Pienso en ti

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Su alarma sonó temprano, por fin era viernes y no quería llegar tarde a la inscripción de los talleres y quedarse en uno que no le gustara, se levantó a prisa y lo primero que hizo fue ir al baño a lavarse la cara y colocarse la mascarilla de pepino, no podía verse mal ante sus nuevos compañeros, que vergüenza. Al terminar su rutina de belleza, que le tomó más de media hora, corrió rumbo a la cocina para poder desayunar pero al abrir la nevera se percató de que solo había leche y un poco de ramen que había dejado el día anterior, tomo ambas cosas y comenzó a comer mientras hacía una lista de compras para hacer el fin de semana, no podría sobrevivir todo el ciclo escolar alimentándose con puro ramen. Una vez que terminó fue a lavar sus dientes y a vestirse, se puso unos pantalones un poco ajustados, tenis negros y una playera del mismo color. Tomó las llaves de su habitación y salió corriendo hacia el jardín de espectáculos del instituto. 

El jardín de espectáculos estaba dividido en secciones para que cada taller pudiera poner su mesa con folletos y la lista de inscripción a demás de algunos espectáculos de demostración se que se llevarían a cabo en el escenario donde más tarde habría un concierto de una banda de la misma escuela.

Seungkwan se encontraba pasando por todos los talleres que había en dicho lugar, no planeaba meterse a ninguno que no fuera canto pero le interesaba ver los demás talleres. Se detuvo junto con otros estudiantes de nuevo ingreso que veían a dos chicos bailar mientras que otro los invitaba a que se inscribieran al club de baile, eran maravillosos en lo que hacían, sus movimientos eran elegantes, delicados pero firmes, tanto que dudó un momento si en verdad quería entrar al club de canto. Después de un pequeña lucha interna decidió seguir su camino hasta hallar el taller que quería, estaba muy entusiasmado así que inmediatamente corrió a inscribirse.

Se necesita talento para estar aquí -dijo un muchacho pequeño con cabello rosado- si no tienes eso ve buscar otro taller, no necesitamos estorbos

-antes de que pudiera escribir su nombre en la lista levantó la mirada encontrándose con el mismo chico con el que había chocado el primer día de clases- claro que lo tengo -dijo muy bajo ya que el otro lo intimidaba-

Lo dudo mucho -dijo con una sonrisa burlona y se dio la vuelta

Si se anotaba en ese taller tendría que soportar todo el tiempo a ese chico pero no dejaría que eso le impidiera participar, le demostraría que merece estar ahí. Una vez con su inscripción echa se dedicó a seguir disfrutando de aquél día mientras observaba las demostraciones de los otros clubs, estaba a punto de volver cuando pudo divisar a lo lejos a Jun junto al taller de baile, se acercó lentamente a él sin que lo viera e intentó asustarlo.

Boooo!!! -grito al mismo tiempo que lo tocaba por la espalda pero el mayor solo volteó con una sonrisa y lo saludó-

Hola kwani, es un gusto verte ¿ya te inscribiste a un taller?

¿de verdad no te asusté? ¿ni siquiera un poquito? -preguntó decepcionado y quejándose-

No, te vi desde que estabas como a siete metros de mi -rió burlón y despeinó su cabello-

Ya me voy -hizo un puchero que solo logró hacer reír más al mayor y dio la vuelta para irse pero el contrario lo tomó de la mano para detenerlo-

Kwan, hoy en la tarde habrá un concierto para celebrar el inicio de clases ¿quieres venir conmigo? -dijo con una tierna sonrisa sin darse cuenta que aún tenía la mano del menor en la suya-

C..claro -sus mejillas tomaron un color carmín al ver su mano con la del mayor, no sabía porque pero siempre que lo tenía bastante cerca su rostro adquiría ese color, jaló levemente su mano para que lo soltara pero no funcionó-

Bien, empezará en unos minutos -sonrió ampliamente al escuchar como el contrario aceptaba y pasó su brazo sobre sus hombros mientras caminaba hacia una banca que se encontraba bajo la sombra de un árbol no muy lejos de ahí- por cierto, no respondiste mi pregunta

¿Ha? a, si, ya tengo taller pero ahí está el chico malhumorado, que mala suerte -un puchero apareció involuntariamente en sus labios mientras jugaba con sus manos-

¿Woozifer? tranquilo, no creo que sea tan malo, si cantar es lo que te gusta eso no será un impedimento para que lo hagas

-sonrió ante las palabras del castaño y asintió con la cabeza- tienes razón, le demostraré que pertenezco a ese club

Se quedaron hablando de cosas sin sentido por más tiempo que ni siquiera se dieron cuenta de que el concierto no solo había empezado, sino que ya estaba por terminar y de que el solo se había ocultado desde hace bastante tiempo. Jun llevó a Kwan a su habitación y cuando estaba por irse Kwan le dio un beso en la mejilla y cerró la puerta dejando perplejo al mayor. Esa noche ninguno pudo dormir por estar pensando en el otro.

¿Aún lo amas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora