Un momento de calma llego a ellos, pero no duró demasiado, este acabo cuando escucharon un rugido.
El imponente dinosaurio se dejó ver frente a ellos, y Breen pudo sentir un escalofrío recorrerla completa, no había manera de que salieran de esta. Tal vez estaba destinada a morir de esa manera, por dinosaurios, algo tan común para ella.
El rugido se volvía más fuerte como se acercaba el Indominus Rex. Breen quiso llorar pero prometió no hacerlo. Y antes de que reaccionarán, cuando el Indominus estaba a metros de ellos, Blue atacó, protegiendo lo que era suyo, su alfa y su beta.
Gray comenzó a balbucear atrayendo la atención.
—56, 57, 58... ¡No son suficientes!
—¿Qué? —preguntó Zach.
—¡No son suficientes dientes!
—Tengo una idea —dijo Claire.
Un rugido los trajo devuelta a la horrible escena, Blue había volado por lo aires y estaba herida, el Indominus tenía el camino libre directo a ellos. Owen jaló del brazo de Breen y los llevo en silencio a una tienda que había sido abandonada con el gran dinosaurio de tras de ellos.
Zach miro atrás y se dio cuenta, la pequeña se había quedado parada sola en la entrada, soltó la mano Breen y se deslizó entre las patas del Indominus. Este se distrajo y giró sobre su eje. Tomo a la niña en brazos y se dispuso a regresar. Zach corrió alrededor del dinosaurio, pensó que quizá lo lograría así que corrió como nunca en su vida lo había hecho y se asomó a la tienda donde Breen estaba parada.
Dejó a la pequeña niña en los brazos de Breen y se aventó al interior de la tienda, todos comenzaron a arrastrase hacia atrás, el dinosaurio rompió la parte frontal de la tienda y metió una pata, alcanzó a tomar la bolsa que tenía Gray amarrada a su cintura. Zach reaccionó y mientras Breen tomaba las manos de Gray, desabrocho la bolsa y quedo libre, Gray volvió a su lugar y abrazo a su hermano y a Breen.
Un rugido, no proveniente del Indominus llamó la atención de este, Claire había tenido la idea de traer lo que Gray pensaba, más dientes. La pelea comenzó, Rex contra Indominus.
Ambos pelearon, Blue volvió a levantarse y ayudó al Rex en lo último que pudo, orillaron al Indominus hasta la orilla del mar, con su último esfuerzo empujaron al Indominus hasta que esté cayó al agua, pero el Mosasaurus término con lo ya empezado. Todo había acabado.
No existía más el Indominus Rex, aquel que había sido culpable de demasiadas muertes como para contarlas.Claire, quien había estado parada observando todo desde la entrada, corrió hacia donde estaba escondidos todos.
—Ya se ha acabado chicos, ¡se acabó todo!
—Esperen a que le diga a mamá... —dijo Gray.
—Ni una palabra a tu madre.
Gray rió —Bien.
Zach soltó una risa y miro a Breen. Owen, su tía y su hermano comenzaron a caminar lentamente hacia la salida. Breen miro a Zach y luego a la pequeña en sus brazos, tenía unos hermosos ojos azules, era rubia pero de un color oscuro y extremadamente pálida.
—Linda... —habló Breen.
—¿Cuál es tu nombre, pequeña? —preguntó Zach.
—Grace... —dijo la pequeña.
—¿Grace...? —la alentó Breen.
—Grace Wells —dijo. Breen sonrió y miro a Zach.
—¿Quieres ir a buscar a tu mami? —preguntó Zach.
—Mmm... Si.
—Vamos —dijo Breen.
Zach bajo a la pequeña y tomaron las manos de la niña, comenzaron a caminar detrás de los demás, algunos policías les indicaron que siguieran el camino y que llegarían a un refugio donde estaban todos los sobrevivientes.
Zach decidió comenzar a buscar a la madre de la pequeña.
—¿Cómo se llama tu mamá, Grace? —preguntó.
—Brittany, Brittany Wells —dijo la niña.
—¿Me ayudarías a buscarla? —le dijo.
—Si.
—¡Brittany Wells!, ¡Brittany Wells!
—¡Mamá! —gritaba la pequeña. Breen se dio cuenta de la que estaban haciendo y se acercó a muchas personas a preguntarles si alguno de ellos era Brittany Wells.
Ya desesperados Zach, Breen y Grace comenzaron a gritar de un lado a otro por la madre de la pequeña.
—¡Brittany Wells!
—¡Brittany Wells!
—¡Mamá!, ¡Mamá!
Una mujer de no más de 40 años se acerco llorando y corriendo hacia donde estaban ellos tres, y tomo a la niña en brazos mientras lloraba aún más fuerte.
—¡Mamá! —gritó Grace mientras la abrazaba. La mujer se separó un poco de la niña y miro a la pareja que se tomaba de las manos.
—¡Muchas gracias!, ¡les debo mi vida!, no saben lo preocupada que estaba, estaré en deuda con ustedes para siempre —habló la mujer entre lágrimas.
—No se preocupe —dijo Breen.
Ambos se acercaron a Grace. Está salto de los brazos de su madre a los de Zach.
—Gracias Zach.
—No hay por qué pequeña —dijo este abrazándola. La pequeña estiro sus brazos hasta Breen y esta la tomo.
—Muchas gracias, Breen.
—De nada princesa —dijo y la bajo y esta corrió a las brazos de su madre.
—¡Adiós Zach, adios Breen! —gritó la pequeña que comenzaba a alejarse con su madre.
—¡Muchísimas gracias! —gritó la madre y ambos adolescentes agitaron sus manos hacia ellas. Breen no pudo evitar soltar una pequeña lagrima.
—No llores, Bree.
—Lo siento, es que, eso fue muy lindo —dijo y bajo la cabeza, pero Zach elevó su mano para tomarla del mentón y hacerla levantar la cabeza.
La beso con amor. La beso como si fuera la última vez que lo haría.
—Se acabó —suspiró Zach.
—Y estamos vivos —río Breen.
—Y lo más importante, estamos juntos — y la beso de nuevo.