Golpeado por el amor© [APV #2]

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Las semanas habían pasado volando, y la mayoría de ellas junto a la hermosa Claire. Este día cumplíamos dos meses de conocernos, y deseaba darle algo especial.

Resultaba gracioso, ya que  un día como este había altercado contra mi vida. Habíamos acordado encontrarnos en el balcón a las 3:30; miré mi reloj de muñeca, marcaba las 3:50; había llegado media hora antes de la acordada; quizás su autobús había tardado más de lo normal y por otra parte había que caminar un largo tramo.

Estaba recostado de la barandilla, miraba fijamente el horizonte mientras la brisa refrescaba mi piel.

—Disculpa la tardanza —dijo Claire acompañándolo en la barandilla recuperando un poco de aire.

Su cabello estaba un poco desorganizado, a pesar de ello se veía tan hermosa.

—Descuida —le dediqué una gran sonrisa —. Feliz segundo mes de conocernos.

Saqué una pequeña cajita de uno de mis bolsillos.

—¿Qué es eso? —preguntó un poco alarmada.

—Pensé que debía de traerte un presente —sonreí —. Ya que el mes pasado...

—Gracias —sus mejillas se sonrojaron.

Tomó la pequeña caja, no esperó para abrirla; sus ojos se iluminaron.

—Es hermoso. No creo que...

—No acepto devoluciones, a pesar de que un día como hoy hace dos meses intentaste asesinarme, te mereces esto y más.

—Yo también traje algo para ti —sacó un pequeño trozo de papel de sus bolsillos y me lo extendió.

«¿Qué habrá en este papel»

—¿Qué es? —pregunté con curiosidad.

—Abrelo —dijo un poco nerviosa.

Abrí el papel y leí las pocas lineas que habían grabadas en él:

"¡Feliz segundo mes de conocernos! Por motivo a esto he decidido darte como regalo lo siguiente: ¿Recuerdas aquel día en el que me pediste ser tu novia? Pues como hoy es un día muy especial quería decirte que: sí, quiero ser tu novia, lo he querido desde el día que me lo pediste; quizás desde antes; pero tenía miedo. Ahora ya no.

-Claire."

—¿Es enserio? —tragué bruscamente.«¿Me está diciendo que sí?»

—Sí, Marcos —sonreí —. Quiero ser tu novia.

—¡Oh Claire! —grité de la emoción,la tomé por la cintura y la elevé un poco —. Me haces el chico más feliz de la tierra.

—¡Oh Marcos! —enredó sus manos a mi cuello, nuestros labios se juntaron en un anhelado beso, se separó un poco para decirme las palabras que tanto deseaba escuchar —. Te amo, novio.

—Y yo a ti novia.