¿Te quieres casar conmigo?

625 121 13
                                    


El domingo por la mañana, Minseok escuchó el timbre de su pequeño departamento. Tenía puesta su ropa deportiva y sostenía una humeante taza de café en la mano.

—Buenos días —saludó a un sonriente Baekhyun y a un Chanyeol algo mal encarado que cargaba un montón de bolsas.

—¡Buenos días, Seokie! —respondió Baekhyun animadamente. Parecía una pequeña abeja llena de energía, lista para comenzar a trabajar.

—¿Les molesta si los dejo solos un rato? Tengo que salir a correr.

—¡Claro que no! Prometemos cuidar bien de tu espacio —Baekhyun entró al lugar y comenzó a tomar medidas mentales.

—Bien. Se quedan en su casa. Pueden hacer lo que quieran y usar lo que necesiten. Muchas gracias por venir a ayudarme —Minseok les ofreció una reverencia. Tomó sus llaves y salió.

—¿Estás listo para empezar, Channie? —Baekhyun rodeó con sus brazos la cintura del más alto, quien todavía sostenía las bolsas. Hizo un pequeño puchero, y Chanyeol inclinó la cabeza para besarlo.

—Manos a la obra —respondió sonriendo.

Minseok corrió más rápido de lo habitual. Quería regresar pronto a su casa para ayudar a sus amigos. Después de todo, era una ocasión especial sólo para él, se vería mal si no pusiera algún esfuerzo. Sin embargo, sus intenciones quedaron en el suelo cuando abrió la puerta de su pequeño departamento. Baekhyun había convertido aquel lugar en un pequeño palacio lleno de color, con flores de papel colgando del techo, y flores reales acomodadas perfectamente en hermosos jarrones puestos por doquier. La mesa estaba puesta para dos personas, velas en el centro y un pequeño jarrón con una sola rosa roja. Baekhyun también se había hecho cargo de la iluminación, poniendo pequeñas luces blancas en el muro, lo que proveía a la escena de un ambiente acogedor. Pero, el aroma de las flores no fue lo único que sorprendió a Minseok, ya que un delicioso aroma a especias y ajo lo guió hasta la cocina.

La escena allí no era menos idílica. Chanyeol parecía bailar de un lado a otro, llevando y trayendo ollas, sartenes y toda clase de utensilios, agregando ingredientes aquí y allá, revisando la temperatura del horno, picando o lavando verduras. Baekhyun se encontraba recargado en el marco de la puerta, tomando agua lentamente de un vaso de cristal, sus ojos estaban hipnotizados por los movimientos de Chanyeol, y la expresión en su rostro era una mezcla de amor y orgullo.

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó Minseok, llegando por atrás y ocasionando que Baekhyun diera un pequeño salto.

—¡Sh! —respondió el más bajo, llevándose un dedo a los labios para enfatizar— Últimamente siempre es así cuando cocina —Baekhyun habló bajito.

—Así... ¿cómo? —quiso saber Minseok, imitando el volumen de voz, mientras sus ojos se perdían en los movimientos de Chanyeol.

—Se concentra mucho. Al principio, cada vez que intentaba cocinar, algo siempre resultaba quemado. Pero, se ha vuelto muy bueno en esto. Es casi como si estuviera en un trance, no te escucha ni le presta atención al mundo afuera de la cocina. Al principio, intentaba ayudarlo, pero después aprendí a dejarlo en paz. Las cosas salen perfectas si lo dejas ser. ¿Sabes?, a veces pienso que alguien le da instrucciones desde el más allá o algo así —Baekhyun soltó una risita, antes de llevarse el vaso a los labios otra vez.

Quizá, su novio no estaba tan equivocado. Aunque, el ente del más allá que le daba instrucciones a Chanyeol, era, nada más y nada menos, que Kyungsoo.

—¡Se te va a quemar la salsa, idiota! —gruñía el ángel, apuntando a la pequeña olla, cuyo contenido burbujeaba en la estufa—. No olvides quitarle la cáscara al ajo... aplástalo un poco para que suelte sabor.

Maldito ángel de la guardaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora