Insomnio

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El sol brillaba en lo alto del cielo como era costumbre a esas horas del día, el viento soplaba dando una agradable sensación que hacía juego con el calor irradiado por la estrella amarilla y los pájaros cantaban alegres entre los árboles del parque pero nada de esto era percibido por el aquél castaño claro que ahora se encontraba en el suelo de la sala con las cortinas cerradas y una manta envuelta en su cuerpo viendo en la televisión la misma película una y otra vez, era un ciclo vicioso del cual no podía salir, era la misma película que había visto la primera noche con su hyung la vez que inició todo, esa película tenía toda la culpa, tal vez si hubieran visto una película cómica o de vaqueros las cosas ahora serían diferentes y él no estaría ahí sentado como un idiota viendo una y otra vez una película de terror que no lo dejaba dormir, eso explicaba las enormes ojeras que se marcaban bajo sus cansados y adoloridos ojos. No llevaba la cuenta pero podría jurar que todo ese tiempo le parecieron meses, incluso años, se levantó del suelo y caminó hacia el refrigerador, al abrirlo pudo notar que estaba totalmente vacío, literal, parecía como si lo hubiera comprado esa misma mañana ¿o tarde? no estaba seguro ni de la hora que era, frustrado y cansado se dirigió hacia el cuarto de baño tomando una toalla en el proceso, al llegar aventó dicho objeto por cualquier lugar y abrió la llave del agua para meterse sin importarle que ésta estaba helada o que aún traía unos boxers y una camiseta puesta, no le podría importar menos.

Después de su improvisada "ducha" envolvió la toalla en su cuerpo y después en su cabello, se cambió la ropa mojada por una seca y por primera vez en días tomó su celular, no tenía notificaciones de nada, ni una llamada, ni un mensaje, a veces se planteaba lo patética y solitaria que era su vida, tal vez esa fue la razón por la cual se enamoró del chino, el de cierta forma le daba alegría a sus días, de cierta forma le daba razones para seguir otro día con una sonrisa, pero eso había pasado hace mucho tiempo, según él, porque cuando revisó su calendario se dio cuenta que solo llevaba seis días desde que su hyung había decidido irse. Por primera vez en seis largos y pesados días se decidió a salir de su habitación, no era posible que desperdiciara sus vacaciones así, tenía que hacer algo, se arregló el cabello, o eso intentó, y pasó un poco de maquillaje sobre sus ojeras, después de todo no quería que alguien las viera y preguntara y salió de su departamento. Caminaba por la calle con sus ojos entre cerrados ya que la ausencia de luz en los días anteriores había hecho que sus ojos rechazaran los rayos del sol que ahora lo inundaban por completo, estaba frustrado y a punto de regresar a su oscura habitación cuando pudo oír una voz conocida a unos metros de él, se ocultó detrás de un árbol que había en el camino para no ser visto por ambos chicos y poder escuchar mejor.

-¿y ahora que harás?-

-¿a caso no es obvio?

-no-

-con Seungkwan fuera tengo todo el camino para mi solo, fuiste de gran ayuda-

-me siento sucio por ayudarte-

-no seas nena, lo hiciste por un bien mayor-

-no lo se Chan, yo.....no creo que fuera lo correcto-

-correcto o no ya lo hiciste y no lo cambiará nada-

-lo hicimos, porque fue tu idea-

-es igual, ni una sola palabra de esto a nadie ¿entendido Seokmin?-

-entendido-

No podía creer lo que acababa de oír, todo lo que estaba pasando era por culpa de su compañero, él había empezado todo solo para poder salir con Jun, era el colmo, una vez que se aseguró de que nadie lo haya visto corrió sin una dirección en particular, solo quería alejarse de ellos lo más posible, después de correr unos cuantos minutos se detuvo para recuperar el aire, una vez que estuvo más calmado decidió emprender su camino de vuelta a casa, no sabía donde se encontraba hasta que un par de departamentos más adelante se encontró con la casa de Jun, las cortinas estaban corridas y las luces apagadas, era así desde hace unos días y, aunque fueran muy pocos, realmente extrañaba pasar tiempo con él, cuando estaba por dar la vuelta las luces de la casa se encendieron alertando al castaño, eso no podía ser posible, tal vez alguien se había metido a robar, tomó una vara de árbol que estaba cerca y caminó hasta la puerta, tomó la manija para abrirla y listo para golpear al intruso, antes de que pudiera girar la manija la puerta fue abierta dejando ver a un muy desconcertado Jun.

-¿planeabas golpearme con eso?

-¡HYUNG!...............

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