Lo nuestro se acabó

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Capítulo 12: 


Estiro piernas y brazos como solía hacerlo cada día al despertar, quería girar su cuerpo, pero un brazo alrededor de su cintura se lo impidió. Frunció el ceño algo incomodo, puede que Hoseok se haya colado en su cama por lo que paso entre ellos la última vez.

¿Acaso su esposo había malentendido las cosas por una ronda de sexo, y ahora creía que su matrimonio había vuelto a ser el de antes?

"Que equivocado estas cara de caballo", renegó internamente.

Froto sus ojos con los puños para poder ver bien y noto que el lugar donde estaba, no era su habitación, bien, Jimin empezaba a alarmarse. Giro la cabeza solo un poco y se encontró con el blanco rostro de Min Yoongi, volvió a tragar en seco y sus ojos esta vez se abrieron lo más que podían, debido a la sorpresa. No estuvo borracho como para ahora decir, que no recuerda nada de lo que pasó la noche anterior, así que en su mente ya se estaban plasmando las imágenes de lo que hizo por la noche.

Vamos Jimin, respira con tranquilidad, se dijo, asimismo.

Paso la noche con Yoongi, sí.

Lo disfrutó, es obvio que sí.

¿Se arrepiente?, claro que no.

El hombre le hizo recordar lo exquisito que podría llegar a ser el sexo.

Quisa el cansancio hizo que quedara completamente dormido luego de llegar al orgasmo y sentir que su acompañante lo hizo después. En cierto modo, agradecía que lo haya aseado antes de acomodarlo en su cama y además de ello, acostarse a su lado. Se hallaba aun desnudo, alzo un poco la cabeza y diviso sus prendas sobre un sillón. Lo mejor sería salir de ese lugar antes que el pálido despierte, no quería enfrentarlo ahora mismo.

Quito la sabana que cubría su esbelto cuerpo, su diestra con suma delicadeza tomo la muñeca del contrario y la levanto un tanto, así podría hacerse a un lado y salir de la cama sin que el otro se dé cuenta. Eran el plan perfecto, pero Jimin no conto con que Yoongi lo jale y en un movimiento rápido este apresado debajo del cuerpo de este. La cabeza del mayor se escondió en el cuello de Jimin y luego de inhalar, soltó un fuerte suspiro, sin dejar de apoyarse en el mismo lugar.

- ¿Planeabas irte sin mi beso de los buenos días? – pregunto con la voz ronca.

- Así es, ¿podrías tener la amabilidad de moverte a un lado, por favor? – pidió, tener el cuerpo de Yoongi encima, junto a la dureza de su miembro lo distraía de su propósito. El pálido por fin elevo la cabeza para mirar fijamente a Jimin.

- Ayer no me pedias eso Jiminie – dijo con burla y una sonrisa de lado – No soy el único que despertó algo animado – movió la pelvis haciendo que ambos falos choquen y creen fricción.

- Ahh~ ne-necesito irme – cerro los ojos unos segundos por la sensación.

- Yo creo que estas mintiendo pequeño – Yoongi doblo sus brazos al lado de la cabeza del menor dejando pocos centímetros de distancia entre sus rostros.

- Tengo 25 años, no soy ningún pequeño – le dijo esbozando una sonrisa – Vamos, puedo jugar este juego también, pero hablo en serio, no sé qué hora es y tengo cosas que hacer Yoongi.

- No puedes irte ángel, tengo que aprovechar que estas desnudo en mi cama – lamio sus labios y una de sus manos bajo hasta la retaguardia del menor y apretó con ganas la pomposidad.

Jimin sonrió coqueto, volviendo sus ojos medias lunas, abrió las piernas enrollándolas por la espalda del pálido y sus brazos hicieron lo mismo en el cuello del mismo.

Los infielesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora