¿Perdonas a éste idiota?

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  Hola Kwan -su voz apenas era audible y su mirada nunca se enfocó en la del el menor quien solo se limitó a abrazarlo escondiendo el rostro en su pecho- Kwani..... yo venía a....

Eres un idiota -gritó el más bajo cuando rompió el abrazo y comenzó a golpear su pecho sin mucha fuerza mientras algunas lagrimas salían- ¿porqué no contestabas mis llamadas? ¿o respondías mis mensajes? ni siquiera fuiste a mi presentación y ¿ahora solo vienes sin avisar y tocas a mi puerta como si nada?  ¿Quién te crees que eres Jun Hui? ¡VETE! no quiero verte aquí -estaba al borde de la desesperación y con las lagrimas desbordándose de sus ojos, sus piernas le fallaron en ese momento y calló sobre sus rodillas-

Kwani, perdón -las palabras del contrario le habían dolido bastante haciendo que ahora sus mejillas estuvieran mojadas por las lagrimas, se hincó sobre sus rodillas y rodeó con sus brazos el cuerpo del menor- perdóname, fui un completo estúpido, lo siento mucho Kwani...... -acunó entre sus manos el rostro del menor y limpió sus lagrimas con sus pulgares- ya no llores por favor, en verdad lo lamento -poco a poco se fue acercando a su rostro hasta hacer desaparecer la poca distancia que quedaba entre sus labios en un tierno beso que sin pensarlo dos veces fue correspondido por el menor-

Jun, no...esto no está bien -se separó ligeramente de los labios ajenos para verlo a los ojos- 

No me importa si tu corazón le pertenece a Jisoo, quiero intentar hacer que me quieras, hacer que te guste, déjame intentarlo -susurró sobre sus labios mientras se acercaba de nuevo a sus labios-

¿De qué estás hablando? ¿qué tiene que ver....... -antes de que pudiera seguir hablando, los labios del mayor ya se encontraban nuevamente sobre los suyos en un beso más profundo que el anterior, correspondió torpemente mientras sus manos se dirigían a su cuello para abrazarlo y así volver el beso más profundo.

El pelinegro tomó en brazos a su menor haciendo que éste se sujetara con las piernas de su cintura y así llevarlo hasta su habitación, una vez ahí lo recostó suavemente sobre las cobijas sin romper el beso, sus manos recorrían su cintura sobre la tela de la playera de Seungkwan mientras éste enredaba sus dedos en el cabello oscuro del mayor. Sus manos se deslizaron de a poco bajo la ropa ajena dejando pequeñas caricias que hacían soltar leves gemidos al más bajo, después se deshizo de su playera y bajó sus besos al cuello y torso dejando así un camino de pequeñas marcas rojas que viajaban hasta sus rosados botones.

Jun...... detente..... -su voz y respiración eran entrecortadas a causa de la situación-

¿En verdad quieres que me detenga? -su mano viajó hasta su entre pierna donde acarició por sobre la tela la creciente erección del menor provocando que un audible gemido resonara por la habitación- solo dilo y lo haré

-mordía su labio para callar los gemidos que morían por salir a causa de las sensaciones que provocaban las caricias y besos que el mayor dejaba por todo su cuerpo-

Está bien, entonces seguiré -dicho ésto volvió a posar sus labios en los ajenos mientras ágilmente  desabotonaba sus pantalones y los quitaba junto con los boxers dejando así totalmente expuesto a su menor para después despojarse de sus propias prendas y quedar de igual manera. Movió su cadera haciendo que ambas erecciones se frotaran y ahogando sus gemidos en aquél beso que con el paso del tiempo se fue volviendo mas apasionado y salvaje, de un momento a otro se separó y acercó tres de sus dedos al pelirojo para que los lubricara completamente, acto seguido los llevó hasta su entrada y la acarició suavemente mientras comenzaba a introducir uno de sus dedos en él-

Jun..... duele! -se quejó Seung al sentir al invasor dentro suyo-

Tranquilo Kwani, solo será por un momento -dejó un dulce beso en sus labios para distraerlo del dolor a la vez que introducía totalmente su dedo y esperando a que se acostumbrara. Una vez que sintió como su pequeño se movía contra su dedo pidiendo más contacto comenzó a moverlo en círculos para poder meter el segundo dedo teniendo como respuesta un sonoro quejido por parte del menor quien le pedía que lo sacara pero hizo caso omiso y prosiguió a moverlos hasta que sus gemidos de dolor fueron remplazados por gemidos de placer- Ya estás listo Kwani

Jun....... no quiero....... -dijo un muy avergonzado Seungkwan tapándose la cara- he oído que duele mucho y yo no soy muy tolerante al dolor 

Lo haré con cuidado, lo prometo, tampoco quiero lastimarte -tomó sus manos y entrelazó sus dedos para poder verlo a los ojos y darle una sonrisa que tranquilizó al menor quien asintió con la cabeza para indicarle que podían seguir- ven aquí, bebé -se puso entre sus piernas levantándolas un poco y rozó la punta de su miembro con su entrada para deslizarla poco a poco en su interior cuidando de no lastimarlo-

¡Detente! Jun, por favor para, duele mucho -tenía sus ojos cerrados con fuerza y sus manos se aferraban a las cobijas que se encontraban debajo de él- 

Tranquilo Kwani, solo falta un poco -antes de que el menor pudiera decir algo más entró totalmente en él haciendo que soltara un gemido tanto de dolor como de placer pues había dado en su punto dulce- perdón bebé

Eres un idiota ¿lo sabías? -se quejó mientras trataba de acostumbrarse a aquella nueva sensación- solo muévete

¿Qué?

Muévete Jun, si vas a hacerlo, hazlo de una vez

Como tu digas Kwani -comenzó un movimiento lento de cadera logrando el cuál fue aumentando al igual que los gemidos en la habitación-

M..más Jun -el pelirojo pedía ente gemidos mientas el mayor besaba su cuello y con su mano lo masturbaba al compás de sus embestidas- Jun! -después de unas estocadas más se corrieron al mismo tiempo, él en su mano y el mayor dentro de él-

Te amo Kwani -su respiración era agitada y su frente perlada por el sudor lo hacía resaltar con la poca luz de la habitación, con cuidado saló de él y se recostó a su lado-

Te amo Jun -lo rodeó con su brazos por la cintura y se acomodó en su pecho-

¿Me perdonas por ser un idiota?

Eres mi idiota favorito -dijo entre risas mientras cerraba sus ojos para descansar, después de todo, había sido una larga semana y una cansada noche-


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