Capítulo 2

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Logan salió del baño dejando a Kendall con la palabra en la boca. Él no iba a caer tan fácilmente, no de nuevo, ya tenía suficiente con Jett. Era obvio que las palabras del rubio no eran más que mentiras, nadie querría ayudarlo, solo era un tonto, que no sabía hacer nada.

Sonó el timbre para entrar a clases, pero a Logan no le importó. Caminó por los pasillos que se iban descopando lentamente a medida que todos iban a sus clases, cruzó la escuela y llegó hasta la parte más antigua del edificio, específicamente a una bodega abandonada, ese lugar era su refugio, el único sitio donde podía estar en paz, aunque fuera solo por un corto tiempo.

Al llegar se sentó en el frío suelo y abrazó sus rodillas, dejando que las lágrimas surcaran libremente sus mejillas. Después de tanto tiempo el dolor y las lágrimas se habían convertido en la única forma de saber que estaba vivo, la única manera de sentir algo.

La historia de Logan no era la mejor. Esta era la tercera escuela en la que había estado, y no la primera en la que había sufrido.

"Todo comenzó hace cuatro años, en ese entonces yo sólo tenía 13, entonces conocí a un chico, no quiero mencionar su nombre, el solo hacerlo me duele. Al principio solo éramos amigos, pero el tiempo fue pasando y un sentimiento mucho más fuerte apareció entre los dos, al principio me sentí confundido y asustado, nunca había sentido nada parecido por nadie, el deseo de estar siempre cerca de esa persona, de velar por su bienestar, de querer abrazarla y besarla solo con verla. Pero mi amigo tenía novia en ese entonces y decidí ocultar mis sentimientos, lo amaba tanto que prefería que él fuera feliz.

Hasta que un día me confesó que el sentía lo mismo por mí, le confesé mis sentimientos y nos hicimos novios, el termino con su chica, pero de una manera más cruel de lo que me hubiera gustado, porque ella también era mi amiga Pasó un año y nuestra relación parecía indestructible, nos complementábamos perfectamente el uno al otro, pero nada dura para siempre. La chica, mi supuesta "amiga" se enteró de lo nuestro y lo divulgó por toda la secundaria, diciendo que yo no era nada más que un puto que le había robado a su novio. Desde entonces comenzaron las burlas, no podíamos ir a ningún lugar sin ser molestados, yo era fuerte y podía soportarlo, pero el no, no era la clase de persona que pueda resistir una situación así por mucho tiempo. Aún recuerdo su mirada pérdida, las lágrimas surcando sus mejillas mientras me pedía que lo perdonara, un segundo antes de lanzarse al vacío desde la azotea de la secundaria donde nos conocimos.

Entonces yo entré en un estado de depresión profunda, mis padres no sabían que hacer conmigo, desde luego no sabían nada de nuestra relación y creían que solo era el shock por ver a mi "mejor amigo" suicidarse frente a mi ojos. En ese entonces solo quería morir, cualquier cosa que encontrara, un cuchillo, pastillas, un mondadientes, cualquier cosa, todo lo usaba para intentar acabar con mi vida.

Esto duró hasta que cumplí quince y pude reponerme un poco de la pérdida, comencé a rehacer mi vida, lo que me llevó todo un año. Luego, con la entrada a la secundaria, pensé que mi oscuro pasado había quedado atrás. A pesar de mis miedos conocí a otro chico, quien siempre estuvo ahí para apoyarme, fue mi pilar de apoyo durante mucho tiempo, volví a sentirme querido, amado. Pero, como todo en mi vida, las cosas no salieron como yo habría querido, ese chico me dañó como nunca más podrá hacerlo de nuevo, un daño que dejó una marca imborrable en mi cuerpo y en mi corazón, una cicatriz con la que aún cargo hasta el día de hoy.

Logan apoyó la espalda en la pared, intentando alejar todos los malos recuerdos, buscando fuerzas para levantarse de aquel frío suelo y entrar a su clase. Cada vez se hacía más difícil, cada día que pasaba lo iba agotando, rompiendo, un milímetro a la vez. Se levantó del suelo y sacudió su ropa, sea como fuere no iba a confiar en el tal Kendall, ya había sufrido suficiente al confiar en las personas equivocadas.

Sacudió su ropa y salió de la bodega, encaminándose a su siguiente clase, al entrar el profesor no le dijo nada, después de todo era uno de los mejores alumnos, y lo dejó pasar sin más. Caminó hasta su asiento, viendo como aquel chico que una vez había amado, se reía con sus amigos. Suspiró y abrió su libro de texto, intentando perderse entre las letras.

Eres mi problema (Kogan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora