Capitulo 23

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No me encuentro nada bien ahora mismo. Acabo de colgar a Christian, y su forma de mirarme, me ha matado, parece que le importo de verdad.

Mi cirujano, entra en la habitación, y me informa de que quedan pocos días para mí operación. Tener noticias de la operación, me ha puesto muy nerviosa, se acerca el día y no sé porque he perdido la esperanza. Siempre me derrumbo cuando me miro al espejo, es increible como algo tan pequeño me ha hecho esto.

En estos días, me he dado cuenta de lo grave que ha resultado ser la "tenia". Me acuerdo que cuando el doctor me dijo que tenía, no me lo creí, y ahora mira donde estoy...

No sé porque estoy mirando a la puerta, algo en mí, espera que entré alguién, y creo saber que alguién quiero que esté aquí conmigo. Me encuentro muy sola, decaida, sin ganas de nada. Ahora mismo me encantaría dormirme y que al despertar, todos mis problemas se hayan esfumado.

Mi ordenador comienza a sonar, es mi padre, que me está llamando por skype. Al verme, se sorprende, pero trata de sonreir, y he dicho trata, porque no lo consigue.

— Hija, ¿cómo estas?, ya queda menos, aguanta por favor, tienes que ser fuerte. — Dice mi padre con la voz quebrada.

— Lo intento papá, pero no puedo más, me duele mucho. — Me quejo. Si no fuera por la medicación que me ponen, estaría desmayada por el dolor.

— Hija, no te voy a mentir, has dejado que la enfermedad avanzará, y...— Mi padre no logra decir nada más.

— Lo sé papá, que cabe la posibilidad de que se haya comido parte de mis organos internos, desde luego ha acabado con mi estomago. — Todo esto lo digo sin poder mirarle a los ojos. Odio ver su cara de preocupación.

— Hija, tu hermano está llendo para allá, ahora te dejo que tu madre ya ha llegado a casa. — Dejo de ver a mi padre.

¿Qué?, ¿cómo que viene mi hermano?, no puede ser, ¿para qué va a venir?. Tengo ganas de salir corriendo para no verle.

El tiempo pasa y cada vez estoy más nerviosa, no sé cuando va a venir mi hermano, y eso me inquieta. Siempre que veo a mi hermano, se dedica a hacerme daño, a decirme cosas que me duelen, ¿acaso va a venir con esas intenciones?. Mis padres no saben como es mi hermano conmigo, ellos están orgullosos de él, claro, él no sé quedó embarazado a los 13 años, para mis padres es un ángel, no conocen su doble cara, y sí la conocierán, desde luego mi madre se pondría de su parte.

Mientras espero la llegada de mi hermano, enciendo mi ordenador de nuevo y veo las fotos que tengo con Teddy, y eso me hace sonreir. Acaricio la pantalla del ordenador, e imagino que está a mi lado, que voy a poder verle de nuevo, imagino que se está riendo a mi lado, que no estoy en un hospital. Desafortunadamente, esa no es la realidad, y al salir de mis ensoñaciones, miles de lagrimas se adueñan de mis ojos. Estar aquí me está matando, quiero que esto termine, no soporto estar en una cama, incomunicada, con un dolor insoportable, sin saber que hacer.

Ahora mismo parezco un mapache de las ojeras que tengo, no he podido dormir nada. Estoy nerviosa por la operación y por algo más...tengo esa sensación.

De pronto, mi peor pesadilla, se hace realidad. Mi hermano acaba de entrar a mi habitación.

— Hombre Anita, fijate como estas. — Se rie mi hermano. El cabrón está disfrutando con esto.

— Una cosa, ¿te importa que te grave?, es que quiero enviarle un video a una persona que quiere saber como estas. — Mi hermano no para de reirse, y comienza a hacerme un video con el móvil

Este hombre está mal de la cabeza, ¿para que mierdas quiere gravarme?, esto no es para nada bueno.

— ¿Qué estás haciendo?, ¿a qué has venido?. — Intento incorporarme un poco, pero me duele, así que decido no moverme, quedarme como estoy.

— Tranquila anorexica de mierda, solo le voy a mandar esto a alguién a quien quieres mucho, para que vea lo que estas sufriendo. — Dice mi hermano sin parar de gravarme con su dichoso móvil. No entiendo porque hace esto, ¿a quién le va a enviar el video?, ¿debería preocuparme?

— ¿Qué vas a hacer?, ¿de qué hablas?. — Me atrevo a preguntar.

— Hablo de que le voy a mandar este video a tu querido Christian Grey, así que mandale un beso o algo antes de morir, es de mala educación no despedirse. — Se cachondea mi hermano. En este momento le quitaría el móvil y lo rompería, pero no puedo, solo soy eso que me ha llamado mi hermano...

— Vaya, ¿estas mal Anita?, ¿te duele mucho verdad?, es que hay que comer hermanita, estas en los huesos, das asco, y seguro que Christian opina lo mismo. — Siento un leve dolor en el pecho al escucharle decir todas esas barvaridades. Sabe perfectamente que me duelen sus palabras.

No consigo decir nada. Me llevo la mano al corazón y siento como poco a poco se acelera. No creo poder más, quiero que cierre la boca.

— ¿Vas a tener otro infarto hermanita?, es que te veo inquieta, como sí te costará respirar, ¿acaso ha llegado tu hora?, por cierto, ¿discuto con Christian el color de las flores de tu tumba?. — Cada frase que sale de su boca, me duele en lo más profundo de mi alma. No puedo decir nada, siento un intenso vacío, como sí nada de mi pudiera responder.

— Bueno Anita, miralo por el lado bueno, no vais a tener que discutir por la custodia de Ted...— Suelta mi hermano de pronto

¿Qué?, ¿De qué está hablando?

— Así es, Christian te odia, y es el padre de Ted, siempre lo he sabido, igual que Kate, no quería que murieras sin saberlo, sería cruel por mi parte. — De pronto entra Kate y sé dan un beso delante mia, delante de la camara. Siento como mi corazón no responde. El dolor de estomago es cada vez más fuerte. Tengo mucho miedo.

Mi hermano sale de la habitación. El pitido de la maquina que marca el ritmo de los latidos de mi corazón no para de sonar. Lo último que escucho son los gritos de...¿Christian?

Buenas noches, aquí dejo nuevo capitulo.

Besoos

Capricho del destino (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora