Especial GurenxShinya parte tres

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Se que se supone que el siguiente capitulo sería el punto de vista de Mika, pero la verdad es que no me pude resistir de hacer otro cap con Gurenxshinya más. Eso sería todo, al menos por ahora, pero vendrán más espacios para ellos dos.
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Un par de semanas más tarde Manihu sacó a Yuuichiro del hospital.

Le compró ropa nueva y también juguetes. Evitó mencionar cualquier cosa relacionada a Mikaela (salvo que era un amigo de la infancia) o al orfanato, para evitar preguntas indiscretas y crisis nerviosas, y pasaron el día como una familia normal.

¿Dónde está papá? --preguntó Yuu, mientras ambos salían del cine y terminaban el bote gigante de palomitas que pidieron para los dos. La mujer se mordió el labio, nerviosa--Mamá... Mamá Manihu... - -tiro de su manga-- papi Guren... ¿Donde esta?

Manihu se puso roja. La última vez que había estado con ella era Yuu-kun era un chiquillo desafiante, perturbado y retraído. Aún no se acostumbraba a que no le tuviera miedo, ni a que fuera legalmente su hijo, suyo y de Guren, aunque el no estaba. Le resultaba extraño que le dijera mamá.

Papá?... Él... Esta ocupado, cariño - - intento disimular lo mejor que pudo, pero ella misma estaba preocupada. Ya tenía alguna idea de donde podría estar el idiota de Guren, o con quién...--Se que prometió que vendría, pero alguien lo necesita y el tiene que estar--el niño aparto la mirada, algo deprimido y la mujer suspiro - - No es que seas poco importante, o que no lo necesitas. Es que esa persona está en problemas, muchos problemas y...

Es el doctor Hiragi, verdad? - -

Fue entonces donde Manihu explotó. ¿Tan obvio era? Si hasta Yuu-kun se había dado cuenta, y era solo un niño, por dios.

Mamá...--

Manihu abrazo al niño, llorando. Tenía miedo, y estaba triste. Lo disimulaba pero simplemente no podía, y ya sabía que ambos eran hombres y nada jamás pasaría... Pero de todas maneras...

Dejemos el tema y vamos por una pizza, ¿Nee Yuu? --

Voy a patearle el trasero a papá por hacerte llorar de esta manera--le dijo el niño, con expresión decidida en la cara. Manihu se rió.

Apunta a la entrepierna--le susurró con tono malicioso--Allí duele más

En la otra parte de la ciudad un Guren muy enojado golpeaba con fuerza el timón de su auto, apretando el teléfono e intentando desesperadamente no romper esa porquería en pedazos cuando volvieron a enviarlo al buzón de voz.

Lo sentimos, el número al que usted ha llamado no está disponible. Deje su mensaje en...

Por un demonio--grito frustrado. Rastrillándose el cabello para ahuyentar la frustración--Déjate de juegos y contesta a mis llamadas Shinya--susurró desesperado, hablándole al teléfono. Como si el médico lo pudiera escuchar-- Han pasado más de dos semanas sin que salgas de casa. Me estoy comenzando a asustar.

Aceleró el vehículo y corto camino hasta llegar a la zona más cara de Tokio, probablemente de todo Japón. Al demonio con Shinya, con Kureto, Con Manihu y todos los Hiragi demás. Ni siquiera era le importaba demasiado no estar con el mocoso. Su esposa estaba allí para cuidarlo, además que el estaba a salvo. Pero el médico....Por la puta, debía cortar esa línea de pensamiento ahora. Si no estaba seguro de lo que podría pasar.

Guren estaciono el auto y pidió a la recepción el número del departamento de Shinya, gritó, amenazó y mostró la placa hasta que lo dejaron acercarse. Sabía que Shinya no estaría de acuerdo pero no le importaba. Le daba igual que tanto se enojara el médico siempre y cuando supiera que estaba bien.

Abra la puerta, abra la puerta...--

La mucama abrió la puerta y lo que vió dentro del penhouse lujoso sorprendió al oficial. Los sofás estabas movidos de sitio y habían cosas rotas, como si alguien lo hubiera destrozado a propósito. Las cortinas estaban cerradas y no entraba la luz del día. Con el corazón en un puño avanzó por el lugar.

!SHINYA!--gritó su nombre, aterrado. Era como esa noche, exactamente como esa noche. Cuando su en ese entonces novia, Manihu, lo había llamado aterrada para decirle que no encontraba a su hermano y temía que algo le hubiera podido pasar--!POR UN DIABLO...SHINYA! CONTESTA! SHINYA!

No me miren, no me vean--oyó susurros, reconoció su voz. Entró a su cuarto y allí estaba. El médico rompía un espejo con las manos, arrrodillado. Tenía los dedos manchados de sangre y la piel irritada por raspar con demasiada fuerza en la ducha. Si hasta tenía la toalla...La recepcionista miró al joven con algo bien parecido a la lujuria y Guren vio un instinto protector nacer en él.

No pasa nada--le puso la chaqueta sobre los hombros, solo quería que ya no no lo miraran. El albino no le hizo caso, no lo escuchaba. Solo seguía rompiendo el espejo contra el suelo, lastimándose más--Te haces daño--cogió sus manos. Guren se dió cuenta de que tenía las muñecas delgadas, podía sentir el hueso sin dificultad. Aquello solo sirvió para asustarlo más--!Por un demonio, basta Shinya!--gritó cuando  vio que no se detenía. Tuvo que inmovilizarlo con torpeza y el médico se revolvió entre sus brazos unos segundos antes de romper a llorar--No pasa nada...--lo abrazó por la espalda--No pasa nada, ya todo está bien.

Yo no quería-Susurró. Se dio la vuelta y se aferró a su camisa, con fuerza. Guren sintió que se le mojó la camisa con sus lágrimas y la humedad de su piel--No quería, te juro que es cierto. No quería hacerlo, no me gusta pero él...

¿Ha vuelto?--Intentó controlar la rabia. Ambos sabían de quién hablaba. Era el mismo sujeto. Guren era la única persona a quién Shinya le había confesado a medias lo que estaba pasando, a quien le había hablado del abuso. Cuando Shinya asintió Guren se puso rabioso, le preguntó a gritos quién había sido y estuvo a punto de llevarlo a rastras a la comisaría para denunciar. Le dijo que él era un Hiragui, parte de la familia más poderosa de Japón, que todos los tribunales lo escucharían, solo tenía que hablar.

Nadie me escuchará--Shinya lo abofeteó para que se calmara, aunque luego se echó a llorar. Se llevó las manos a la cara, aterrado, y comenzó a tirarse del cabello con desesperación--Nadie va a escucharme, estoy sucio, podrido. Nadie me querrá....Estoy sucio...Soy horrible, nadie me...

Yo te quiero--le confesó esa vez. Dejó que el médico llorara en su pecho. En ese entonces y ahora. Sentía su cuerpo delgado estremecerse contra su piel. Lo apretó entre sus brazos, con torpeza, intentando protegerlo de un enemigo que no tenía rostro, pero que mataba a Shinya cada día más--Yo te quiero, ¿Me escuchas?--le dijo entre susurros-- Te quiero. Te quiero. Así que no te hagas daño, por que no lo puedo soportar.

Eres un egoísta--

Si te mantiene a mi lado, seré lo que quieras--

El médico sonrió.

Guren sintió el impulso de besarlo. De follarselo allí sobre el fino piso, pero se calmó. Shinya estaba débil, delicado. Y no quería aprovecharse de la situación. Dejó que lo apretara y se quedó a su lado. Por que siempre se quedaría a su lado. En las buenas y en las malas. En el infierno mismo.

Porque su lugar estaba con él.

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⏰ Última actualización: Aug 29, 2018 ⏰

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Eternity //MikaYuu (Reescrito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora