Fracaso ♠️ 1973

671 75 44
                                    

"Sé que el amor no es como un dulce caramelo
Pero un beso contigo
Es como un espresso dulce pero amargo
El amor es amargo pero eres tan dulce chico
Nadie, no hay nadie como tú chico"
-A L R I G H T (Apink)

El joven demonio reía mientras ese niño pateaba al otro más pequeño y se burlaba de su físico. Casi le daban ganas de comer un aperitivo mientras veía y disfrutaba la maldad humana, le daba energía, se sentía genial, increíble. Mejor que nunca antes.

Sin embargo, notó que alguien se acercaba a la escena en el callejón desolado. Era un joven muy apuesto y detrás de él venía una ángel guardiana que se veía muy vulnerable, pero lista. Yangyang se escondió por si la ángel le llegaba a ver, mientras que ella observaba impresionada cómo había noqueado a los ángeles guardianes de ambos niños para poder manejarlos a su antojo.

—¡Detente! ¡Le haces daño! ¡¿Qué te pasa?! —Gritó el joven corriendo a ayudar al menor.

La ángel guardiana corrió a auxiliar a los otros ángeles mientras Yangyang refunfuñaba. Con los dos niños sí podía controlarlos porque eran pequeños, pero este era un joven y ella aunque se veía delicada, sabía que no lo era, sobre todo cuando notó que tenía una lanza y estaba preparada para usarla contra él, porque sabía que aquello podía ser obra solo de un demonio.

El malvado ser observó cómo el joven regañaba al niño y le brindaba una fuerte cátedra sobre cómo sus acciones afectaban gravemente la integridad del más pequeño y que eso estaba "muy mal" . Su acento era extraño, venía de Corea del Sur a China. También notó cómo los pequeños ángeles se revitalizaban al ver la limpieza de conciencia que el joven les daba a los niños y gruñó detestándolo profundamente porque nunca ningún humano lo había retado de esa forma.

—Imbécil. Arruinaste mi diversión, ahora te arruinaré a ti.

Yangyang sabía que habían varias formas de debilitar y hacer caer en el mal una alma tan pura como la del joven sin tener que enfrentarse a aquella ángel guardián. Así que decidió seguirlo y estudiarlo mientras el joven se escabullía por las calles de Jilin hasta que llegó al centro de la ciudad. Todo se movía muy rápido mientras una cantidad considerable de personas andaban por el mercado. El joven vio un mapa en su mano y caminó a la dirección que le indicaba hasta que estuvo frente a un puesto de gitanas y espiritistas. A Yangyang realmente le molestaban esos lugares, pero como pudo entró aguantando todos sus impulsos malignos para que ninguna de ellas lo percibiera al igual que sus ángeles guardianes.

—Bienvenido, Lee Jeno —saludó una mujer apenas el entró. El joven no parecía muy seguro, pero se colocó totalmente serio sentándose donde le indicaban.

El demonio presenció la preocupación del joven al decir que su madre estaba terriblemente enferma y que la última esperanza que tenía era una medicina la cual le habían dicho que solo se encontraba allí y esta ayuda debía ser rápido porque la mujer ya estaba casi agonizando.

—Jeno, eres muy inteligente y bueno. No deberías sufrir nunca... Por traer tanta paz a este lugar, quiero darte esto. Tomátelo, por favor —vio cómo la ángel guardiana se acercó a oler el líquido y se quedó viéndolo frunciendo el ceño, pero no hizo nada más que observar que el joven tomaba del té caliente y cerraba sus ojos sintiendo que algo muy fuerte entraba en su cuerpo, era tan brillante que Yangyang tuvo que cerrar sus ojos. Aquella mujer le había brindado un don, no muy poderoso y no muy servible contra sus poderes, pero era un don después de todo—. Ahora, intenta llegar a tiempo con esto y no caigas en la maldad que ofrece este mundo terrenal. Los humanos no somos perfectos, pero intenta no desfallecer. Tú eres fuerte, ahora vete. Ya.

Smile ➳ Jaemin ; TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora