¡Este idiota es virgen!

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Hay muchas cosas que los ángeles pueden ver, el futuro, por ejemplo. Sin embargo, no siempre se les presenta con claridad. Son sólo pistas de algo, como un sueño que no pueden recordar del todo. Los humanos que Kyungsoo había cuidado en el pasado, habían salido victoriosos de aquellas difíciles situaciones que el destino había armado a su alrededor. Pero, ahora le tocaba cuidar a Park Chanyeol, y el ángel sabía que él no era un humano completamente funcional, quizá por eso estaba preocupado. En realidad, no sabía bien lo que iba a pasar, pero estaba seguro de que su protegido no sabría cómo enfrentarlo.

Aunque, aquel lunes, por un momento, la ligera angustia que había anidado en su corazón, se desvaneció. Kyungsoo reía sonoramente, mientras escuchaba la conversación que Park Chanyeol trataba de entablar con Minseok, a la hora del almuerzo.

—Yo... Bueno... Sólo quiero que me expliques... Aunque no sé si tú sabes —Chanyeol intentaba hilar las palabras que salían de su boca, con las ideas caóticas en su cabeza, pero estaba demasiado nervioso—. La verdad es... que no sabía a quién más preguntarle. Y pues... Yo vi un video en mi teléfono. Casi no uso el internet y eso... tú sabes que no es lo mío... pero... Bueno... Es que yo...

Minseok tenía un popote rosa entre sus labios, a través del cual, bebía el refrescante jugo de fresa contenido en una pequeña caja, mientras sus ojos se concentraban en el rostro colorado de Chanyeol. Escuchaba atento, intentando sacar alguna conclusión clara de aquella maraña de palabras.

—No sé... pues... creo que ya entiendo cómo se hace. Pero, en el video... es que los chicos se veían tan... y no sé si eso duela... Tampoco quiero decir que tú sepas... Yo sé que tú no eres así. Pero... es que no puedo dejar de pensar... Yo quiero hacerlo con él... y pues, no sé muy bien cómo... ¿Cómo se decide quién entra en quién? ¿Es algo que se decide? ¿O sólo pasa naturalmente?... Yo nunca —Chanyeol comenzó a rascarse la cabeza con frustración. Sus ojos estaban clavados en el sándwich que Baekhyun le había preparado aquella mañana—. Es acerca del sexo, ¿sabes? Yo... yo quiero hacerlo con mi novio... pero no sé.

La expresión curiosa en el rostro de Minseok, cambió. Ahora tenía esa sonrisa torcida en sus labios, que parecía más una expresión de sorpresa y confusión. Fue aquello lo que provocó las risotadas del ángel. Chanyeol lo veía retorcerse de la risa sobre la silla junto a él, pero lo ignoraba.

—Bu-bueno... sólo quería preguntarte si tú sabrías algo sobre eso.

Las palabras salieron de la boca del más alto, casi como un susurro. Sus ojos fueron de su sándwich, al sándwich que descansaba intacto frente a Minseok. Baekhyun había preparado dos, porque Chanyeol le avisó que almorzaría con su amigo ese día.

—¡Vaya! —exclamó Minseok, acomodando la cajita de jugo junto al sándwich. Suspiró, se echó hacia atrás, sobre el respaldo de la silla, completamente confundido—. Pues, nunca imaginé que te gustaran los chicos.

Chanyeol se hundió en su asiento. Su cara se puso más roja. Miró a su amigo con vergüenza, mientras Kyungsoo seguía riendo.

—Pero, está bien. Viniste con el chico indicado —Minseok le guiñó un ojo—. Realmente, hacer el amor con un chico, no es tan diferente de hacerlo con una chica, ¿sabes?

—¡Este idiota es virgen! —gritó el ángel. Chanyeol se estremeció con pena.

—Bueno, es que yo no...

—Mm... ya veo —replicó Minseok— ¿Has hablado de esto con tu novio?

—No. No quiero que piense que soy un tonto inexperto.

—¡Demasiado tarde, imbécil! —dijo el pelirrojo, comenzando a reír otra vez.

—Si tu chico te quiere, lo entenderá. No te preocupes por eso. Este tipo de cosas... es importante que las hables con él, ¿sabes?

Chanyeol asintió.

—Un video pornográfico no es de utilidad, a menos que ya tengas experiencia. Sólo te dará ideas erróneas. Escucha... —Minseok se inclinó sobre la mesa y le pidió a Chanyeol que se acercara, con un gesto de su mano—. Cuando terminemos de almorzar, te irás a casa, yo te cubriré. Vas a crear un ambiente agradable. Enciende unas velas aromáticas, compra una botella de vino, algunas trufas... Ya sabes, todos esos clichés. Toma un baño, relájate, y espera a tu novio. Deja de todo fluya, ¿sí? Estoy seguro de que él sabrá qué hacer. Sólo relájate. Eso es primordial.

Minseok le dio una palmada en el hombro, y regresó a su postura original, recargándose en el respaldo de la silla. Tomó el sándwich para morderlo. Estaba rico. Chanyeol se movió lentamente hacia atrás, pensando en todo lo que su amigo le había dicho. Cuando terminaron de comer, Minseok le dijo a Chanyeol que subiera por sus cosas, él lo alcanzaría después, porque debía comprar algo cerca de allí. El más alto obedeció.

—Así que, hoy será el gran día ¿ah? —dijo Kyungsoo, caminando junto a él por el pasillo—. No lo eches a perder, imbécil.

—No me pongas más nervioso, por favor —replicó su protegido, rascándose la cabeza otra vez.

Cuando Chanyeol llegó a su cubículo, el ángel desapareció de su vista. Comenzó a arreglar su mochila y se puso la chaqueta. Minseok llegó corriendo.

—Toma esto —dijo, abriendo el bolsillo pequeño de la mochila. Introdujo ahí una bolsa de papel blanco, cuyo contenido era desconocido para su amigo—. Te facilitará las cosas, ¿sí? Ahora ve a casa y tómalo con calma.

Minseok le guiñó el ojo, al mismo tiempo que palmeaba su espalda.

En el autobús, Chanyeol bajó la cabeza mientras pasaba frente a la florería. Se suponía que el plan que Minseok le había dado, sería una sorpresa. Sin embargo, mientras más pensaba en aquello, más ridículo le parecía. La verdad era, que Park Chanyeol no era un tipo cursi. Es más, ni siquiera sabía cómo serlo.

Cuando llegó a casa, miró a su alrededor. ¿Cómo crear un ambiente romántico en ese lugar? Después de todo, Baekhyun ya lo había convertido en un paraíso. Todos los días, traía flores frescas que liberaban su dulce aroma. Había colgado un par de pinturas en los, antes aburridos, muros. Compró también una pequeña televisión de pantalla plana, donde jugaban videojuegos todos los fines de semana. El closet de Chanyeol, ya estaba invadido por su ropa también. El chico alto sonrió. Ahora se percataba de que prácticamente vivían juntos, y la idea le fascinó. Si bien era cierto que el sexo lo aterraba, también lo era el hecho de que estaba locamente enamorado.

Se sentó sobre su cama y sacó la bolsita de papel que su amigo había puesto ahí. Su corazón se aceleró cuando vio el contenido. Eran preservativos y un pequeño tubo de lubricante. Su rostro alcanzó todos los tonos ojos humanamente posibles. Una sonrisa nerviosa se dibujó en sus labios mientras sostenía aquello. Se echó hacía atrás sobre la cama, sólo podía sentir el loco ritmo de su corazón. Recordó el video que vio, y la confusa información que había recabado de internet. Pensó en las palabras de Minseok, mientras una nube de ideas se posaba sobre su mente inquieta. Sacó su teléfono del bolsillo de su pantalón, para enviar un mensaje de texto.

[To: Baek] ¿Crees que podrías cerrar la florería temprano? Pasaré por ti.

La respuesta llegó, casi de inmediato.

[To: Channie] ¿Cuál es la ocasión?

[To: Baek] Es una sorpresa.

[To: Channie] Ya te estoy esperando <3

Chanyeol sonrió y se levantó de la cama. Su pecho no parecía lo suficientemente fuerte para contener a su desquiciado corazón. Salió del departamento con un nudo en la boca del estómago. Nunca había estado tan nervioso. Aunque no podía verlo, su ángel de la guarda lo seguía, con las alas extendidas. Era una clara señal de que necesitaría todo su poder, para cuidar a su muchacho aquella tarde.

Maldito ángel de la guardaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora