Los infieles

Niño bonito

Capítulo 3:

Él no sabía por qué estaba haciendo eso y por si fuera poco, no sabía a quién mierda estaba besando. Pero podía asegurar algo, y era que estaba disfrutando la sensación de aquellos labios ajenos moverse sobre los suyos exquisitamente. Se frotaban con la intensidad e intensión de probarse todo lo necesario, tal vez no eran sus lenguas las protagonistas, pero sus elfos se entendían perfectamente como para atraerse y agitar sus respiraciones. 

Diablos ¿hace cuánto no daba un verdadero beso?

El beso.

Ya eso no importaba en ese momento, su cabeza le ordenaba que finalice algo que él mismo inició pero su cuerpo lo incitaba. Le pedía y exigía más, mucho más contacto; realmente lo necesitaba, Taehyung necesitaba sentirse querido -no por sus padres, amigos o familiares- exactamente por un hombre lo que lo transporte a ese apetitoso mundo sexual, donde su piel podía vibrar bajo manos ajenas, donde el interior de su cuerpo y de su mente, podían ser invadidos placenteramente.

Sin embargo, no podía seguir con esto, sus códigos de ética no le permitían prolongar ese ardiente beso. Pero...

¡No!

Con un leve empujón, no brusco, separo sus labios de la otra persona y solo atino a mirar a un lado y carraspeo despacio para disfrazar la puta vergüenza que recién se dignaba a aparecer en él.

El silencio invadió unos minutos, pero no por mucho.

- Er... vale lo acepto, tienes una buena manera de cerrarle a boca a los demás ¿lo haces continuamente? - fue donde Taehyung fijo su vista en el otro para fruncir el ceño.

- ¿Tengo cara de puto? - vio que el contrario alzo su dedo para decir algo, pero le hizo una seña de negación - Me ganaron los impulsos y ya - se alzó de hombros tratando de no darle importancia, pero no podía.

- Quería acotar que no tienes cara de puto, todo lo contrario. Tu rostro es muy fino para tu buena suerte, supongo que hay miles de hombres anhelando recibir un beso como el que me acabar de regalar - los pómulos del hombre se pronunciaron al esbozar una sonrisa, sonrisa que no pasó desapercibida por Taehyung quien se quedó admirándola unos segundos.

- Ya mencioné que ese beso fue un impulso sin importancia, cabe recalcar, además yo ya estoy ca... -

Joder, él estaba casado ¿y lo olvido? claro que no, pero beso a otro hombre que no era su esposo y empezaba a juzgarse por no sentirse tan pecador.

- Estoy cansado, eso es, cansado de hombres estúpidos que no saben valorar a otro - la cara de Min Yoongi era la primera en aparecer en su cabeza, donde le cortaba la cabeza lentamente, ¿pensamientos asesinos? nada que ver - Entonces que tu vengas a tratar de imponerme algo no es algo que me guste, y entonces... -

- Entonces ¡boom! me besas, ¿no crees que es muy excesivo eso chico? –

- Kim Taehyung, 25 años, deja de decirme chico por favor - rodó los ojos acentuando dicha palabra mágica - Es la primera vez que hago esto, y no me molesta pedirte disculpas si es a lo que quieres llegar, dejemos el asunto aquí, nunca nos conocimos y aquí no ocurrió nada.

La situación se estaba alargando más de lo que pensó y Taehyung solo vino por el ingrediente principal para su salsa de tomates. Maldita la hora en que se le antojo un yogurt, si tan solo hubiera reprimido sus ganas de comprar ese líquido se habría ahorrado dos cosas.

1. Conocer a un tipo cuyo nombre nunca fue descubierto.

2. Que el mismo tipo no pueda salir de su aturdida cabeza por un estúpido beso que se acompañó con una bonita sonrisa.