Y Entonces... Te Encontré II (Nico Di Angelo y Tú)

Capítulo VII: Palomitas

Perdonen. Ya se estoy llegando medio tarde cuando dije que actualizaría ayer. Lo que sucede es que he comenzado a leer Las pruebas de Apolo (si apenas, ya sé que va como por el cuarto libro, en fin odio la universidad -_-') bueno me quede un poco enfrascada en el libro y como ya tiene como dos o tres años que termine la saga de los héroes del olimpo, de pronto me quede como "¿Qué?... espera, ya no me acuerdo de esto" y adivinen quien comenzó a ojear los diez libros anteriores. Sep...

Otra cosa mientras revisaba el capítulo note que está un poco dramático, pero creo que es necesario para que la historia avance. No me odien, yo los amo. Les prometo que lo que sigue será más llevadero.

Bueno ahora si fin del comunicado.

Todos los personajes de Percy Jackson no me pertenecen son propiedad del señor Rick Riordan. onda ¡ya denle su no0vel de literatura es un dios!

Clarisse no demoro mucho en aburrirse, en cuanto se cansó de mi me dejo tirada junto al escusado, de alguna forma eso resultó bueno cuando no pude controlar las arcadas y comencé a vomitar. Si decidía verlo de manera optimista no tuve que acercarme al baño, la cosa era que no hubiera necesitado vomitar si no hubiera sido sumergida en uno...

Hipé un par de veces y entonces note que estaba llorando. Recordé lo que había dicho Kathe si lloraba les parecería debilucha, intente controlarme pero no estaba funcionando.

Creí que estaba sola, pero alguien me frotó la espalda, di un brinco asustada –Tranquila, ya paso. –me dijo una chica intentando calmarme –Ven arriba –musitó antes de ayudarme a levantarme –¿Estas bien? –me preguntó con un dejo de preocupación. –¿te duele eso? –indagó señalando mis labios, que ahora que lo pensaba... toque mi labio con uno de los dedos que no salieron lastimados cuando me aferre a la puerta. El labio me ardió. ¡Genial!, ahora tenía bacterias de inodoro en el labio roto.

–Clarisse fue bastante ruda esta vez, creo que se sintió especialmente motivada por la repentina participación de Di Angelo. –se quejó Katie mientras negaba con la cabeza.

Lo que dijo me dolió mas, pero era cierto Nico no me había metido la cabeza en el escusado, pero había incitado a Clarisse a hacerlo, deje de hipar y solté un sollozo ruidoso que había estado reprimiendo.

–Ay cariño no llores, ya paso... Clarisse ya se fue –dijo intentado consolarme, sin saber que yo no lloraba por Clarisse sino por Nico. Él no era así... ¿era acaso que tuvo un mal día? Iba a pasarme una mano por los ojos pero Katie me detuvo antes y comenzó secarme la cara con una toalla que no sé de donde saco. –Por cierto, mi nombre es Katie... –se presentó relajando su rostro e intentando secarme la cara sin lastimarme el labio roto. –Tú eres la nueva, ¿no?

–Soy Noris –dije sin ganas. Yo ya sabía quién era ella, Katie Gardner, capitana de la cabaña cuatro la había visto antes en los campos de fresas jugando con sus hermanas, en ese instante me sentí terriblemente culpable, porque me había reído de los chistes de Nico sobre las niñas "crece plantas".

–Vamos, te acompaño a que te curen –dijo pasándome un brazo por los hombros e ignorando mi probablemente olor a agua de W.C. y vomito. Hice una nota mental, más tarde tenía que regañar a Nico por burlarse de las hijas de Deméter.

...

Katie me acompañó hasta la enfermería y me dejo con un chico de Apolo que se enfocó en ver las uñas rotas en mis manos. Después de desinfectar y tratar las heridas, desprendió una de las uñas por completo, ya que al parecer no tenía arreglo. Me aseguró que estaría bien, pero yo no estaba segura porque ahora ¡tenía nueve uñas!, pero él insistió en que la uña que había perdido por completo crecería de nuevo.