Capricho del destino (Terminada)

Capitulo 18

Me ha dolido muchisimo dejar a mi Teddy, irme así tan apresuradamente, pero no me ha quedado otro remedio. Esto lo hago por él, quiero curarme y darle todo a mi niño, volver y abrazarle, pedirle perdon por irme así. Aún estoy llorando, voy camino al aeropuerto, donde me espera Ethan y su prometida. No voy sola, ahi varias personas que no conozco. Mi padre ha sido muy bueno conmigo, gracias a él tengo la oportunidad de operarme.

Me siento en uno de los asientos del avión y trato de calmarme, la imagen de mi niño llorando pidiendome que no me fuera, me duele, me hacen sentirme la peor madre del mundo, nunca me he separado de Teddy tanto tiempo, no ha pasado ni un día y ya le extraño, igual que a Christian, y a todos, aún me pregunto si podré volver....ojalá todo salga bien.

Mi padre me ha dicho que en el aeropuerto, me estará esperando su amigo cirujano, segun tengo entendido es famoso en España. El cirujano me llevará al hospital donde me quedaré hospitalizada hasta que llegué el día de la operación, solo espero aguantar hasta ese día, ya que últimamente todo se ha complicado.

Estoy muy nerviosa, nunca he aceptado esto que me pasa hasta hace poco, cuando ví que esto era serio. Me entró el panico, más cuando perdí el dinero y con eso la oportunidad de operarme. Por suerte la vida me está dando una oportunidad, y lo agradezco, pero tengo miedo, ya que me voy a operar a escondidas, me estoy enfrentando sola a esto, nadie sabe de mi enfermedad salvo mi padre. Kate, Eliot y Olivia, se creen que me he ido por trabajo. Si todo sale bien, todo esto se quedará como un secreto entre mi padre y yo.

Me pongo musica para no pensar en nada, cada vez estoy más lejos de aquellos a los que quiero, solo deseo volver, pero nunca se sabe lo que puede pasar.

Camino a España, me dedico a escuchar todo el repertorio de canciones de mi ipad, pensando en todo lo que puedo perder, en lo que ya he perdido...me gustaria despedirme de Christian, si es que la cosa se complica, arreglar las cosas, me jode que piense de mi que soy una cualquiera, las cosas no son como él cree, yo solo siento cosas por él, solo sueño con él, es más, no puedo parar de pensarle, ojalá lo supiera, pudiera meterse en mi mente para que lo comprobará él mismo.

Cada vez estoy más nerviosa, las horas pasan demasiado lentas, y mi corazón parece que se va a salir de mi pecho, creo que no puedo más, el estomago me está matando, por suerte llevo un ibuprofeno en mi bolso de mano junto a una botella de agua, no lo dudo y me tomo una pastilla. Hasta ahora este siempre ha sido mi remedio, tomar pastillas para el dolor, ignorando así que todo se estaba complicando, y ahora es algo tarde, pero no he perdido la esperanza, pues dicen que es lo último que se pierde.

De pronto, suena una canción que me hace recordar demasiadas cosas del pasado, así que le doy al boton para que suene la siguiente canción, porque no necesito pensar en cosas que me duelen, mi padre me ha dicho que esté relajada, que es un buen cirujano y todo saldrá bien, me gustaria creerle, pero no las tengo todas conmigo, llevo mucho tiempo así, aún que han sido estas ultimas semanas cuando todo se ha descontrolado. Recuerdo cuando ví a Christian una de las ultimas veces, me dijo que estaba más delgada y sé empeñó en que fuese a cenar con él, en ese momento creí que era una excusa para estar conmigo, pero no era por eso, y ahora me doy cuenta, ahora es cuando he aceptado que tengo un problema, y lo peor es que va a más.

Al fin el avión aterriza, bajo del avión una de las ultimas y marcho a coger mi maleta, después me adentro en el aeropuerto y miro a todos lados para encontrar un cartel donde esté escrito mi nombre. Al fin lo veo, quien lo sujeta es un hombre mayor, tendrá unos cuarenta y tantos, como mi padre, ese debe de ser el cirujano. Me acerco hasta él nerviosa y le saludo.

— Hola. — Me presento.

— Buenas días señorita, soy Matt Mejer, y voy a ser tu cirujano, su padre es un buen amigo mio. — Se presenta el hombre que me va a salvar la vida, o no.

— Gracias por aceptar operarme, la verdad es que estoy algo nerviosa, ¿usted cree que todo saldrá bien?. — Me da miedo preguntarle eso.

— No lo sé, la tenia avanzada puede ser muy peligrosa, pero haré lo que esté en mi mano, eso no lo dude, por favor, acompañeme al hospital. — Lo que me dice el cirujano, no es que me anime mucho la verdad.

Acompaño al cirujano hasta el hospital, donde me lleva a una habitación. Está habitación puede que sea el último lugar en el que esté, y eso me da escalofrios. La verdad es que no me agrada estar en un hospital, pero todo sea por qué todo salga bien.

El cirujano me deja que me adapte a la habitación. Me pongo el pijama horrible de hospital y me siento en la cama. Estoy muy cansada, y el estomago me duele más de lo normal, y eso creo que no es bueno.

Saco el portatil de mi maleta y me quedo observando la pantalla, mientras busco una buena excusa que decirle a mi niño. No quiero que se preocupe, y por eso no le voy a decir ni loca que estoy en un hospital, mi hijo tiene que pensar que estoy bien.

Sé me ocurre una idea, salgo a la terraza de la habitación de hospital y le doy a llamar por skype a mi Teddy, muero por verle.

Teddy coge la videollamada, lo que me hace sonreir. Voy a hacer todo lo posible para que mi niño esté contento, no me gusta haberle dejado así.

— Mami. — Chilla mi niño. Está en una habitación que no me es conocida.

— Teddy, mi niño, Perdoname, es que he tenido que irme por trabajo, volveré en una semana mi amor. — Intento que mi niño me sonria. Sé que está enfadado conmigo.

— Ya...jope mami, ¿por qué tanto tiempo?, me prometiste que estrías más tiempo conmigo. — Se queja mi niño.

— Lo sé, y lo siento, prometo traerte algo bonito, estoy en un hotel y en la primera tienda que entre te conpraré un regalo, por favor, perdoname, mirame o me pondré muy triste. — Finjo que estoy llorando.

— Vale mami, te perdono, no me gusta verte así. — Dice Ted mirandome con esos preciosos ojos azules que en este momento están vidriosos. Sé que ha estado llorando.

— Mi niño, estoy bien, no estaba llorando...— Mi Teddy me interrumpe.

— No me refería a eso mami, es que estas mucho más delgada, más que esta tarde, más que ayer, y viceversa, ¿es por el bicho?, ¿no te va a dejar en paz?. — Me sorprenden las palabras de mi hijo, hasta ahora no me había dicho nada.

Buenas noches, aquí dejo nuevo capitulo.

Gracias por leer, votar y comentar.

Besiis