Y Entonces... Te Encontré II (Nico Di Angelo y Tú)

Capítulo VI: Bienvenida al campamento mestizo... de nuevo

Todos los personajes de Percy Jackson no me pertenecen son propiedad del señor Rick Riordan GRACIAS POR CREAR ESTOS LIBROS :D

mmm... ¿cómo debería empezar esto? He estado tanto tiempo ausente de Wattpad que no se si leerán esto... espero que sí. No es que me haya olvidado de este fanfic, según yo tampoco lo tengo en hiatus... es solo que han pasado tantas cosas que mi tiempo para redactarlo se ha reducido un montón, me gustaría poder darles un capitulo diario, como solía hacerlo antes, pero ya no puedo hacerlo... tampoco pienso rendirme así que espero que puedan ser pacientes y esperar porque yo quiero terminar esta segunda temporada.

(Nico di Ángelo y tú)

Seguimos al chico con paso presuroso hacia la casa grande, con sus largos pies a él no debía de representarle dificultad alguna avanzar con rapidez, pero Kathe y yo tuvimos que ir tras él casi corriendo.

El humor de Kathe pareció mejorar conforme nos adentramos en el campamento, lamenté no poder poner la misma cara de asombro que ella tenía, porque en todo caso yo era la "nueva" aquí.

Al llegar al picaporte de la casa grande, el hijo de Ares se detuvo y nos mandó a esperar mientras el buscaba a Quirón. Abrió la puerta y antes de que pudiésemos entrar nos la cerro en las narices.

–Que poco carismático –comentó Kathe con su voz chillona llena de desagrado. Si de verdad esa era mi voz yo iba a tener que hablar menos. Negué con la cabeza eso ahora no era importante.

–¿Y ahora qué? –indagué rápido antes de que el chico corpulento regresara. Kathe me miró como si no comprendiera de lo que hablaba

–¿Qué hacemos? ¿Hablamos con Quirón o... escapamos? –sugerí mirando alrededor. De momento parecía que bien podríamos correr hacia el bosque y ocultarnos al menos hasta tener un plan. Kathe negó con la cabeza, más tranquila de lo que debería dada nuestra situación.

–Cuando salgamos de la casa grande hay que buscar a Teo, él debe saber que hacer –dijo con seguridad. La puerta de madera se abrió y por ella apareció el hijo de Ares con cara de desagrado.

–Entra Millett y lleva a la nueva contigo el señor D quiere hablar con ustedes. –dijo el chico dirigiéndose a Kathe con hastió.

Entre tras Kathe trastabillando con mis propios pies, como siempre los planes no iban como lo planeado. En lugar de Quirón obteníamos una entrevista con el señor D. Él era un dios, y si notaba que no sé bueno que no teníamos nuestros cuerpos.

El señor D estaba sentado en un sofá color vino, con la mirada clavada en la revista que estaba en sus mano derecha, en la izquierda sostenía una lata de soda dietética. No había nadie más en la habitación... solo el señor D.

Kathe dentro de mi cuerpo se aclaró la garganta después de medio minuto de silencio siendo ignoradas por el dios del vino.

–Esto nosotras... –habló Kathe con mi chillona voz. El señor D no se inmutó y siguió leyendo su revista.

–y ¿cómo ha estado? –dijo Kathe con inseguridad

–Yo he estado bien señorita Müller –dijo cambiando mi apellido como de costumbre. Respiré un poco parecía que no lo había notado –Supe que se ausento del campamento ayer –continuó sin interés mientras daba vuelta a la página de su revista.

–ah... si es que surgió algo... ejem –Kathe se aclaró la garganta intentando hacer que el señor D nos mirara, él la ignoró –esto... ella es nueva es Noris McGwire, ayer mientras huía de unas gorgonas la encontré y logramos escapar –mintió Kathe