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El bus marchaba a paso de tortuga, algo no muy común en esta ruta. Empecé a molestarme tras sentir que el dolor en mi nariz se había intensificado. Pensaba en que excusa le inventaré a mamá una vez me vea «No debes inventarle nada, sólo dile la verdad». No me había fijado en las miradas curiosas que había despertado en algunos de los pasajeros « ¿Qué me miran? ¿Acaso nunca han visto una nariz sangrando? » Les grité para mis adentros.

Bajé una parada antes de mi cuadra, quizás tenía tiempo de limpiar un poco y no se vería tan grave una vez llegara a casa. Abrí la puerta con cuidado tratando de causar el menor ruido posible, mamá se encontraba en la cocina, quizás preparando la cena. Traté de atravesar el estar en puntillas para pasar desapercibido.

—Cariño, ¿Cómo te fue en el instituto?

—Bien mamá —dije haciendo un movimiento rápido para que no viera mi nariz.

— ¿Qué demonios te pasó, Marcos? —Gritó antes de que me diera vuelta — ¿Quién te hizo eso, cariño? ¿Te has estado peleando?

—Fue un accidente, mamá —mis labios se curvaron al recordar la causante de todo esto —. El mejor que me ha pasado.

— ¿Te has vuelto loco? —se acercó a mí a velocidad de la luz y colocó su mano en mi frente —. No tienes fiebre.

Golpeado por el amor© [APV #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora