Smile ➳ Jaemin ; Terminada

Pintura ♠ 1552 - 1556 (1973) pt1

ADVERTENCIA: Los siguientes capítulos que relatarán la vida de Jeyla, son muy explícitos en escenas de violencia. Si no es de su agrado, es mejor evitarlos y en los capítulos siguientes, me encargaré de explicarlos de una forma menos explícita. Si deciden seguir adelante, es bajo su propia responsabilidad.

Qué lo disfruten

"Mezclado con la lluvia, nuestra canción de amor se está extendiendo.
Muéstrame más, tu luz, de acuerdo.
Quedate en mi toda la noche
Hasta el último momento, quédate a mi lado."
-Singing in the rain (Loona - Jinsoul)

1552 ; Parte 1

Mi yo de 16 años era bastante delgada, pero tenía un rostro angelical muy limpio y brillante. Llevaba puesto un vestido largo digno de esa época, pero no parecía que perteneciera a la nobleza, sino en cambio, me pareció percibir cierto aire de miseria.

No estábamos en Corea, todo lo que me rodeaba era la arquitectura romana en su máxima expresión. Debíamos estar en Europa. Cómo bien me lo había dicho Donghae-sunbaenim, yo había muerto en el auge del renacimiento y nos encontrábamos en medio de este.

La gente caminaba de un lado a otro con sus cestos, cabras o disfrutando de las cosas cotidianas en la edad media y yo me sentía que estaba en medio de una película porque era sencillamente espectacular la arquitectura, el paisaje, las personas. Sin algún invento tecnológico. Me giré a verme y mi yo del pasado estaba temblando. Mi yo del presente no estaba preparada para ver el desenlace de esta película.

—¡Jeyla! —Gritó una mujer haciendo que ambas nos giraramos. La mujer tenía unos ojos azules muy profundos y su tez tan blanca que demostraba totalmente que estábamos lejos de casa.

Pero, ¿por qué?

Miré un letrero a lo lejos que decía tanto en inglés como en otro idioma que aunque no lo reconocí lo supe leer muy bien. "Bienvenidos al reino de Inglaterra y Gales"

Mi yo del pasado salió corriendo hacia la mujer mirando a todos lados como si así se cersiorara de que nadie la seguía y yo salí corriendo persiguiéndola. Cuando me giré, la escena a mí alrededor desapareció mostrando específicamente qué era lo que yo y esa mujer hablábamos.

—No puedo creer que él te haya propuesto eso, Jeyla, pero me cuesta mucho más creer que tú hayas aceptado —me decía la mujer hablando en otro idioma y en voz baja con un tono de decepción que me heló el alma.

De repente sentí cómo varias lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas mientras veía a esa señora. Mi cuerpo no estaba tranquilo, temblaba mucho. Yo la reconocía, ella fue una parte muy importante de mi vida. De esa vida.

—Lo... Lo siento —fue todo lo que mi yo del pasado murmuró mientras sus ojos paulatinamente se llenaban de lágrimas y sus labios se movían soltando suaves sollozos—. Lo siento tanto, Marie. Pero nosotros no tenemos dinero y...

La mujer se acercó hacia mí y negó abrazándome y besándome la cabeza de una forma tan maternal, que yo también comencé a llorar porque anhelaba sentir ese tacto. Quería sentir qué era el amor de una madre, aunque esa señora era muy distinta a mí.

—No te preocupes, hermosa —ella me limpió las lágrimas y me abrazó todavía más fuerte haciendo círculos en mi espalda—. Yo veré cómo consigo las cosas, pero tú, niña mía —la mujer se alejó y me miró con una tierna y reconfortante sonrisa—, tú no tienes porqué hacer eso. Ellos solo sienten que eres un premio y que tú como persona no vales nada. Solo porque eres distinta a nosotros con tu rostro asiático y tus facciones tan bellas, es que te quieren, pero tú vales más que eso. Mucho más, mi niña.