos— y de cualquier criatura mágica de poco poder— por lo cual, solo algunas criaturas eran capaces de obtenerlas. El arma que necesitaba, que era la única de las Armas Infernales capaz de dañar gravemente a la criatura que enfrentaban, había sido cedida meses atrás a un brujo muy poderoso, que resultaba ser único en su clase.

La Hija del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora