La tormenta (parte tres)

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Apreté tu mano con fuerza,

y entonces me prometí una cosa.

"Voy a protegerte, Yuu-chan"

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Si bien era el niño más inteligente del aula , la noción del tiempo era un concepto que el cerebro de Mika no podía procesar. 

A veces pasaba de prisa, en un instante, y se volvía tan corto que había que perseguirlo como un loco, siempre buscando más. Y a veces, como ahora, como había sido desde el momento en el que la pareja lo llevó al hospital, pasaba desesperadamente lento, tanto que los instantes parecían eternos y la tensión crecía más y más.

¿Necesitas algo?--le preguntó la mujer que le había abierto la puerta, se llamaba Manihu y tenía un largo y brillante cabello azul. Mika negó con la cabeza, aún con la cabeza entre las piernas y la oyó suspirar-- Has estado aquí toda la noche, ¿Por que no te vas a casa a descansar?

Aún no sale...--murmuró Mika, como respuesta única, sin apenas respirar. Ella le acarició la espalda, con ese toque amable y doloroso que hacía que fuera aún más difícil respirar. Y Mika solo pudo pensar que era su culpa, que estaban en aquel lugar por su culpa, y que si Yuu moría habría sido por que no había tenido el valor suficiente de hablar con él--Va a morirse--murmuró desesperado, sintiéndose cada vez peor--No va a salir nunca de esa sala de hospital.

No digas sandeces--dijo Guren Ichinose, el oficial de policía, que no estaba usando su ropa de oficial en ese momento, y lo miraba con algo parecido a la compasión--Yuu es un niño fuerte, mocoso, sobrevivirá.

No seas tan duro Guren--lo reprendió Manihu, poniéndose seria por primera vez--El niño está casi llorando por todos los cielos, podrías tratar de tener un mínimo de amabilidad. 

Guren murmuró una grosería y Mika pensó que a su manera también lucía preocupado, golpeaba el pie contra el piso constantemente y no paraba de caminar de un lado al otro y maldecir sin parar. Recordó que Yuu le había dicho que Guren lo había rescatado de un lugar que daba mucho miedo y pensó que a pesar de que Yuu ocupaba la mayor parte de sus pensamientos en realidad casi no sabía nada de él.

Lo rescaté de un hogar destrozado--le dijo Guren luego de un rato, como si le leyera los pensamientos y supiera lo que Mika quería preguntar-- Un padre alcohólico y una madre esquizofrenica, que lo golpeaba siempre que tenía oportunidad. He visto cosas feas en mi trabajo, Sabes? Gente matándose por centavos, maridos celosos capaces de cualquier sandez, pero nunca vi a una mujer capaz de tratar a su propio hijo con tal brutalidad. 

Guren, es un niño--

Tiene derecho de saber--

¿Que le hacía?--preguntó Mika con una voz que no sentía como suya, apretando los puños para que le dejaran de picar. Guren miró a su esposa un momento, como preguntándole si debía seguir hablando, y ella asintió con la cabeza, animándolo a continuar.

Solía golpearlo hasta el cansancio y encerrarlo en un armario. Por alguna razón retorcida le gustaba lastimarlo y hacerlo gritar. Un transeúnte nos llamó cuando oyó chillidos provenir de la casa y lo que encontré dentro...--Guren apretó el puño y le dio un golpe a la pared. Los cuadros se estremecieron un poco y su rabia era tan intensa que podía sentirse brotar de cada poro de él---Era su hijo, por todos los cielos. Lo dejó medio muerto y a veces siento que si me hubiera tardado otro poco lo habría terminado de matar. Recuerdo envolverlo en una sábana y llevarlo al hospital a mitad de la noche, en una noche igual a la de ahora, y por un tiempo estuvo tan traumatizado que no dejaba que fuera de mí lo tocara nadie. Tardó varios meses en hablar.

Eternity //MikaYuu (Reescrito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora