Eres mi problema (Kogan)

Capítulo 14

12 de marzo

Logan

Estamos en clase de matemáticas, la señorita McAllister sigue escribiendo ejercicios en el pizarrón, a pesar de que todos nos estamos quedando dormidos, incluso yo, que amo las matemáticas, encuentro aburrido lo que estamos viendo. Estoy a punto de cerrar los ojos cuando una bola de papel me golpea justo en la nariz. Volteó en la dirección del proyectil y me encuentro a Tom sonriéndome como siempre lo hace y señalando la bola de papel.

La desenvuelvo y encuentro un dibujo de la señorita McAllister colgando de una cuerda sobre un pozo de cocodrilos con babero. Al levantar la mirada veo como Tom se ríe en mute, pero en lugar de reírme con él o del dibujo me quedo embobado mirándolo a él. Como sus ojos se rasgan un poco por la risa, y como sus dientes perfectos parecen brillar.

Me golpeo mentalmente, tengo que alejar esos pensamientos. Tom es mi mejor amigo, y es un chico. Pero por más que me repito eso a mí mismo no puedo evitar que un sentimiento agradable nazca en mi interior cada vez que los tengo. No sabría cómo describirlo, pero si tuviera que hacerlo diría que es un calor agradable, mezclado con unas ganas incontenibles de estar a su lado.

Me siento como un bicho raro…

Salimos de la clase de Matemáticas, Tom me hablaba pero no le estaba prestando atención, estaba muy ocupado recriminándome mentalmente por aquellos pensamientos.

¡Zas!

Un zape me golpea la oreja, sacándome de mis pensamientos.

—¡Oye!—Digo devolviéndole el golpe a Tom.

—Hasta que reaccionas—Dice mientras guarda un cuaderno en su casillero—¿En que pensabas?—Dice levantando una ceja—o más bien ¿en quién?—Se queda pegado mirándome fijamente con una expresión maliciosa en su cara.

—¿Q-que?—Balbuceo. ¿Por qué me arden las mejillas?—No seas idiota, sabes que no me gusta nadie.

—Ajá…eso es lo que dices—Cierra su casillero y comenzamos a caminar hasta la cafetería.

Caminamos en silencio, por alguna razón mis mejillas siguen calientes. Y en algún momento quise gritarle que la única persona por la que sentía algo era él, pero ni siquiera yo sé que es lo siento.

—Mira es Liz—Digo señalando a nuestra mejor amiga que camina hacia nosotros. La mirada de Tom cambia inmediatamente al divisarla, sonríe como un bobo y sus ojos brillan.

—Hola chicos—Dice Liz sonriendo y desviando la mirada cuando se encuentra con la de Tom ¿Acaso?

—¿Me perdí de algo?—Digo mirándolos a los dos al mismo tiempo.

Se miran rápidamente y Liz asiente con la cabeza.

—Liz y yo estamos saliendo—Dice Tom de golpe.

Siento que algo extraño me golpea el pecho, y mis ojos punzan durante un segund—¿Ah si?—Intento fingir normalidad, pero el sentimiento va creciendo a cada palabra que digo— ¿Y desde cuando?

—Hace como una semana—Contesta ella con una sonrisa.

—Bueno…es algo extraño pero…felicitaciones—Digo fingiendo una sonrisa, la cual se desvanece cuando veo como Tom besa a Liz…

Las semanas siguen pasando y el sentimiento no desaparece, es más, me da la impresión que cada día duele más. Siento como si hubiera perdido mucho en tan solo unas semanas. A pesar de que al principio dijeron que nada cambiaría entre los tres, Liz y Tom están siempre en su mundo, al que solo me dejan entrar de vez en cuando.