24. FRÍO Y TRISTEZA

818 43 3
                                    

JASON POV

Nos aparecimos al lado de la mesa de ping-pong donde habíamos tenido la reunión con los jefes de las cabañas. Ya era mediodía, y por cómo se veía el campamento de vacío, supuse que estarían todos comiendo. Al parecer mi estómago también lo pensó, porque se puso a gruñir reclamando su comida, haciendo que pasase lo mismo con los de mis amigos. Todos nos reímos al escucharlo, liberando así también parte de la tensión que había por lo que nos habían contado hoy. No eran ni las tres de la tarde y ya habíamos conocidos a unos magos, nos hemos enterado de que nuestros mayores enemigos han vuelto, nos han dado poderes mágicos, hemos entrado por un muro para comprarnos una varita, y hemos entrado unas 16 personas en una tienda de campaña de tamaño medio. Si, definitivamente había sido una mañana intensa.

-Oye-dijo Leo cuando dejamos de reír-¿Qué os parece si antes de volver a practicar y a todo eso descansamos un poco y comemos? Porque estoy muerto de hambre, y me parece que vosotros también.

-Tienes razón Leo-dijo Annabeth con una sonrisa divertida-Vayamos al gran comedor a reponer fuerzas. ¿Os parece bien?-dijo preguntando a nuestros "invitados".

-Perfecto-Hermione sonrió-Han sido demasiadas emociones y nos vendrá bien descansar.

Nos pusimos en marcha rumbo al pabellón, donde nos encontramos a todo el mundo comiendo. En cuanto nos vieron se nos quedaron mirando. Vimos como Quirón se acercaba hasta nosotros.

-Hola de nuevo chicos-dijo cuando estuvo lo suficientemente cerca.

-Hola Quirón-dijo Annabeth-¿Se pueden sentar con nosotros los magos para comer?

-Por supuesto-dijo el centauro mientras miraba sonriente a los magos. Luego señaló una mesa vacía al fondo-La he puesto por si veníais. Podéis sentaros juntos, supongo que tendréis cosas de las que hablar.

-Gracias Quirón-dije yo-Por cierto, ¿los campistas saben algo de todo este asunto?

-Saben lo que yo les he dicho-dijo él-Que estamos ante una nueva amenaza, por lo tanto hay que estar atento a cualquier cosa inusual que pase. También les he dicho que vosotros-señaló a los 3 nuevos-sois amigos con poderes especiales que habéis venido a ayudar, pero no he especificado por si acaso no queríais que lo supieran-Los magos sonrieron a nuestro director de actividades por su discreción-He de volver a mi puesto, así que disfrutad de la comida.

Nos dirigimos hacia la mesa que nos habían preparado. La verdad, prefería esa a la mía, ya que, como no estaba Thalia, era el único hijo de Zeus, por lo que me sentaba solo. A veces, Quirón nos dejaba a Percy y a mí sentarnos juntos, ya que él tampoco tenía hermanos, y, cuando Hazel no estaba, Nico también se nos unía. Pero por lo general, la norma era que había que sentarse por las cabañas, así que a mí me tocaba estar solo.

Cuando nos sentamos, les explicamos a los magos como debían pensar su comida para que apareciera. Vimos como delante de Harry aparecía una hamburguesa, delante de Hermione una ensalada y delante de Ron unas patas de pollo. Después, nosotros los semidioses nos acercamos a la fogata para quemar parte de nuestra comida y pedir ayuda a los dioses con nuestra nueva misión. Al volver a la mesa nos quedamos hablando de lo que haríamos las próximas semanas en la Madriguera. El trío de oro nos explicó que nos enseñarían los hechizos básicos y también alguno de ataque y de defensa por si nos encontrábamos con mortífagos. Nos iban a contar más cosas sobre su escuela cuando algo muy extraño pasó.

NARRADORA

Los magos estaban a punto de hablarles a los semidioses sobre Hogwarts cuando una ráfaga de aire frío surgió de repente, dejando un frío helado nada común en esta época del año. Todas las conversaciones que habían en el comedor se apagaron, dejando a unos campistas mirando a su alrededor extrañados mientras se abrazaban a ellos mismos intentando recuperar algo de calor para dejar de tiritar. Entonces fue cuando sintieron una extraña tristeza que los envolvió, quitándoles las ganas de sonreír y devolviéndoles recuerdos oscuros de su vida. Se veían caras de desconcierto por todos lados, menos en las de los magos. Ellos ya habían pasado bastantes veces por esa sensación, y sabían perfectamente lo que estaba a punto de suceder.

HERMIONE POV

-Dementores-dije viendo a mis amigos con preocupación. Los semidioses me miraron extrañados, pero ellos lo entendieron.

Nos levantamos de los bancos en los que estábamos sentados y nos pusimos a mirar a todos lados mientras sacábamos nuestras varitas. Fue entonces cuando escuchamos a Hazel.

-¿Qué son esas cosas?-dijo mirando aterrorizada las figuras encapuchadas que sobrevolaban el lago, ahora helado, viniendo hacia nosotros.

Todos los campistas se levantaron de sus bancas y se dirigieron a la playa para observarlos mejor. Mis dos amigos y yo corrimos para intentar impedirlo, pero no nos hacían caso. Entonces nos dimos cuenta de que eran por lo menos 50 dementores. Harry, Ron y yo nos acercamos corriendo a donde estaban los demás. Algunos dementores ya habían encontrado alguna que otra presa. Mientras, los semidioses, que ya se habían dado cuenta de que eran enemigos, intentaban acabar con ellos con sus espadas y flechas, pero eran inútiles contra esas criaturas. Annabeth y el resto de los 10 semidioses se acercaron para intentar en vano ayudar al resto de campistas, pero nosotros sabíamos que solo había una cosa que podía echar a los dementores. Nos miramos llegando a un mutuo, extendí mi varita, quitando la tristeza que producían estos monstruos mientras evocaba los recuerdos felices con mis padres y con mis amigos.

-¡EXPECTO PATRONUM!-gritamos los tres a la vez. Entonces, una nutria, un perro y un ciervo plateados surgieron de nuestras varitas y arremetieron contra los dementores que ya se estaban acercando a nosotros. A medida que nuestros patronus se acercaban a ellos, ellos se fueron alejando para por fin irse de allí. Poco a poco, el calor y la alegría volvieron. Se veían a los semidioses extrañados y confundidos.

-Al menos parece que ninguno ha acabado como Dudley-dijo Harry refiriéndose a la vez en la que los dementores les habían atacado a su primo y a él, dejando a Dudley bastante tocado.

-¿Qué acaba de pasar?-dijo Annabeth acercándose a nosotros con sus amigos y Quirón detrás de ella.

-Eran dementores-dije yo-las criaturas que os dijimos que extirpaban la felicidad y el alma. Seguramente Quién-vosotros-sabéis los mandó a buscarnos. Ahora ya puede saber dónde estamos.

-Entonces debéis iros-dijo el centauro-Nosotros protegeremos el campamento, y si estos vuelven a aparecer contactaré con McGonagall para que nos ayude. Pero ahora lo más importante es que vosotros empecéis a entrenar y a practicar para acabar con Él de una vez por todas.







HEY!!! Aquí os dejo otro capítulo más que espero que os guste mucho. Decidme por favor en los comentarios vuestra opinión porque de verdad que me ayudan mucho. También si queréis que cambie algo, si tenéis alguna idea o si queréis que ponga algo o a alguien en especial en el próximo capítulo yo siempre lo puedo intentar. Al igual que si queréis que os salude u os dedique los próximos capítulos decídmelo y lo haré, yo siempre cumplo, jeje. Un besazo enorme! CHAO!!

LUCHANDO JUNTOS (PJ Y HP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora