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Los rayos del sol iluminaban mi habitación y el ruido que causaban los nudillos de mamá al chocar con la plana superficie de mi puerta me despertaron, di una vuelta en la cama para clavar la vista en el pequeño despertador de mi mesa de noche; marcaba las seis treinta de la mañana. Me lancé de la cama antes de que mamá volviera a avisarme de que ya debería estar de pie.

Tomé una ducha rápida, ya que el agua estaba helada y prefería no pescar un resfriado. Tomé mi uniforme y con toda la calma que pude reunir me vestí, tenía tiempo de sobra para perder.

Me dirigí a la cocina, mamá ya había servido el desayuno y se encontraba preparando su bolso.

—Tomas todo tu desayuno —dijo mientras acomodaba un montón de cosas en su pequeño bolso verde —. Deja ver tu nariz.

Quitó la pequeña curita que había colocado la noche anterior y limpió con un poco de alcohol, la pequeña herida.

«Sé fuerte, nada de gritos ni lágrimas »

—¡Auch! —mordí mis labios con fuerza tras sentir el alcohol hacer contacto con la herida.

—Estarás mucho mejor —se alejó un poco para inspeccionarme y luego de una leve sonrisa posteó un beso en mi frente —. Ya debo de irme, te me cuidas ¿okey? No quiero ver que ahora te hayas roto una pierna.

—Yo también te quiero —dije antes de que tomara su bolso y desapareciera en la entrada.

Golpeado por el amor© [APV #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora