Capítulo I: Trabajo de medio tiempo.

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Todos los personajes de Percy Jackson no me pertenecen son propiedad del señor Rick Riordan GRACIAS POR CREAR ESTOS LIBROS: D

(Nico di Ángelo y tú)

POV Tú:

Suspire cansinamente con la vista clavada en el techo, era bastante tarde... las tres am. Estaba despierta a causa de la misma pesadilla de todas las noches.

Estábamos los tres, el bicho... Kathe y yo viajando en el auto viejo exactamente como el verano pasado durante la misión, de pronto yo me volvía para ver a Kathe, pero ella ya no conducía el auto. Ahora lo hacía un esqueleto, que llevaba la misma ropa que Kathe llevo durante la misión. –¿Entonces duele? –me preguntaba el esqueleto sin expresar emoción alguna.

Me senté al borde de la cama y observe el reloj con números resplandecientes en la mesa de noche. Siempre era lo mismo, después de despertarme al ver a Kathe convertida en esqueleto ya no podía dormir, de hecho, cuando las pesadillas comenzaron poco después de que el campamento finalizara, despertaba y lloraba bastante rato.

Me recosté con la esperanza de conciliar el sueño aunque sabía de antemano que era inútil. Pase un par de horas observando el reloj avanzar con lentitud. Cuando dieron las seis de la mañana considere que ya no sería vista como una demente si me levantaba. Me levante cansada y rebusque en mi armario unos jeans y una playera, después entre a la ducha.

Me demore bastante maquillándome los ojos, para bajar a desayunar a una hora razonable. A eso de las nueve la cocina comenzó a oler a hot cakes quemados, deduje que el desayuno estaba listo. Me levante y baje las escaleras corriendo.

–¡Hola ____! –me dijo mi tía Cecilia asomándose a través de la pequeña barra que separaba la cocina del comedor.

–Hola –le conteste mientras me acercaba para comprobar que la cocina no lucia muy bien, había harina para hotcake por todos lados... incluso en el techo.

–¡Hoy cocine hot cakes rellenos! –me dijo entusiasmada –Siéntate para que los pruebes –dijo emocionada. La obedecí mientras ella me tendía un plato con dos hotkaces gigantescos, bastante pasados de dorados. Me miró con apremio y me apresure a llevarme un bocado a la boca. Era una combinación extraña quemado por fuera y crudo por dentro, y en el centro con exceso de chocolate fundido.

–Sabe bueno –le dije ignorando el sabor amargo de la parte quemada.

Mi tía sonrió genuinamente –¿¡En verdad!? –me preguntó con un dejo de incredulidad, por un momento me sentí culpable por mentirle, pero yo no iba a decirle que estaban quemados, así que asentí, llevándome otro bocado a la boca. Mi tía dio un saltito y se fue a seguir haciendo hotcakes.

–____ estuve pensando... –me dijo mientras vertía la masa blanca en el sartén –Ya que estoy mejorando en esto de la cocina, ¿porque no invitas a tu novio un día a cenar?, hace mucho que no viene. –me dijo mientras comenzaba a buscar la espátula que traía en la mano.

Hice un mohín de disgusto, hacía más de un mes y medio que no veía a Nico, mi "queridísimo" suegro había decidido que Nico debería de tener un trabajo a medio tiempo, ¡Para así librarlo de la delincuencia juvenil, que se suscitaba en estos tiempos! ¡Delincuencia! ¿Quién iba por allí con almas en su túnica?

–Mmm... –musite –No lo sé, ha estado ocupando trabajando con su padre. –dije antes de llenarme la boca con otro gran trozo de hotcake.

–Pero te manda mensajes iris ¿no? –inquirió olvidándose por completo de la estufa

–Pues... –balbucee, mientras recordaba el contenido de una carta que apareció en mi buzón.

Estimada señorita Miller:

Y Entonces... Te Encontré II (Nico Di Angelo y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora