17. LAS VARITAS

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-Claro que no-le respondió-La varita escoge al mago.

PERCY POV

-¿Cómo que la varita escoge al mago? ¿No se supone que es al revés?-preguntó Leo.

-No-dijo Ollivander tranquilamente-Es la varita quien escoge al mago.

-Bueno-dije yo-Entonces, ¿qué tengo que hacer?-quería acabar con esto cuanto antes porque me estaba poniendo nervioso.

Ollivander solo sonrió como respuesta y entró en un pasillo con las paredes también llenas de varitas y se puso a mirarlas como buscando algo.

-Tranquilos, chicos-nos dijo Harry-Está buscando varitas para que las probéis y encontréis la vuestra-sonrió con nostalgia mientras miraba las varitas que adornaban las paredes-Recuerdo el día que vine a por la mía, con Hagrid-miró a sus amigos, que a la vez les sonrieron-Fue una tarde genial. La primera que pasaba sin los Dursleys detrás de mí diciéndome lo que tenía que hacer. Quien me iba a decir en ese momento, con 11 años, todo lo que iba a pasar y a aprender.

-Ni que lo digas-le dijo Ron con una media sonrisa.

En ese momento, Ollivander volvió con 6 cajas rectangulares y las dejó encima de una mesa. Me indicó con una mano que me acercara a él. Cuando estuve enfrente, abrió una de las cajas, sacó una varita marrón oscuro y me la extendió. Yo la cogí con la mano derecha y la agité un poco, pero Ollivander me la quitó de la mano rápidamente.

-No, esta no-dijo el vendedor de varitas negando con la cabeza mientras cogía otra caja, la abría y me extendía la varita marrón claro que había dentro-Prueba-volví a repetir lo que había hecho antes, pero esa también me la quitó. Negando una vez más con la cabeza, cogió otra varita más, esta vez de una de marrón normal, y me la entregó sin decir nada, pero mirándome atentamente, mientras yo cogía la varita.

En cuanto la toqué, sentía un calor en los dedos que se extendió por todo mi cuerpo, dándome seguridad y tranquilidad, y sacándome una ligera sonrisa mientras la miraba. Sabía que esa era la mía, pero aún así la moví un poco y pude ver como empezaron a salir chispas rojas de la punta. Era una sensación genial la que sentía en ese momento, como si un hilo invisible me uniera a la varita.

-Muy bien, señor Jackson-Ollivander pasaba la mirada de mí a la varita-creo que hemos encontrado la varita perfecta-la volvió a coger y la inspeccionó-Madera de sauce, 29 centímetros y pluma de fénix de núcleo, como la del señor Potter-me la devolvió-Las personas con este núcleo están destinadas a hacer grandes cosas, señor Jackson, como ya hemos podido comprobar en el señor Harry Potter y en Tom Riddle.

-¿Quién es Tom Riddle?-preguntó Piper.

-El verdadero nombre de Quién-vosotros-sabéis-le contestó Ollivander.

-Oh-dije yo. Me sentía bien por tener la misma clase de varita que Harry, pero tener la misma que el Voldemoro... Bueno, eso ya era otra cosa.

-Bueno-continuó el fabricante de varitas-¿Siguiente?

Esta vez fue Annabeth la que dio un paso al frente y se acercó a Ollivander, mientras que yo me acercaba a los magos con mi nueva varita aún en la mano. Ollivander cogió la primera varita que me dio a mí para que probara. En cuanto Annabeth la cogió, dejó caer los hombros y la movió un poco, dejando que salieran de ella chipas azules. Sonreí mientras veía como ella veía la varita con cariño y sonreía.

-Bueno, esta vez ha sido más fácil-dijo Ollivander sonriendo-Madera de roble, 30 centímetros y también tiene una pluma de fénix en su interior.

Annabeth le sonrió y se acercó a mí para ponerse a mi lado y seguir viendo como los demás eran elegidos por las varitas. La siguiente en acercarse fue Piper, quien encontró la suya al segundo intento, la cual era de madera de sauce (como la mía, yeah) y con pelo de unicornio de núcleo. Luego le tocó el turno a Jason, con una de tejo y corazón de dragón. El siguiente fue Leo, quien fue elegido por una de madera de vid y también con corazón de dragón, como Jason. A Hazel le tocó madera de cerezo y pelo de unicornio, y a Frank madera de cerezo y corazón de dragón. Reyna, como Hazel, tenía una de madera de cerezo y núcleo de pelo de unicornio. Clarisse fue elegida por una de madera de fresno y corazón de dragón. Y por último, a Nico le tocó una varita de madera de roble y, al igual que a Piper y a su hermana, un núcleo de pelo de unicornio.

Al terminar, se notaba que los semidioses ya estábamos más tranquilos y contentos después de la experiencia que acabábamos de pasar, aunque alguno se empeñara en no mostrarlo (ejemNicoejem). Lo que sentimos al coger las varitas fue un sentimiento inigualable que nos dejó mucho mejor.

-Señor Ollivander-Hermione se acercó a la mesa del vendedor de varitas y dejó caer sobre su mesa unas monedas-esto será suficiente por las 13 varitas. Muchas gracias, de verdad-le dijo con una gran sonrisa.

-Es un placer para mi poder ayudar al trío de oro, señorita Granger-ella se sonrojó un poco por el mote.

-Gracias señor, pero ahora debemos irnos-Ron se acercó a la mesa, con Harry detrás de él.

-Es cierto-estuvo de acuerdo el de la cicatriz-Aún tenemos algunas cosas que comprar para la escuela y también tendremos que pasarnos por Gringotts.

-Entonces hasta pronto-nos despidió con una sonrisa-y suerte con lo que sea que tengáis que hacer.

















HEY!!! Aquí os dejo con otro capítulo más que espero que os guste mucho. Y, como siempre, os invito a comentar y a votad la historia si os ha gustado y a darme ideas si queréis de como debería seguir la historia. Un qbesazo enorme! CHAO!!

P. D. Los núcleos de las varitas de los semidioses los he elegido por las descripciones de J. K. Rowling en la página web Pottermore. La madera y las medidas sí que han sido por instinto propio jajaja.

LUCHANDO JUNTOS (PJ Y HP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora