Y Entonces... Te Encontré II (Nico Di Angelo y Tú)

Capítulo VIII: Nico quiere Cupcakes

Abro un paréntesis aquí para aclarar una cosita importante en el capítulo.

El fanfic obviamente está escrito en español, xq pues yo hablo español xD; pero lo he escrito tomando en cuenta que en el universo de Riordan la historia se desarrolla en Estados Unidos y que el lenguaje de los personajes en el libro es el inglés, por eso en el capítulo puede que hablen "del español" como si fuese otro idioma o que "no entiendan" aunque los diálogos sean en el mismo idioma. Y ya sé que el español no era la lengua de los aztecas, pero me gusta creer que con el tiempo evolucionaron y con la conquista se nos españolizaron un poquito. Yo y mis locuras, lo sé.

Todos los personajes de Percy Jackson no me pertenecen son propiedad del señor Rick Riordan.

POV ____

Tome un excelente baño con sales marinas, que encontré revitalizadoras. Mientras me vestía noté que ahora en el cuerpo de Noris, mis pantalones me quedaban chicos, negué con la cabeza reusándome a pensar mucho en ello y quise creer que solo estaba volviendo a traer de moda los pantalones capri. –Tía Cecilia no me castigues, por alguna razón los pantalones capri me parecen mejor a ir sin pantalones. –me dije a mi misma

Cuando salí del cuarto de baño Kathe no mencionó nada acerca de mis pantalones chicos y lo agradecí internamente. Miré a mi hermano sentado en su litera mirando el suelo de la cabaña con abatimiento.

Percy se puso de pie y apoyó su mano en mi hombro –Noris si necesitas algo, siempre estamos aquí. –me ofreció amablemente, pensé que me vendría bien pedir unos pantalones más largos, pero no lo mencione –bueno debería dejarlas para que hablen –mi hermano agregó mirando a Kathe. Ella asintió de acuerdo, supuse que Kathe se había encargado de Percy exitosamente. Mi hermano me dedico una última mirada compasiva antes de salir de la cabaña.

Kathe hizo una media sonrisa. –Percy es noble –comentó –quizás demasiado –agregó

–¿Que le dijiste? –indagué curiosa

–Bueno... algo así como tu madre y abuelitos... o sea tipo toda tu familia ha muerto trágicamente hace como tres días y necesitas apoyo.

–¡Ay! –gemí asustada. No me gustaban mucho las familias muertas.

–¡Pero no es cierto! –se apresuró a decir– ya sabes lo que dicen. Hierba mala nunca muere y la familia de Noris es malísima. –me explicó intentando tranquilizarme

–Ahora tiene sentido la cara de Percy –musité

–Si por un momento creí que lloraría –me confesó. Después Kathe sonrió burlonamente –creo que lo traume un poco, pero es que él pareció estar bien con la desaparición de Cacao, así que asumí que era duro de conmover.

–¿Cacao? –pregunté sin saber de qué hablaba

–mmm... el gato de Noris. –me contó, yo diría que más triste que por "mis parientes muertos" –no tenía un alma humilde ni era el mejor gato del mundo, pero me caía bien.

–Entiendo –balbuce. Realmente no entendía.

–Bueno... ¿vas a decirme que paso? –me sondeó señalando mis manos que lucían bastante mejor, de hecho prácticamente ya no dolían. Quizás si no hubiese hecho a la valiente aferrándome a la puerta, solo tendría el labio lastimado y mis uñas estarían completas, pero se podría decir que tenía la satisfacción de haber peleado. Clarisse no sabía la maldición que le esperaba cuando descubriera como hacer posible despeinarla o arruinarle las uñas a la distancia suficiente para sobrevivir a su furia.