Smile ➳ Jaemin ; Terminada

Caer ♧ 1950

Una nueva historia con uno de mis más grandes bias de NCT. Espero que la disfruten y cabe aclarar que la historia es basada en "El ángel de la muerte" que representaba el dorama Goblin. Para las personas que no se lo han visto, las parca o Ángeles de la muerte son aquellos seres que están encargados de dirigir los muertos hacia el paraíso, infierno o purgatorio; dependiendo de las tarjetas que la muerte les envíe.

Y también cabe agregar que tienen el poder de cambiar la memoria de los humanos entre otros más.

Gracias por leer^^

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"Nada de esto es una coincidencia.

Solo puedo sentir que el mundo es diferente de cómo era ayer, solo con tu alegría." -Serendipity (Jimin - BTS)

1950

Hacía mucho tiempo que no disfrutaba de algo tan simple como esto. El café caliente se resbalaba por mi garganta mientras mis ojos se concentraban en el reflejo de las luces en el río Han frente a mí.

La noche era demasiado helada, incluso para ser otoño. Yo corría con la suerte de que no me enfermaba con cosas tan efímeras como la gripe, pero la sensación del frío era persistente. El vaho salió de mi boca y sonreí levemente volviendo a tomar el café.

Quería recostarme, pero sabía que tenía que estar atenta al reloj y a lo que estaba a punto de pasar al frente de mis ojos.
Del puente arriba mío se escucharon pasos fuertes, eran las 11:52 de la noche, una mujer lloraba amargamente, gritaba el nombre de tal vez su esposo a los cuatro vientos desgarrándose.

Fruncí el ceño notando que en la tarjeta decía específicamente el nombre de un hombre, ninguna mujer aparecía en él. Aunque llegaba a cierto punto que esto no me sorprendía, la muerte llega en los momentos menos inesperados colocando el mundo de cabeza.

"—Disculpe, Señora ¿está bien?"

Mis ojos se volvieron a topar con el reloj, 11:54. El hombre que acababa de hablar moriría a la media noche en punto.

Me coloqué el sombrero haciéndome invisible para los ojos de los vivos. Después comencé a caminar lentamente terminando mi café, extrañando de cierta manera el calor de mi casa.

"—¡Devuelvan a mi marido! ¿¡Cómo es posible que no le dejen cruzar la frontera!? ¡No he tenido noticias de él en semanas!"

Desde donde estaba podía notar todo de mejor manera ya que comencé a subir el puente. El hombre tenía el uniforme del ejército, así que entendía porqué ella hacía tanto escándalo.

Volví a leer la tarjeta esperando no equivocarme, aunque al igual tenía que preguntarle si se llamaba de ese modo. "Lee JeNo" bonito nombre, y él también era muy apuesto.

"—Yo... No puedo vivir sin él."

La mujer se acercó demasiado a la orilla del puente, haciendo el intento de suicidarse, pero el hombre fue más ágil y la tomó de la cintura empujándola de nuevo a la seguridad del puente; sin embargo, por la fuerza ejercida (ya que la mujer no era para nada delgada), él terminó resbalando hasta que sus dedos eran lo único que lo separaba de no caer por las profundidades del río.

"—¿¡POR QUÉ NO ME DEJÓ!?" Gritó la mujer llena de cólera acercándose a él.

"—Era mi deber. ¡Mejor no se quede ahí quieta y pida ayuda!"