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Me lancé de la cama con una sonrisa, estaba tan feliz como una lombriz. Me dirigí al baño con rapidez, era la hora de una ducha bien fría. Después de largos minutos de tarareo y estrujones salí de la ducha, me vestí con lo primero que vi y bajé a saludar a mamá.

— ¡Buenos días! Mami querida —le posteé un gran beso en la mejilla.

— ¡Buenos días! Cariño, estoy preparando tu desayuno favorito.

— ¿En serio? —eché un vistazo a la olla —. Por eso es que te quiero —le di un fuerte abrazo.

—Entonces, ¿sólo me quieres por la comida? —se llevó una mano al pecho ofendida, mientras removía la olla con la otra.

—Claro que no —reí —. Pero esa es una de las razones. Eres la mejor cocinera del mundo.

—No intentes limpiar lo que ya has regado con palabras bonitas, cariño —sonrió —. A pesar de todo eres mi niño querido.

— ¿Qué tal tu noche? —le pregunté mientras tomaba asiento, me gustaba que me contara sus sobre sus días de trabajo muchas veces resultaban entretenidos.

—Mejor que la otra noche, no llegaron tantas personas. Al parecer no se movía nada bueno por la ciudad.

Sirvió el desayuno y me acompañó en la mesa. Conversamos de todo, como era normal en algunas de nuestras mañanas y tardes. Ella era muy abierta a casi todo tipo de temas, excepto a las cosas relacionadas al amor, en eso era muy cerrada.

La ayudé en los quehaceres del hogar, vimos unas cuantas películas y finalmente terminé haciendo la tarea del señor Miller, llevaba más de dos horas resumiendo las unidades hasta que al fin pude pasar al análisis que nos había enviado por correo.

—Ya me voy, Cariño.

— ¡Espera! —corrí hasta la puerta para detenerla.

— ¿Qué sucede?

— ¿Pensabas irte sin darme mi beso de despedida?

—Claro que no —me dio un beso en la frente y un fuerte abrazo —. Te quiero.

—Yo también te quiero, mamá. Mucha suerte.

Golpeado por el amor© [APV #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora