31. TORMENTA Y FUEGO

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LEO POV

-Jason, ¿te animas?-le preguntó Piper a su novio, quien se encogió de hombros.

-Como queráis-se puso en el centro del jardín mientras el resto le rodeábamos-Yo soy hijo de Júpiter, la forma romana de Zeus, y puedo crear tormentas, rayos y esas cosas.

Mientras el cerraba los ojos para concentrarse, yo me metí las manos en los bolsillos y saqué unos tornillos y unas placas de metal y empecé a crear un pequeño robot, casi sin darme cuenta, cogiendo cosas de mi cinturón también. De repente, todo el cielo se cubrió de nubes negras y empezó a hacer mucho viento. Mi pelo se alborotó tanto que apenas veía nada a mi alrededor. para cuando conseguí quitarme los pelos de la cara, Jason había sacado su moneda y estaba a punto de soltarla en el aire para luego que apareciese su espada de oro imperial. En cuanto el mango cayó en la mano de mi amigo, todos los magos abrieron los ojos asombrados. En serio, estaban viendo como un adolescente crea una tormenta y casi un vendaval de la nada y ¿solo les sorprende que haya convertido una moneda en una espada? Venga ya, como si ellos no pudieran hacer eso con su magia. Y menos mal que no han visto la de Percy, seguro que les hubiera impresionado más que el hecho de que les haya empapado a todos. #Facepalm.

Jason dirigió la varita hacia el cielo, haciendo en un rayo cayese sobre ella iluminando las caras de todos, como había hecho en nuestra primera noche en el campamento mestizo, durante la hoguera en la que me había ofrecido voluntario para una misión suicida en la que Piper se había vuelto Miss Estados Unidos. Después de unos segundos, dejó ir al rayo e hizo que las nubes se disiparan. Antes de que nadie pudiera decir nada, el rubio llamó al viento y de un salto se elevó en el aire, mostrando su capacidad de volar. Dio vueltas alrededor de la casa con la espada aun en la mano para luego posarse suavemente en el jardín otra vez, para luego irse al lado de Percy, quien le chocó los puños mientras miraban como los demás flipaban.

Percy y Jason. Poseidón y Júpiter. Esos dos juntos eran una bomba de relojería que podía estallar en cualquier momento, creedme, se mucho de bombas. Obviamente no son tan guays como yo, pero es que nadie es tan perfecto como el gran Leo Valdez. Aun así, todos los hijos de alguno de los Tres Grandes que he conocido han sido muy poderosos, y a los magos aun les quedaban por ver a los hijos de Hades/Plutón. Aun así, la mayor rivalidad de quién es el mejor siempre estuvo entre Percy y Jason. Como mejor amigo del rubio debo decir que él es el más poderoso bajo amenaza de pena de muerte por parte de Piper y del propio hijo de Júpiter. Pero, siendo objetivo, Percy es increíblemente poderoso. La demostración que había hecho antes solo era un trozo de todo lo que puede hacer, por lo que he visto y por lo que me han contado. Desde un huracán en la guerra de Manhattan hasta destruir un a un ejército de zombies de la legión rompiendo un iceberg en Alaska. Aunque Jason sea también muy poderoso, no lo era más que Percy.

-WOW-dijo el pelirrojo de la cicatriz en la cara.

-Vale, por ahora llevamos a un Aquaman, a una tía que te puede obligar a hacer lo que quiera y a un Superman rubio-dijo Ginny recapitulando-¿Quién es el siguiente?

-Prueba tú, Leo-me dijo Annabeth.

-¿Yo?-arqueé una ceja mientras miraba a la rubia-Bueno, si creéis que estáis preparados lo asombroso que soy, por mí bien-Mis amigos me pusieron los ojos en blanco y rieron mientras yo me colocaba en el centro del jardín, donde minutos antes había estado Jason-Mi padre es Hefesto, el dios de las máquinas y del fuego y todo eso. Normalmente, los semidioses hijos de él solo pueden crear máquinas alucinantes con cualquier cosa que pillen por ahí. Pero yo, como soy asombrosamente asombroso, puedo hacer mucho más.

Cerré los ojos con una sonrisa y me concentré. Pronto sentí en los de dos de mis manos un cosquilleo agradable que se fue intensificando hasta convertirse en calor. Cuando volví a abrir los ojos, dos grandes llamaradas salían de mis manos sin provocarme daño alguno. Mi sonrisa se ensanchó al ver la cara de estupefacción ante mis grandes poderes, pero decidí llevarlo más allá. Me volví a concentrar, y pronto noté el mismo cosquilleo de antes por todo el cuerpo. Y, para cuando quise darme cuenta, me envolvía una gran llama de fuego. Vi como algunos de los chicos habían dado un paso atrás, entre ellos Frank. La verdad es que lo de que tu vida dependa de un palo tiene que ser una mierda, y me da un poco de pena por eso. A ver, no me malinterpretéis, me encanta meterme con él y lo seguiré haciendo, pero son solo bromas inofensivas.

Cuando noté que me ganaba el cansancio, dejé que las llamas se extinguieran. Había quemado un poco de césped del jardín sin querer, por lo que me disculpé y me volví a ir a mi sitio en el círculo. Todos los magos me seguían mirando como si fuera a envolverme en llamas cada vez que estornudase, y, aunque me encantaba que la gente admirase a un poderoso semidios como yo, me estaba empezando a parecer incómodo.

-Ya se que ha sido muy impresionante y tal, pero no voy a volver a ponerme en llamas por ahora, por lo que ya podéis dejar de mirarme así-los magos reaccionaron ante eso y se repusieron rápidamente, con las mejillas rojas por la vergüenza.

-Perdonad la fanfarronería de nuestro amigo-dijo Piper mirándome con la intención de regañarme. Puede ser muy creído cuando quiere. A veces incluso me pregunto cómo es que no es hijo de Afrodita.

-Oye, reina de la belleza, tampoco te pases-puse una mano en el pecho dramáticamente-Aquí la única palomita que hay eres tú.

-Para mi desgracia-dijo con mi amiga con resignación.

-¿No te gusta ser hija de Afrodita?-preguntó el de la cicatriz de rayo.

-No mucho. Es que mi madre es muy pesada cuando quiere, o sea siempre, y está empeñada en que me ponga vestidos y todo eso, cosas que a mi me parecen una bobada. Prefiero mil veces los pantalones y los trajes cómodos al maquillaje los tacones y eso, cosa que creo firmemente que solo sirven para torturar a las chicas.

-Totalmente de acuerdo contigo-soltaron Annabeth, Hermione y Clarisse a la vez, provocando una carcajada general.







HEY!!! Ya van 4 semidioses, quedan 6... ¿Quiénes queréis que sean los siguientes? Decídmelo y en el siguiente episodio los tendréis. Decidme tambien por favor qué os ha parecido el capítulo y si os está gustando la novela. Vuestra opinión me importa muchisimo. Un besazo! CHAO!!

LUCHANDO JUNTOS (PJ Y HP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora