DEPRESIÓN

153 30 0
                                    

4 meses depués


¿por qué hoy no fuiste a clases?

enviado a las 2:43

me quedé dormido

enviado a las 3:09

te he estado llamando y no contestas ¿estás bien?

enviado a las 3:10

visto a las 3:10

Jun, me estás asustando ¿que tienes?

no puedes enviar mensajes a este usuario


El americano se encontraba corriendo por la calle para poder llegar al departamento de su novio, hacía dos semanas que el mayor se comportaba de forma distante y por lo cual ahora cada quien dormía en su respectivo dormitorio, eso preocupaba demasiado al menor de los dos. No supo en que momento había llegado a su puerta pero ahora se encontraba tocando como un loco y gritándole a Jun que abriera la puerta pero no obtuvo respuesta alguna. Optó por forzar la puerta hasta que ésta cedió y lo dejó entrar -Jun! ¿dónde estás?- recorrió la cocina, la sala y el baño sin obtener resultado, cuando abrió la puerta de la habitación encontró al mayor  sentado en el suelo con sus piernas abrazadas y el rostro escondido en sus rodillas, inmediatamente se arrodilló junto a él y lo abrazó con fuerza -¿que tienes Jun? por favor háblame- suplicó mientras intentaba no llorar.

-por favor vete Han-

-no te voy a dejar, dime que sucedió-

-él volvió- dijo casi en un susurro que apenas el menor alcanzó a escuchar.

-¿h-hablaste con él?- preguntó temeroso, no estaba seguro de querer oír la respuesta.

-no, lo vi hace unas semanas mientras caminaba por la calle pero pensé que lo había imaginado pero hoy cuando iba rumbo a la escuela choqué con el, antes de que dijera algo salió corriendo-

El menor sabía que el que Jun volviera a ver a Seungkwan sería difícil pero también sabía que la razón por la cual su novio se encontraba así era otra, decidió no preguntar y solo se dedicó a abrazar al mayor quien seguía llorando. Después de lo que le pareció una eternidad dejó de oír el llanto del mayor y vio que se había quedado dormido, tomo una almohada de la cama y unas cobijas para ponerlas en el suelo y hacer un colchón improvisado, hubiera preferido cargarlo hasta la cama pero su poca fuerza se lo impedía así que hizo lo que pudo. Salió del habitación y antes de irse preparó un poco de comida para cuando el mayor despertara.


Caminó por la acera iluminada por las lámparas del parque, al parecer había pasado mucho tiempo en el departamento de Jun ya que ahora era de noche, al parecer no tan tarde pues el cielo tenía un peculiar cambio de colores entre naranja, rojo y azul obsuro que a la distancia se volvía negro estrellado, sus pies se movían sin rumbo definido y en verdad no le importaba, en ese momento solo quería huir, quería alejarse de todo y no porque no quisiera ayudar a su novio, tenía miedo, miedo de que Jun le dijera que solo era un remplazo para cuando Boo volviera, de que le dijera que solo quería divertirse un rato, que abandonara, él solo quería hacer feliz a su novio y siempre se lo había dicho claro que ahora ni siquiera sabía si aún podía seguir llamándolo "novio", "amor", "bebé"... el solo pensar en que todo lo que había hecho por el mayor serviría para que se reconciliaran lo hizo sentir nauseas, no de forma metafórica, en verdad tenía unas nauseas horribles. Tomó su celular para enviar un mensaje a Jun pero recordó que el mayor lo había bloqueado antes y de seguro seguiría así hasta que se acordara que aún eran novios.

Frustrado decidió volver a casa, tal vez las nauseas se hayan originado por no haber comido nada en las últimas horas, caminó hacia la primera tienda que vio y se dispuso a buscar alguna golosina que calmara su hambre en lo que llegaba a casa a preparar una cena decente, tomo unas barras de fruta y se dirigió a la caja, mientras caminaba chocó contra un carrito que estaba justo frente a él, no le tomó mucha importancia cuando un ruido salió de dicho objeto, era... ¿un llanto? había chocado contra un carrito de bebé y ahora éste había comenzado a llorar, si la madre del pequeño llegaba y le veía ahí haciendo llorar al bebé de seguro sería golpeado, se inclinó para intentar calmar al pequeño cantándole una canción, no era el mejor cantando pero si el bebé se clamaba funcionaba para él, al parecer al bebé le gustó y se tranquilizó mientras una sonrisa aparecía en su pequeño rostro al ver a Hansol haciendo caras graciosas. Al parecer  el bebé no era feo como el americano pensó que todos los bebés eran, tenía unas mejillas regordetas y rosadas  que daban ganas de apretar, tal vez lo hiciera antes de que la madre apareciera, y una linda sonrisa muy parecida a la de...

-Gracias por hacer que mi bebé dejara de llorar...¿Hansol?-

-¿S..Seungkwan?...- muy bien, ahora todo tenía un maldito sentido.

¿Aún lo amas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora