Capítulo 4: Los castores

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POV Peter

El camino hacia la casa del fauno fue divertida, el ambiente a pesar de ser frío era agradable, la vista era agradable. En un punto, nos encontramos con un camino que era solo bajada, quería hacerlo divertido así que tomé a ____ de la mano e hice que corriéramos "colina" abajo entre toda la nieve, cuando la solté, me tiré a la nieve y rodé un poco. ____ rió divertida y caminó hasta mí para ayudar a levantarme. Después de eso, no tardamos mucho en llegar a casa de Tumnus.

–...tiene mucha comida rica, –nos venía contando Lucy sobre el fauno– y además tiene muchos libros que... –se calló de golpe, y al mirar hacia la supuesta casa a la que nos dirigíamos, entendimos el por qué. La puerta estaba destrabada y parecía como si hubieran irrumpido dentro a la fuerza.

–¿Lu? –la llamé, pero no me hizo caso y en su lugar se dispuso a correr en dirección a la casa– ¡Lucy! –todos corrimos tras ella.

En efecto, al entrar a la casa, todo estaba desordenado y algunas cosas estaban hechas pedazos y regadas por el suelo, como si se hubiera liberado una lucha.

–Esto es horrible –decía Lucy atónita– ¿Quién lo haría?

–Creo que ya lo sé –confesó ____ y nos dirigimos hacia donde ella se encontraba. Miraba hacia un papel pegado al tronco del centro de la sala, lo arrancó y comenzó a leer– «El fauno Tumnus es acusado de alta traición contra Su Majestad Imperial, Jadis, Reina de Narnia. Por ayudar enemigos y fraternizar con humanos. Firmado, Maugrim, Capitán de la Policía Secreta. Larga vida a la Reina.»

Susan le quitó el papel y lo leyó ella misma, como para comprobar que era cierto.

–Muy bien, yo creo que ya deberíamos irnos. –dijo Susan malhumorada.

–Estoy con ella –la apoyó ____– Después de ver esto no creo que sea seguro seguir aquí. Deberiamos volver.

–Pero, ¿y el Sr Tumnus? –preguntó Lucy preocupada.

–Si lo arrestaron por estar con un humano, –insistía Susan– no creo que podamos ayudarlo.

–Ustedes no lo entienden, ¿o sí? –Lucy parecía un poco desesperada– Yo soy ese humano. Deben de haberse enterado que me ayudó.

–Quizá podamos llamar a la policía –sugerí tratando de calmar con eso a Lucy, pero Susan no ayudaba.

–Ellos son la policía –decía.

–Tranquila, Lu –me dirigí hacia ella– Ya se nos ocurrirá algo.

–¿Por qué? –soltó Ed de repente, que no había dicho ni pío hasta ese momento y todos lo miramos– Digo, es un criminal.

Entonces un pájaro llegó y se paró en el árbol cerca que estaba fuera. Extrañamente, en lugar de cantar pareció que por un momento nos estaba llamando con un psss, como cuando intentas llamar la atención de alguien "discretamente".

–¿Ese pájaro nos llamó? –preguntó extrañada ____.

Salimos fuera de la casa y el pájaro se fue volando. Entonces escuchamos ruidos entre los árboles, ramas rompiéndose, y volvimos a escuchar el psss. Se escuchaban pisadas entre la nieve, detrás de una pequeña montaña, nos acercamos temerosos y Susan se tomó de mi hombro con Lucy sujentándola a ella. Edmund venía detrás solo,  ____ venía a mi lado pero no se había aproximado a mí como Susan, así que decidí yo por tomarle la mano y acercarla un poco a mí, en modo de protección. No me volví a verla pero sentí su mirada posada en mí unos segundos. Pensé que iba a retirar su mano de entre la mía pero, en su lugar, la sujetó más fuerte conforme nos acercábamos de donde provenía el sonido. Nos soltamos todos cuando de detrás de la colina de nieve salió el procedente de los sonidos.

Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero (Peter Pevensie & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora