Epílogo ♥️ 1974 - ¿20XX?

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Jeyla

Mi primer pensamiento al volver a ver a Jeno allí parado, fue lanzarme a pegarle un puño por lo que le hizo a Renjun y lo que provocó, la razón de que Yeeun en este momento estuviera pagando con su alma en el infierno; pero mis fuerzas no me daban para absolutamente nada. Por eso fue que me quedé mirándolo, hasta que Renjun me dijo que yo no estaba sola.

—¿Renjun? —Pregunté abrumada viéndolo tan joven y hermoso como alguna vez estuvo al lado de Jaemin con sus alas preciosas y completas.

Jeyla...

Entonces se lanzó a abrazarme y yo también lo apreté contra mí escondiéndome en su pecho, sintiendo el calor que lograba irradiar y lo bonito que se sentía tener a alguien allí conmigo después de que me había quedado tan malditamente sola.

—Lo extraño, Renjun. Lo extraño mucho y ni siquiera ha pasado este día —lloré resguardándome mientras él me acariciaba la espalda con suaves palmadas para reconfortarme—. Yo no sé cómo voy a poder seguir así, me hacen falta todos aquellos que nunca me dejaron sola, todos aquellos que siempre me quisieron... Por eso dicen que nosotros no podemos encariñarnos con nadie.

Renjun no dijo nada, solo dejó que llorara y llorara porque él sabía que igual no podía hacer nada al respecto. En cambio, sentí que su cuerpo tembló y cuando subí mi mirada, él también estaba sollozando.

Yo también lo extraño, creo que no volveré a resguardar a alguien tan... Genial, tan amable y con tanto amor por brindar que él. Definitivamente es el ser humano que más me ha marcado y eso que yo he estado en este juego por milenios —Volví a abrazarlo con fuerza para que no me viera llorar, y él también siguió llorando hasta que escuchamos un sollozo detrás mío.

Ambos nos separamos lentamente y vimos a Jeno allí parado llorando mientras se cubría sus ojos con su mano. Tal vez sabía lo que yo pensaba sobre él y por eso no se acercó a nosotros, pero entonces comprendí que su sufrimiento era similar al mío, pues Jaemin era su mejor amigo y por culpa de un demonio, casi provoca él mismo la perdida de su amor más grande...

Miré a Renjun y él me devolvió la mirada asintiendo. Ambos caminamos hasta Jeno y lo rodeamos con nuestros brazos, consolándonos los unos a los otros como mejor pudimos.

(...)

Esa noche, ambos se quedaron en mi casa mientras yo escuchaba los cassettes que había grabado Jaemin. Todos eran acerca de qué tanto me quería y de lo afortunado que era de estar siempre a mi lado y de vivir todo lo que sucedió estando juntos.

Cada palabra suya se sentía como una puñalada atravesando mi pecho y, precisamente por eso, era que yo confirmaba que aunque Jaehyun nos había implantado los sentimientos de otras personas, nosotros realmente nos quisimos a nuestra manera. Nos quisimos demasiado y nada de lo de que nos pasó fue previsto o estructurado. Todo fue natural y hermoso.

Yo realmente amé a este Na Jaemin.

Resulté dormida por el cansancio encima de la pierna de Jeno, pero al otro día por la mañana, Renjun nos removió para que nos despertaramos.

He de irme. —Informó con la mirada baja y ambos nos levantamos ensimismados.

—¿Q-Qué? —Preguntó Jeno mientras le empezaba a dar un ataque de pánico—. ¡Tú no, Renjun! ¡Tú no! ¡Por favor!

Pero yo comprendí que no podíamos hacer nada. Después de todo el humano de Renjun había muerto y él ahora debía volver para que le asignaran a otro que estuviera apunto de nacer.

No fue una despedida muy dramática, pues Jeno, en el fondo, sabía también que esto iba a pasar tarde o temprano. Simplemente se abrazaron, y yo les di privacidad por un par de horas hasta que volvieron a llamar mi nombre. Previamente había estado viendo mi sombrero y por eso fue que lo traje conmigo cuando me iba a despedir de él, pero Renjun se quedó viendo aquel objeto con una lacónica sonrisa.

Smile ➳ Jaemin ; TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora