Smile ➳ Jaemin ; Terminada

Final pt 1♠️ 1974

Fei estaba presentando su examen cuando sintió que le caía algo pegajoso por la espalda. Rápidamente puso su mano en el lugar y efectivamente una sustancia pegajosa y que olía como un demonio estaba impregnada en su ropa.

Las risas de sus compañeros no se hicieron esperar mientras giraba a mirar a todos lados, pero nadie decía nada, y ella sabía por qué. Perfectamente podía ser cualquiera.

—¿Qué está pasando? —Preguntó el maestro desde los asientos de en frente mientras Fei se paraba dándose cuenta que el olor era cada vez peor.

—Un idiota de estos echó algo en mi ropa, tengo que ir a limpiarme —dijo angustiada comenzando a caminar hacia la puerta, pero el maestro gruñó deteniéndola abruptamente.

—Un paso más Señorita Park y su examen tendrá la nota más baja.

—¡No! No lo entiende. Eso puede arruinar completamente mi promedio, mi oportunidad de hacer un intercambio a USA —Dijo ahogada con los ojos demasiados abiertos mientras las risas de sus compañeros eran cada vez más ruidosas y dolorosas—. Además si quiere compruébelo por usted mismo —se giró mientras enfrentaba con la mirada a todos los malditos idiotas que compartían aula con ella—. ¿Sí ve?

—¡Primero que todo a mí no me levanta la voz, Park Fei! —Gritó tan duro que su saliva alcanzó a llegar hasta su rostro—. Y segundo, reitero mi palabra. Un paso más y su examen no tendrá la nota más baja, estará perdido.

Fei lo observó directo a los ojos tragándose las inmensas ganas de llorar. Amplió sus fosas nasales mientras apretaba sus puños, sobre todo cuando el imbécil de su maestro se tapaba la nariz y sonreía.

—Está bien —Se giró, pero cuando dio un paso hacia su asiento, el hombre gritó.

—Tiene un cero en su examen, Park Fei. Puede retirarse del aula ahora.

Las risas se hicieron más estridentes si aquello era posible mientras ella lentamente se giraba sin poder creer lo que había escuchado.

—¿Disculpe?

—Le advertí que si daba un paso más, tenía el examen perdido.

—¡Esto tiene que ser una maldita broma! —Gritó enojada hasta las puntas de los pies—. ¡Usted no puede hacer eso! ¡YO SOLO IBA A DEVOLVERME A MI ASIENTO!

—Le advertí que no diera ni un solo maldito paso. Y —el hombre se acercó a ella antes de que una mano gigante y asquerosa se posara en su trasero y lo estrujara. Fei estaba tan conmocionada que no pudo reaccionar mientras sus compañeros (todos ellos hombres) disfrutaban demasiado el espectáculo—, no me grite de nuevo. Ni a mí, ni a ningún otro hombre jamás. Recuerda que eres inferior a nosotros en todo, muñeca. En primer lugar, ni deberías estar aquí y yo te estoy dando la posibilidad de que renuncies a todo y vuelvas a donde perteneces, la cocina de tu casa.

Fei respiró una, dos y tres veces volviéndose sorda ante todos los insultos y piropos que le tiraban sus compañeros. Tragó saliva cerrando sus ojos antes de lanzarle un puño tan fuerte al imbécil de su maestro que provocó que retrocediera.

—¡A mí no me levantas la mano! —Gritó el hombre caminando hacia ella con su mano levantada, pero Fei fue más rápida esquivándolo mientras comenzaba a quitarse la camisa.

Los silbidos no se hicieron esperar cuando quedó solo con su sostén antes de tomar la asquerosa camisa y rodearla en la cabeza al repudiable hombre jalándola hacia ella con un profundo odio. Prácticamente lo ahogaba con ella antes de que alguien le jalara el cabello alejándola.