Capítulo 5: Los obsequios

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POV ____

Entramos a la madriguera en apuros. Cuando nos dimos cuenta, la Bruja Blanca había mandado a su manada de lobos a capturarnos, los que parecían ser la policía. Lo más seguro es que ya sabía de nuestra visita a Narnia y en dónde nos encontrábamos. El Sr Castor apuró a su esposa, quien no sabía muy bien que hacer y empezó a empacar comida y todo ese tipo de cosas.

–¿Qué está haciendo? –preguntó Peter un poco desesperado.

El Castor solo hizo un ademán y la Sra Castor solo siguió empacando.

–Me lo agradecerán después –decía apurada– El Sr Castor se enoja cuando está hambriento.

–¡Ya estoy enojado!

Susan y yo comenzamos a ayudarla a empacar para que nos moviéramos más rápido, pero los lobos ya estaban aquí y empezaron a tratar de abrir la madriguera.

–¡Vamos! ¡Por aquí! –el Sr Castor nos dirigió por un túnel subterráneo.

Peter me ayudó a bajar por allí y hubo un momento en que tuvo que sostenerme de la cintura para que pudiera bajar bien. Me sonrojé un poco y recé para que nadie lo hubiera notado. Nos dispusimos a correr detrás de los castores con antorcha en mano. Lucy cayó y nos detuvimos un momento hasta que escuchamos los ladridos cerca y nos pusimos a correr de nuevo. Ellos ya estaban en el túnel. Los castores nos apuraron y tratamos de ir más rápido, pues los lobos parecían estar más cerca.

–¡Ah! –sentí como mi brazo derecho me comenzaba a arder, miré y, en efecto, estaba sangrando. Una de las ramas que habían pegadas en las paredes me alcanzó y me cortó. La herida era algo pequeña pero ardía bastante. Peter pareció escuchar mi pequeño grito y la causa pero no dejamos de correr.

Llegamos a algo que parecía ser un callejón sin salida, aunque había un pequeño túnel arriba, en el que aparentemente nos íbamos a meter. Comenzamos a subir todas y Peter hasta el final. Al llegar a la superficie, Susan me ayudó a ponerme de pie de prisa. Peter y el Castor colocaron un barril en la salida para darnos tiempo de huir antes de que los lobos llegaran también. Lucy había tropezado con lo que parecían ser estatuas, y al mirar alrededor había más de ellas. Los castores parecieron reconocer una, y por sus expresiones, debió de ser alguien importante, aparentemente, su mejor amigo.

–¿Qué es lo que pasó aquí? –pregunté.

–Esto es lo que les pasa a los que desafían a la Bruja –dijo una voz, dirigimos nuestras miradas hacia donde provenía la voz, y encima de nosotros se encontraba un zorro.

–Si das un paso más traidor... ¡te haré trizas con mis dientes! –lo amenazó el Sr Castor mientras su esposa trataba de que no hiciera ninguna tontería.

–¡Tranquilo! Soy uno de los buenos –aseguró mientras saltaba desde donde estaba hasta llegar a nosotros.

–¿Enserio? ¡Pues estás tan feo que pareces uno de los malos! –volvía el castor.

–Un desafortunado parecido de familia –continuó el zorro– Después hablamos de especies. Ahora tienen que salir de aquí.

–¿Qué tienes en mente? –preguntó Peter volviendo a desesperarse al escuchar los aullidos de los lobos cerca.

Nos subimos a los árboles que estaban cerca a escondernos y ver desde arriba como el zorro llevaba a cabo su plan para ayudarnos a escapar. Cuando los lobos lograron salir del túnel, empezaron a rodear al animal, cuestionándolo, el solo les dió falsas pistas de dónde nos habíamos ido, aunque había sufrido un pequeño golpe en el lapso, cuando esto sucedió, Lucy soltó un pequeño gritito por lo que Peter tuvo que colocar su mano en su boca para evitar que nos descubrieran. Cuando se fueron los lobos, bajamos de los árboles hacia donde se encontraba el zorro algo herido. Nos reunimos alrededor de una fogata mientras el zorro contaba hechos y la Sra Castor curaba sus heridas. Yo sostenía un pequeño pañuelo encima de mi corte para evitar que siguiera sangrando un poco. La Sra Castor me dijo que en cuanto terminara con nuestro nuevo amigo, me ayudaría a sanar mi herida. Mientras tanto escuchábamos a Zorro narrar su punto de vista y lo que él había visto. De vez en cuando se quejaba del dolor donde le estaban curando.

Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero (Peter Pevensie & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora