19. LAS COMPRAS

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PERCY POV

Después de una media hora más o menos, nuestros nuevos amigos salieron del espeluznante edificio. No me había gustado nada ese banco, y mucho menos las criaturas que lo protegían. Nos pusimos todos en pie (ya que nos habíamos sentado en la escalinata para descansar) y les miramos mientras ellos se acercaban a nosotros.

-Bueno, ¿y ahora qué?-le preguntó Frank cuando al fin llegaron a nuestro lado.

-Ahora que nosotros también tenemos dinero, toca ir a comprar lo que necesitaremos para el curso-explicó Hermione.

-Primera parada, Flourish y Blotts-dijo el de la cicatriz señalando una tienda que no estaba muy lejos.

Nos dirigimos a lo que al parecer era una librería, así que en cuanto entramos, Hermione y Annabeth se pusieron como locas a mirar en las estanterías mirando libros y comentándolos entre ellas, mientras que nosotros nos quedamos en la entrada de la tienda y un montón de chicos rodeaban otra vez a Harry pidiéndole autógrafos y esas cosas. No se como podía aguantar eso todo el rato, yo ya habría mandado a un par al Tártaro (no tengo mucha paciencia que se diga). Cuando consiguieron apartar a todos sus fans, se acercaron a nosotros.

-En la carta están todos los libros que necesitaremos este curso, así que solo tenéis que buscarlos. Nosotros ya tenemos algunos así que iremos más rápido, pero si necesitáis ayuda, solo tenéis que decirnos a nosotros-explicó Ron-Hermione seguirá así durante un rato, y viendo a Annabeth, parece que ella tampoco-comentó riéndose.

-Al menos ya ha encontrado a otra persona con su pasión por los libros-rió Harry-a nosotros no nos gusta mucho, pero ella sigue intentando que nos guste.

-Ya, lo mismo le pasa a ella con nosotros-comenté yo. Cada vez veía a Hermione más parecida a mi novia. Tenían muchos gustos parecidos, así que era normal que fueran amigas.

Tras encontrar todos los libros que íbamos a necesitar y pagarlos, conseguimos sacar a las dos amigas fanáticas de la lectura de la tienda, para encaminarnos a otra distinta y así seguir con las compras. La mayoría de las cosas no sabía que eran ni para que podrían servirnos. Es decir, ¿para qué íbamos a necesitar un caldero? Pero bueno, a los magos les parecía normal, y como ahora nosotros éramos de los suyos, teníamos que aparentar que a nosotros también. Tuvimos que actuar.

El problema que más me exasperaba es que, cada dos por tres, alguien se acercaba al trío de oro, como los habían llamado, para pedirles autógrafos y eso, lo que hacía que fuéramos mucho más despacio de lo que nos gustaría. Pero tampoco podíamos hacer nada.

LEO POV

Cuando ya tuvimos todo, nos dirigimos de nuevo a la entrada del callejón, al caldero ese que chorreaba. Me di cuenta de que pasamos al lado de una gran tienda situada en una esquina, que estaba cerrada. Me acerqué un poco más y miré por el escaparate. Dentro vi lo que parecían un montón de cosas chulas, que creo que eran para hacer bromas. Era genial, pero por alguna extraña razón, era la única de todo el Callejón Dragón sin abrir.

-¿Qué haces?-preguntó el pelirrojo, que de repente se había puesto serio. No me había dado cuenta de que se me había acercado mientras yo miraba hacia dentro. Su nuevo tono me puso un poco nervioso, pero mantuve la compostura.

-¿Cuál es esta tienda?-le pregunté extrañado-¿Y por qué es la única que no está abierta?

Ron dejó caer los hombros y puso cara de tristeza y de nostalgia mientras miraba la tienda. Hermione y Harry se miraron con lástima cuando una pequeña lágrima cayó por la mejilla de su mejor amigo.

-Era Sortilegios Weasley, la mayor tienda de bromas de todo el mundo mágico. Era de mis hermanos, George y Fred-dijo con  pesar, y noté como se le quebraba la voz-Eran gemelos. Los mejores bromistas y nunca te aburrías con ellos. Antes de acabar sus estudios, se escaparon del colegio y fundaron esta tienda. Ya habían empezado un poco su negocio en la escuela con su Surtido Saltaclases, y aquí tenían un montón de clientes. Les iba genial-mientras contaba esto, una sonrisa melancólica se había instalado en su cara, pero, llegado a este punto, sus ojos se volvieron a aguar-Pero, durante la batalla de Hogwarts, hubo una explosión y Fred-ya no pudo seguir. Hermione se acercó corriendo a abrazarle mientras las lágrimas corrían por sus mejillas y Harry los miraba con una tristeza infinita. Luego, nos miró.

-Durante la batalla de Hogwarts, murieron muchas personas importantes de nuestras vidas, sacrificándose para que Quien-vosotros-sabéis muriera. Muchas familias sufrieron, y siguen sufriendo-nos explicó triste el pelinegro-George no ha vuelto a sonreír desde ese día y ha decidido vender la tienda. Ellos dos estaban muy unidos y esa pérdida le dejó muy tocado, como era de esperar.

-Bueno, será mejor seguir-Ron se separó de Hermione y se limpió las lágrimas-Ya no se puede hacer nada y no vale la pena lamentarse. Así que vamos-Y siguió andando hacia el bar. Mis amigos y yo nos miramos con pena. Nosotros también habíamos sufrido pérdidas en nuestras batallas, pero perder un gemelo tiene que ser horrible. Yo creo que es como perder tu mitad. Entiendo que George haya dejado la tienda.

Una vez en el caldero, nos sentamos en una mesa y los magos nos pidieron ¿cervezas de mantequilla? Bueno, sea lo que sea, estaba bueno. Los tres magos, ya recompuestos después de la triste escena al lado de la tienda, nos miramos.

-A ver-empezó Hermione-Hogwarts empieza el 1 de septiembre, por lo cual aún nos queda dos semanas para enseñaros un poco lo básico para pasar desapercibidos en la escuela. Se supone que ya lleváis 7 años de práctica, así que tendréis que haceros pasar por magos normales. Nadie debe saber quiénes sois., porque entonces harían preguntas y la gente se enteraría de lo que está pasando, y cundiría el pánico. Pero, por ahora, lo mejor será que nadie se entere.

-Así que nos quedaremos en la Madriguera por ahora, los de allí si se pueden enterar, son del ejército de Dumbledore, así que nos ayudarán-nos explicó Harry.

-Un momento-interrumpí-¿La Madriguera? ¿Nos van a ayudar unos conejos?

-No, Leo-dijo Annabeth rodando los ojos-La Madriguera es el nombre de su casa, ¿no es así?

-Exacto-le respondió Ron-Así que en cuanto terminéis nos vamos.

LUCHANDO JUNTOS (PJ Y HP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora