22. LA CARTA

798 47 8
                                    

GEORGE POV

Pero, antes de que acabe de pensar la maldición, una fuerza invisible me arrebata la varita y la tira lejos de mí. Siempre pasa lo mismo cuando intento algo así, y la verdad es que no lo llego a entender. Algo me impide terminar lo que tantas ganas tengo de terminar. Pero, bueno, sé que no lo conseguiré, al menos por ahora.

Me acuesto en la cama de mi hermano con las mejillas aun mojadas por las lágrimas de rabia y de odio que ha provocado la noticia que me acababan de dar. Pero, cuando meto la mano por debajo de la almohada roja en la que antes se solía apoyar mi hermano, noto un papel. Me incorporo rápidamente y saco un sobre rectangular.

Es entonces cuando lo recuerdo. El día de la batalla de Hogwarts, cuando nos avisaron de Harry estaba en la escuela, Fred y yo acordamos escribir una carta cada uno para el otro en caso de que nos pasara algo durante la batalla. Recuerdo que en ese momento, cuando me lo sugirió mi hermano, me pareció absurdo. Estaba tan seguro de que no nos pasaría nada a ninguno de los dos. Y ahí estaba ahora, sentado en la cama de mi hermano llorando y sin hacer nada durante días porque se había ido y ya no volvería, fue entonces cuando abrí la carta

Querido George:

Así que me ha tocado a mí, ¿eh? Vaya, quien hubiera dicho que he tenido una idea decente en mi vida al hacernos escribir estas cartas.

Antes de nada, déjame decirte Georgie, que estás hecho un asco. Se que en este momento en el que estoy escribiendo la carta estás bien, pero te voy a contar un pequeño secretito, soy adivino, y si no me crees, mírate al espejo y dime que lo que te acabo de decir no es cierto. Hasta voy a decir más. Lo más seguro es que desde la batalla de Hogwarts no hayas hecho una mierda, que hayas estado llorando en mi cama durante todos estos días (hasta podría adivinar que esto lo estás leyendo sentado en mi cama), sin apenas comer o hacer otra cosa que no sea llorar y llorar. Apenas habrás hablado con nadie de la familia ni con ninguna otra persona, en realidad. Apuesto toda mi reserva de grageas a que es cierto.

¿Y sabes cómo lo sé, hermanito? Porque eso es exactamente lo que yo estaría haciendo si estuviese en tu situación. Imagino como te estarás sintiendo (al fin y al cabo, somos idénticos). Piensas que te he abandonado, que nunca más volverás a estar conmigo. Pero aquí es cuando yo te digo que estás equivocado, George.

Nunca, pero nunca, te he dejado. En ningún momento me he movido de tu lado, y nunca lo haré. Siempre estaré contigo, Georgie, pase lo que pase. Y sé que tú lo sabes. Oh, venga ya, ¿de veras creías que te ibas a librar de mí tan fácilmente? Ni por asomo. Yo siempre estaré ahí para darte una palmadita en la espalda cuando lo pases mal o para darte una patada en el culo cuando te estés portando como un inútil. Como ahora mismo.

Mira George, tengo que pedirte un favor. ¿Recuerdas que soy adivino? Pues apuesto lo que quieras a que la familia lo está pasando también fatal. Que están todos tristes y peleándose por tonterías. ¿Y sabes por qué están así? Por nosotros, hermanito. Porque en este momento no solo me han perdido a mi, si no a ti también. Y nosotros éramos los que le dábamos alegría a la familia. Les hacemos mucha falta en este momento, más que nunca. Así que aquí está mi favor. Cuídalos por mí. No dejes que estén mal. Ahora es tú responsabilidad hacer que sonrían, y espero que lo hagas bien. Pero nunca olvides que las mejores ideas que se te ocurran te las habré dicho yo. Quiero que los Weasleys vuelvan a ser la familia que eran antes. Así que levanta el culo de mi cama y muévete para que esta familia vuelva a funcionar. Y no olvides que yo siempre estaré ahí para asegurarme de que lo hagas, y si no me haces caso, seré un grano en el culo para ti. Te estoy vigilando Georgie.

Por cierto, te debo una disculpa. Siento haber roto la promesa. Bueno, sé que directamente no es culpa mía, pero aun así te prometí que envejeceríamos juntos, que moriríamos el mismo día y en el mismo sitio. Pero no voy a poder cumplir eso. Lo que sí te prometo y no voy a romper es que voy a estar siempre contigo. La travesura aún no está realizada George, hay mucho que hacer aun. Por ejemplo la tienda de broma. No la dejes de lado, con todo lo que nos costó montarla. Ni se te ocurra.

LUCHANDO JUNTOS (PJ Y HP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora