Capricho del destino (Terminada)

Capitulo 24 (Pov Christian)

Me quedo helado cuando Saywer, mi guardaespaldas, me pasa el video de la camara de seguridad que mandé instalar en el coche de Alan. Ese malnacido se ha metido con mi familia, y lo va a pagar muy caro...

Preparo mi avión privado y marcho a España en busca de mi Ana. Estoy muy preocupado, Ana estaba fatal, y estoy luchando por no desfallecer, ella tenía que haberme dicho lo que estaba pasando, yo la hubiese dejado el dinero, y ahora estaría aquí. Mierda. ¿Por qué me ha hecho esto?.

El avión despega y durante todo el trayecto no hago más que pensar en Anastasia, en como estará, diciendome a mi mismo que aún no es tarde, solo quiero llegar a su lado, hacer lo que sea para que se quede aquí, conmigo, con nuestro hijo.

Cuando al fin llego a España, salgo del aeropuerto de barajas y cojo un taxi hasta el hospital de Torrejón de Ardoz, donde se encuentra Ana ingresada.

El trayecto se me hace eterno, no paro de mirar la hora, tengo que llegar cuanto antes, ver a Ana, no puedo más, lo necesito, necesito verla ahora mismo, hablar con ella, saber que todo va a estar bien, que no está tan grave.

El taxi aparca en el parking del hospital, pago al taxista y bajo alterado del vehiculo.

Me dirigo corriendo hasta la entrada del hospital. Al entrar tan alterado, la gente se queda viendome sorprendida, lo ignoro y me paro en recepción. En estos momentos agradezco ser piloto, gracias a eso sé hablar varios idiomas, entre ellos el español.

— Estoy buscando a Anastasia Steele, ¿donde está?. — Le pregunto a la recepcionista.

— Enseguida se lo miro, ¿sabe decirme si tenía cita?, ¿o se encontraba ingresada?. — Pregunta la recepcionista mientras teclea cosas en el ordenador. Parece muy relajada y yo no tengo tiempo para relajarme.

— Está ingresada, pero no sé en que habitación. — Contesto alterado. Necesito que esta mujer sé dé más prisa, mi paciencia se está agotando.

— Vale Señor, según esto, Anastasia Steele, está ingresada en este hospital en la habitación 233. — Responde la recepcionista.

— Gracias. — Respondo de mala gana y busco las habitaciones de los pacientes ingresados.

Me recorro entera la planta baja del hospital, y no encuentro las habitaciones. Mierda, ¿donde mierda están?, hace mucho que mi paciencia se ha agotado.

Paro a un doctor que pasa por aquí y le pregunto por las habitaciones. Sé que el hombre se ha asustado un poco cuando le he parado así de pronto, pero no puedo evitarlo, está preocupación me está matando. Desde que sé que Ana está enferma, siento un nudo en la garganta que no me deja respirar, si la pasa algo, no sé que sería de mi...

— Las habitaciones están en la planta de arriba. — Contesta el doctor aún en shock.

Corro hasta las escaleras mecanicas, las subo de dos en dos y por fin veo unos carteles que indican donde están las habitaciones. Corro por el pasillo de las habitaciones de la 100 a la 250. Mi corazón late acelerado, por fin estoy aquí, por fin voy a poder verla después de tanto tiempo...

Corro lo más rápido que puedo, y de pronto, me cruzo con Alan, el muy idiota se está riendo y diciendo que Ana...ni puedo decirlo. Juro por dios que le mato.

Alan al verme, cambia la cara, Kate también está con él. Es demasiada rabia la que siento, frente a mí tengo a los responsables de que Ana y yo no hayamos podido estar juntos mucho antes. Es hora de que paguen por sus actos, van a desear no haber nacido.

Sin poder contenerme, agarro a Alan del cuello y lo tiro al suelo. Kate se marcha corriendo.

Alan empieza a reirse.

— Ya es tarde Christian, ha llegado la hora de tu Ana, nunca más volverás a verla, nunca podrás estar con ella. — Dice Alan con odio.

Las palabras de Alan, hacen que me enfade mucho más. Me agacho a su altura y le aprieto el cuello, cada vez con más fuerza, tengo ganas de matarle.

El sonido de una maquina que controla el ritmo de los latidos del corazón, provoca que le suelte. ¿Qué está pasando?

Un montón de doctores corren por el pasillo, entre ellos un cirujano muy famoso de España. Me quedo observando impactado la escena y trato de pensar  que no van a la habitación de mi Ana, eso significaría que algo muy malo está pasando.

— Te lo dije, ya es tarde, hoy Anastasia va a morir, no van a poder hacer nada por ella. — Dice Alan sin parar de reirse. Sé aprobecha de mi devilidad y me da un puñetazo en la boca.

Sin poder reprimir por más tiempo mi enfado, aprieto mis puños y le doy un puñetazo en la boca, acto seguido le doy otro, y así hasta que su labio empieza a sangrar y su ojo está morado por mis golpes.

La policia me detiene, si no lo llega a hacer, le hubiese matado, de eso estoy seguro.

Mi corazón se paraliza cuando veo como los doctores de antes se llevan a...¿Anastasia?

Al ver que se la llevan, intento soltarme del agarre de los dos policias que me están sujetando y grito desesperado. Sé están llevando a Ana, y ni si quiera he podido despedirme.

— Vamos, a comisaria. — Dicen los agentes sin soltarme.

Los policias, nos llevan a mí y a Alan hasta un coche de policia que está aparcado fuera. Intento resistirme, juro que lo hago, pero no consigo nada, son demasiados.

Me meten en el coche patrulla a la fuerza. A Alan también le meten. Uno de los policias se pone en el asiento de en medio evitando que nos matemos.

El coche patrulla arranca, alejandome así de mi Ana, no he podido hacer nada para evitar que esto suceda, y eso me mata. Muero si le pasa algo a mi Ana, tengo que salir de aquí.

Todos mis intentos por escapar, fallan, y acabo en la comisaria, donde me meten a una celda, suerte que no meten a Alan conmigo, porque sí no, me lo cargo sin importarme que los policias estén presentes.

Los policias me dejan hacer una llamada. Llamo a Taylor, le digo que tiene que venir cuanto antes. Como no venga pronto, voy a volverme loco.

— Alan Steele, queda detenido oficialmente por el asesinato de Anastasia Rose Steele. — Le saca uno de los policias de la celda provisional.

Alan comienza a reirse. ¿Ha conseguido su objetivo?

— Yo que tú, no me reiría tanto, te van a caer más años de los que piensas, Anastasia, estaba embarazada. —

A Alan le cambia la cara, nunca más volverá a ver la luz del sol...

Buenas noches, aquí nuevo capitulo.

Siento si no actualizo muy seguido, es que no estoy pasando un buen momento.

Chau